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Caos armageddon

Las fuerzas de Angron atacan Armageddon

El planeta imperial de Armageddon ha sufrido tres grandes invasiones en su larga historia. Muchos han oído de la segunda invasión liderada por el Kaudillo Orko Ghazghkull Thraka, y la heroica resistencia de los terriblemente superados en número defensores antes de que las fuerzas del Imperio pudieran llegar en su ayuda y volver las tornas en contra de los Orkos. Pero casi nadie sabe de la Primera Guerra por Armageddon, que tuvo lugar casi 500 años antes de que Ghazghkull naciera. La razón es simple, ya que la primera invasión fue realizada por las fuerzas del Caos, y los agentes del Adeptus Administratum y la Inquisición harían casi cualquier cosa, incluyendo purificación y después repoblación de un planeta entero, para mantener en secreto la existencia de dichos ataques. Justifican estos actos terribles cuando se requiere justificación (lo que es raro) diciendo que si las actividades de los Dioses del Caos fuesen de conocimiento público, seguramente provocarían pánico e insurrección a una escala galáctica global.

Historia[]

Independientemente de lo que el Administratum quiera hacer creer, es un hecho que las Legiones Demoníacas de los Dioses del Caos ocasionalmente se aventuran fuera del Ojo del Terror e invaden el Imperio.

Estas invasiones, aunque no se consideran tan amenazantes como una Cruzada Negra, están consideradas mucho más peligrosas que las pequeñas incursiones llevadas a cabo habitualmente por las fuerzas del Caos. La creación de una fuerza de invasión como esta suele estar causada por la aparición de un pecio espacial que va a la deriva cerca de uno de los mundos demoníacos del Ojo del Terror.

Estos antiguos navíos espaciales pueden utilizarse para transportar vastos ejércitos a través de la Disformidad, permitiendo a una Legión Demoníaca moverse de un planeta a otro en el Ojo del Terror, o incluso a un planeta del Imperio. Llevados y arrojados por las corrientes del Inmaterium, nadie puede decir dónde y cuándo reaparecerá un Pecio Espacial, aunque un Hechicero del Caos puede predecir con bastante acierto dónde podría ir un Pecio Espacial (aunque a la mayoría de los seguidores del Caos eso no les importa, dejándolo a la voluntad de los Dioses Oscuros).

Así que el Imperio será asaltado por una fuerza del Caos tomada directamente del verdadero corazón del Ojo del Terror. En muchos casos, las criaturas que forman este tipo de ejército mueren rápidamente o regresan a la Disformidad, ya que no pueden sobrevivir durante mucho tiempo en el universo material sin la energía sustentadora del Immaterium. Pero si el planeta al que llegan las Legiones Demoníacas se encuentra cerca del centro de una Tormenta Disforme, o si hay suficientes criaturas vivas deseosas de gastar su preciosa energía psíquica en una adoración constante de los Dioses del Caos, entonces las fuerzas del Caos pueden sobrevivir e incluso prosperar por tiempo indefinido. Bajo estas circunstancias, la única forma en que las fuerzas del Caos pueden ser derrotadas es en combate, o enviando bombas víricas por todo el planeta. Este fue el caso de la primera invasión de Armageddon.

Angron demonio

Angron durante la I Guerra de Armageddon.

Armageddon es uno de los mundos colmena industriales más importantes del Imperio. Las millones de almas que forman la población de Armageddon viven en un enorme continente, dividido en dos mitades por una vasta jungla. La tierra al norte de la jungla es conocida como Armageddon Prime, y las tierras al sur como Armageddon Secundus. Hace poco más de quinientos años, en el año 444.M40, estallaron inexplicablemente rebeliones armadas en media docena de colmenas de Armageddon. Las revueltas fueron rápidamente suprimidas en Armageddon Secundus, pero en las más dispersas Colmenas de Armageddon Prime fueron mucho más difíciles de erradicar. De cualquier manera, estas insurrecciones son comunes en los densamente poblados Mundos Colmena del Imperio, y como las Fuerzas de Defensa Planetaria parecían capaces de tratar con la revuelta, el Imperio no envió unidades adicionales. En cualquier caso, la tormenta de Disformidad que afectaba el sistema cercano de Mid-Calvius CVIII hacía el viaje disforme desde y hacia Armageddon muy peligroso.

Las FDP, ocupadas conteniendo la rebelión, fueron cogidas casi completamente por sorpresa cuando un gigantesco pecio apareció en el sistema Armageddon. A bordo iba un igualmente vasto ejército demoníaco comandado por el Primarca Demonio Angron. Berserkers de Khorne de la Legión Traidora de los Devoradores de Mundos y hordas de criaturas demoníacas llovieron desde el pecio y barrieron a los defensores a través de Armageddon Prime. Los insidiosos efectos del Caos se sintieron rápidamente cuando casi la mitad del ejército planetario se unió al bando invasor, que además se había anexionado las fuerzas rebeldes del planeta, revelándose ahora como cultistas del Caos. Las pocas unidades leales que quedaban fueron rápidamente expulsadas de Armageddon Prime.

Retirándose a través de la jungla que separaba las dos mitades del enorme continente, los supervivientes se unieron a las unidades leales que quedaban en Armageddon Secundus, y se prepararon para realizar una última defensa a lo largo de los ríos Styx y Chaeron.

Masacrador Sangriento Khorne Only War ilustración

Masacrador Sangriento.

Si Angron hubiera atacado inmediatamente contra los mal organizados y desmoralizados defensores, es casi seguro que les hubiera derrotado y Armageddon habría sido suyo. Pero Angron tuvo que retrasar su ataque. La tormenta Disforme de Mid-Clavius estaba desapareciendo, y a no ser que él hiciera algo para llevar energía caótica al planeta, su ejército pronto empezaría a desaparecer. Para los defensores imperiales pareció como si hubieran ganado un tiempo precioso mientras Angron desperdiciaba semanas en construir monumentos (el famoso Monolito de Angron en las junglas de Armaggedon, por ejemplo) a los Dioses del Caos en lugar de perseguir los restos de los ejércitos imperiales hasta Armageddon Secundus. En realidad, Angron no tenía más opción que hacer lo que hizo.

El retraso obligado le costó caro. Sin que lo supieran las fuerzas del Caos, el Capítulo de Marines Espaciales de los Lobos Espaciales, cuyo mundo natal Fenris estaba cercano a Armageddon, se había movilizado rápidamente para ayudar a los defensores. Cuando el ejército de Angron emergió desde las junglas que separaban Armageddon Prime y Armageddon Secundus encontraron a los defensores preparados y esperando, reforzados por los Lobos Espaciales. Titánicas batallas estallaron a lo largo de la línea frontal cuando las Legiones Demoníacas chocaron con la línea de defensa imperial. Aquí fue donde Ulrik, el Sacerdote Lobo, se ganó su apodo de El Matador, al matar en combate singular a 3 Berserkers de Khorne, los más feroces de la horda, lo que le hizo digno de las alabanzas del propio Primarca Demonio. En la ribera del río Chaeron las líneas Imperiales aguantaron, y el Caos fue hecho retroceder desordenadamente. Pero más hacia el oeste Angron lideraba el ataque personalmente, golpeando a través de las líneas imperiales y dirigiendo a sus fuerzas hacia las Colmenas Infernus y Helsreach. Fue en ese momento cuando Logan Grimnar, que en esa época había sido Señor Lobo de los Lobos Espaciales por menos de un año, jugó su triunfo. En reserva había mantenido a una Compañía entera de los Caballeros Grises, cuya asistencia había buscado tan pronto como fue consciente de los peligros que acechaban Armageddon.

Angron Demonios Khorne Caballeros Grises Primera Guerra Armageddon

Angron y sus Demonios de Khorne cargan contra los Caballeros Grises.

Sólo los Caballeros Grises tenían la habilidad de derrotar realmente a una entidad como Angron. Llegaron justo mientras el Caos atacaba las Colmenas Infernus y Helsreach. Teleportándose directamente delante de Angron en el centro de su Legión Demoníaca, los Caballeros Grises se enfrentaron al Primarca Demonio y al grupo de Grandes Demonios que eran sus guardaespaldas. Ayudados por las defensas psíquicas que les otorgaba su hermandad compartida, los Caballeros Grises pudieron expulsar a todos los Demonios Menores que se les enfrentaban, y finalmente enfrentarse a Angron, destruyendo su Espada Negra. Fue una batalla de las que no se habían visto desde la Herejía de Horus, y de los 100 Caballeros Grises que tomaron parte, menos de una docena sobrevivieron al encuentro. Pero al final triunfaron, enviando el espíritu de Angron de vuelta a la Disformidad gracias a los esfueros del Hermano-Capitán Taremar Aurelian, de donde no podrá regresar en mil años y un día. Simultáneamente, los Lobos Espaciales lanzaron un contraataque masivo. Las fuerzas del Caos fueron aniquiladas y destruidas.

Consecuencias[]

Con las Legiones Demoníacas derrotadas, el Adeptus Administratum se movió rápida y eficientemente para suprimir brutalmente la verdad sobre lo sucedido. Aunque el bombardeo vírico del planeta para asegurar la completa y definitiva limpieza de cualquier reminiscencia del Caos fue considerada, la importancia de las industrias de Armageddon hacían tal solución altamente indeseable.

En su lugar, todos excepto los oficiales de más alto rango de la población superviviente fueron esterilizados, de tal manera que no pudieran tener más hijos, y después enviados a enormes campos de concentración construidos lejos de las Colmenas del planeta, donde fueron mantenidos aislados de tal forma que ni una sola palabra sobre el ataque pudiera salir. Mientras, miles de millones de nuevos trabajadores embarcaron desde todo el Imperio hacia las ahora desiertas Colmenas del planeta. En una década o dos, los trabajadores de los campos de esclavos estaban muertos, una pobre recompensa para aquellos que habían combatido bravamente contra las fuerzas del Caos.

Sin embargo, había entre los defensores de Armageddon algunos que defendían que los soldados de la Guardia Imperial habían luchado con honor, y que no merecían el destino de una muerte lenta y humillante a la que la Inquisición pretendía someterles. Logan Grimnar, comandante de los Lobos Espaciales ahora y entonces, se enfrentó a la propia Inquisición y a sus Caballeros Grises, y amenazó con una guerra abierta contra estos si se atrevían a atacar a los transportes de tropas a los que escoltaban los Lobos Espaciales, que se interpusieron entre las naves de transporte y las de la Inquisición.

Aunque la Inquisición no se atrevió a atacarlos de manera directa, pues la fuerza de los Lobos en el espacio era aplastantemente mayor tras la llegada de refuerzos, a este suceso siguieron varios meses conocidos como "los Meses de la Vergüenza", en los que la Inquisición persiguió y destruyó numerosas de las naves que habían salido del planeta, así como todo planeta, astillero o estación espacial que hubiese tenido la desgracia de recibir, o incluso haberse puesto en contacto, con los supervivientes de Armageddon. Sin embargo, ni siquiera la Inquisición fue capaz de superar las estrategias de los Lobos Espaciales, que consiguieron salvar a numerosos soldados de la Guardia.

Tras cinco largos meses, incluso los Caballeros Grises y miembros de la Inquisición mostraron su desacuerdo con la campaña de purga, pues además los Lobos Espaciales se mostraban siempre pacíficos, sin disparar en respuesta ni una sola vez. Acompañada por los Cazadores Rojos y numerosos guerreros de los Caballeros Grises, los elementos de la Inquisición que pretendían limpiar a todos los supervivientes acabaron por atacar el propio planeta Fenris tras ocho meses de campaña. La purga había acabado: ahora el objetivo de la Inquisición era asediar Fenris, y obligar a Logan Grimnar a doblar la rodilla frente a la Inquisición. Pidiendo hablar con el Lobo Espacial de mayor rango en el planeta, estos enviaron al venerable Bjorn Garra Implacable, que rechazó todas las condiciones de la Inquisición. Finalmente, el enfrentamiento acabó cuando el propio Logan Grimnar, que había viajado a toda prisa a Fenris, se teletransportó a la nave de Kysnaros, el Gran Inquisidor al mando de las fuerzas inquisitoriales, y le decapitó. Bajo el auspicio de Bjorn, los Lobos y la Inquisición pactaron una tensa paz. Sin embargo, Grimnar nunca ha perdonado al Adeptus Administratum por lo que él ve como una grosera traición a decenas de millones de personas inocentes, y hay muchos que secretamente están de acuerdo con él.

Mientras, en el interior del Ojo del Terror, Angron planea cómo volverá a Armageddon un día, y llevará su venganza al planeta que le desafió hace tantos años.

Fuentes[]

  • Codex: Caos (2ª Edición).
  • El Don del Emperador (Novela), por Aaron Dembski-Bowden.
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