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Inquisicion

Uno de los Altos Señores de Terra, el Representante Inquisitorial (a veces llamado Señor de la Inquisición) es nombrado de entre los Lords Inquisidores presentes en los Sectores cercanos a Terra, y los Inquisidores que han ocupado este puesto son conocidos como Lords Inquisidores Terranos. No es extraño que varios Lords Terranos compartan el puesto de Representante Inquisitorial al mismo tiempo. El propio título es bastante vacuo para el Inquisidor que lo porta, pues probablemente era simplemente el Lord Terrano más cercano cuando se convocó el concilio. De hecho, el título beneficia más a los demás Altos Señores, ya que les asegura que están tratando con un igual, y es un discreto recordatorio de que los ojos de la Inquisición observan incluso las reuniones más augustas. Aunque la presencia del Representante siempre es apreciada, su escaño en las cámaras del Senatorum Imperialis está a menudo vacío y su voto es emitido por misiva: tales son las exigencias de la Inquisición.

A pesar de que en origen el puesto era una concesión ofrecida a otras ramas, a lo largo de muchos milenios la Inquisición ha llegado a aprender que es mucho más útil tener a uno de los suyos para actuar como un símbolo flagrante de vigilancia. Tanto suelen esforzarse los traidores y los estúpidos en evitar ser vistos por los Representantes Inquisitoriales que a menudo no se dan cuenta de que hay más ojos en la oscuridad que siguen cada uno de sus pasos. El deber del Representante Inquisitorial es, pues, ser una luz tan brillante que sea capaz de acrecentar y espesar las sombras en las que operan otros Inquisidores, llevando sólo a los traidores de mayor renombre ante la justicia de una forma lo bastante gloriosa como para instilar el miedo y la obediencia durante generaciones.

Un Representante Inquisitorial puede cumplir con su papel solo una vez en su vida, o puede asistir a las sesiones del Senatorum durante varios años. Los requisitos del servicio a la Inquisición pueden exigir que abandonen Terra para asistir a algún cónclave, mientras que otros se cansan fácil y rápidamente de la burocracia y las maniobras políticas en las que está basado el Senatorum, y buscan recuperar su posición para volver a tener un papel más activo en la amplia Galaxia. Para evitar cualquier posible politiqueo desagradable por parte del Representante, el mandato máximo por el que puede servir un Lord Terrano de la Inquisición en el Senatorum está limitado a un periodo de cinco años, tras los cuales deberá retirarse de la vida política.

Es raro que los Lords Inquisidores no se pongan de acuerdo para elegir a un candidato para cubrir el puesto, ya que representa un honor no muy superior al de actuar de chico de los recados. El Representante raramente habla durante los consejos, pero cuando lo hace tan sólo comunica la voluntad de la Inquisición, no la suya propia. Sin embargo, este cargo conlleva una gran carga de responsabilidad.

Aunque la Inquisición disfruta teniendo autoridad absoluta, en realidad la cooperación con los demás Altos Señores es esencial para poder mantener su posición. Si un Representante ofendiera, por ejemplo, al Fabricador General de Marte, las naves y armamento gracias a los cuales la Inquisición puede conservar su poder podrían estar en riesgo. Del mismo modo, si la Inquisición considera que una organización está retrasándose en cumplir con su obligación, puede aplicar presión al Alto Señor correspondiente, convirtiendo un problema a nivel organizativo en un asunto de confianza personal.

A este respecto, el Representante dispone de una posición de poder sin parangón, ya que no ha obtenido el cargo debido a ambiciones o deseos personales, por lo que a nivel personal no arriesga nada en sus negociaciones con los demás Altos Señores. Estos, por otra parte, solo se preocuparán de dedicar la mayor parte de su atención en tener vigilados y controlados a aquellos de sus subordinados que puedan ver su posición con envidia y ambición, por lo que deberán proteger activamente su puesto a todas horas. La mera señal del desacuerdo de la Inquisición puede ser el catalizador para que un Alto Señor sea depuesto por aquellos a los que representa. Aquellos Altos Señores cuyo puesto no es permanente, como el líder de los Capitanes Cartistas o el Lord Solar, son particularmente vulnerables a este tipo de cuidadosa manipulación por parte del Representante, ya que ellos no arriesgan sólo sus propios privilegios, sino también los de la organización a la que representa. De ahí que el preciso equilibrio de poder existente entre la Inquisición y el resto del Imperio deba ser preservado con sumo cuidado.

Además de obtener el apoyo necesario para los proyectos y tareas de la Inquisición, el Representante tiene otras dos responsabilidades principales. La primera es advertir al Senatorum de aquellas amenazas lo bastante serias como para influir en sus debates. La Inquisición opera de forma que suele ser la primera en enterarse de las inminentes amenazas hacia el Imperio, algo que ha demostrado en lo referente al despertar de los Necrones, la llegada de las Flotas Enjambre Tiránidas, y durante otros muchos acontecimientos reseñables. Por ello, la Inquisición actúa como los ojos y oídos de los Altos Señores en toda la Galaxia, permitiéndoles rodear los oscuros y largos procesos que debe desarrollar el Adeptus Terra cuando surge la necesidad. Tales advertencias no solo son informativas, ya que inevitablemente suelen añadir el curso de acción recomendado. Los Altos Señores debatirán acerca de estas recomendaciones, usualmente modificándolas de una u otra forma, y después harán girar los grandes engranajes del Imperio para poner en marcha sus planes.

Fuentes

  • Codex: Inquisición (6ª Edición).
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