Wikihammer 40k

Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

LEE MÁS

Wikihammer 40k
Advertisement
Wikihammer 40k
12 084
páginas
Impriwars banner

Todoestrategia banner

El Bufón de Muerte avanzó desde la tenue luz de la Telaraña hacia el duro brillo de un mundo alienígena. Sus sentidos se vieron asaltados por el clamor de la batalla, el susurro de las armas shuriken mezclado con los gritos daemónicos. Un enfermizo olor dulce de perfume asaltó su nariz, y tras su máscara el Bufón de Muerte torció sus labios en una sonrisa triste.

Su gabán ondeaba conforme sus hermanos y hermanas del Pesar de Medianoche disparaban a su paso y Troupes y motocicletas a reacción surgían de la Telaraña cargando hacia el combate. Avanzaron a través de las ruinas de la capilla hasta el lugar donde los Actores de la Luz estaban inmersos en el combate.

El Bufón de Muerte se agachó justo antes de saltar hacia arriba a través de una grieta en el techo derrumbado de la capilla. Aterrizó con gracia felina y preparó su cañón aullador en posición de disparo mientras avanzaba hacia el borde de la azotea.

Bajo él, sus hermanos y hermanas estaban inmersos en una batalla furiosa con los Daemons de Slaanesh. Las figuras se retorcían y ondeaban, las holoarmaduras de los Arlequines les transformaban en borrones de luz mientras que sus Tejecielos los sobrevolaban. Las espadas giraban, decapitando a las Diablillas por sus esbeltos cuellos. El fuego de los shuriken se estrellaba contra las filas de Daemons y, a cambio, sus garras quitinosas destrozaban cuerpos y miembros Eldars, lanzándolos contra el suelo. La Troupe se estaba abriendo camino entre sus enemigos y los escalones de piedra estaban cubiertos de cadáveres y sangre chorreante. Sin embargo, al mirar hacia las rocas quebradas que rodeaban la capilla el Bufón de Muerte pudo ver una enorme marea de Daemons que se acercaba.

Dejó de prestar atención al morboso espectáculo, y el Bufón de Muerte se puso manos a la obra. Tarareando para sí mismo, apuntó al Carro de la Demencia que se abalanzaba sobre el combate. Fijando su mirada en la Heraldo que montaba sobre él, su orgullosa risa actuó como foco para el salvaje sentido del humor del Bufón de Muerte. Apuntó cuidadosamente y disparó un único proyectil a uno de los Corceles del carro. La bestia gritó, tropezó y explotó con violencia. Mientras el carro se agitaba salvajemente, la Heraldo cayó gritando de su plataforma sobre las cuchillas de trinchar de la máquina de guerra. Sus entrañas se dispersaron en todas direcciones, cubriendo a la dotación del carro.

Riéndose para sí mismo, el Bufón de Muerte hizo una reverencia burlona, disfrutando de las miradas vengativas de los Daemons. Apartando su mirada, buscó entre la multitud un nuevo participante involuntario en su sombría actuación. A fin de cuentas, el sangriento espectáculo de la guerra solo acababa de empezar.

Fuentes[]

  • Codex: Arlequines (7ª Edición).
Advertisement