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Los Novamarines son un Capítulo leal de Marines Espaciales, Sucesor de la Segunda Fundación de la Legión de los Ultramarines. Son un antiguo y orgulloso Capítulo, seguidores radicales del Codex Astartes que consideran que la escritura de dicho texto sagrado, recopilado por el Primarca Roboute Guilliman, es una ley divina e inquebrantable. En el pasado, se sabe que han hecho correr la sangre de aquellos que se han extraviado demasiado lejos de la senda descrita por el Codex. La virtud y el honor de los Novamarines son tales que suele mencionarse como ejemplo para otros Capítulos de lo que significa ser un Adeptus Astartes, como ocurre con su Capítulo progenitor. No se les conocen Capítulos Sucesores propios de forma oficial, pero se cree que algunos miembros de su hermandad han sido seleccionados en el pasado para proveer parte de la semilla genética empleada para la Fundación de varios Capítulos Sucesores de los Ultramarines, en concreto los Capítulos de los Hijos Oscuros y los Ángeles de Furia.

Introducción[]

Los Novamarines son uno de los orgullosos Capítulos Primogénitos, los primeros Capítulos Sucesores engendrados por la Legión de los Ultramarines durante la Segunda Fundación. El mundo base del Capítulo, Honourum, se encuentra en el norte galáctico del Segmentum Ultima, a gran distancia del Reino de Ultramar, hogar de los Ultramarines. La región está escasamente habitada, y su proximidad a los Estrellas del Halo significa que la esfera de influencia y el área de operaciones del Capítulo son bastante grandes. Las Estrellas del Halo, así como las vastas extensiones de espacio salvaje sin explorar que rodean Honourum, son el hogar de toda clase de antiguas amenazas, imperios alienígenas nacientes y colonias humanas perdidas durante la Era de los Conflictos, todavía por redescubrir. Como consecuencia, los Novamarines han debido enfrentarse a un amplio rango de enemigos, desde terribles monstruosidades xenos a reinos aislacionistas humanos que rechazan inclinarse ante la autoridad del Emperador de la Humanidad. Quizá debido a que los Novamarines operan en un área tan amplia, es bastante raro que las 10 Compañías del Capítulo estén reunidas en un momento concreto en un único lugar. Por lo que se sabe, esto último no ha ocurrido desde el M37, lo que muestra lo activas, extendidas y alejadas entre sí que están sus Compañías.

Como Capítulo Primogénito de los Ultramarines, los Novamarines mantienen estrechos lazos con los Ultramarines y sus demás Capítulos Sucesores de hoy en día. La gran distancia entre Honourum y Macragge implica que el Capítulo no puede enviar representantes a la corte de Marneus Calgar con la misma frecuencia que sus Capítulos hermanos, pero cada Novamarine aspira llegar a hacer, al menos una vez en la vida, una peregrinación al Santuario del Primarca en Macragge. Aquellos que han podido hacerla suelen tradicionalmente señalarlo adornando sus yelmos de combate con una corona de laurel, una marca de honor que los Exploradores del Capítulo contemplan con reverencia, soñando con ganar dicha marca algún día.

Novamarines Marines Espaciales Warhammer 40k Wikihammer

Los Novamarines aportaron a mediados del octavo siglo del 41º Milenio una gran fuerza a la continua batalla contra la expansión del Imperio T'au durante la Cruzada del Golfo de Damocles, situada en el sur galáctico del Segmentum Ultima. Este despliegue sobrepasó las demandas de las operaciones habituales del Capítulo, llegando a alcanzar las dimensiones de una Cruzada Imperial a gran escala, purgando a los advenedizos alienígenas de muchos sistemas estelares cerca y dentro del Sector Lithesh, ganando múltiples honores de batalla en el proceso. Cuando la fuerza de la Cruzada recibió órdenes del Lord Inquisidor Kryptman de dirigirse hacia Macragge para enfrentarse a la oleada asesina de la Flota Enjambre Behemoth de los Tiránidos, los Novamarines salieron a toda velocidad en ayuda de sus Progenitores. En el periodo subsiguiente a la Batalla de Macragge, el contingente de los Novamarines se mantuvo en la región durante varios meses, rearmándose y preparándose antes de dirigirse hacia la Cuenca de Jericho. Las primeras batallas del Capítulo se produjeron casi en exclusiva contra los T'au del Sector Velk'han, y entre dichos enfrentamientos se incluyeron unos cuantos enfrentamientos navales en las fronteras exteriores del Arrecife Negro. Los Novamarines han sufrido recientemente bajas, de las que aún se están recuperando, tras una serie de asaltos menos que exitosos contra los traidores jefes guerreros humanos del planeta Iphigenia.

Historia[]

Tras la tragedia de la Herejía de Horus, las estructuras militares del Imperio fueron reconstruidas de forma que nunca más pudiera un hombre disponer del increíble poder de una Legión completa de Marines Espaciales. Sin importar los noble y leal que un comandante imperial pareciera ser, dicho nivel de poder ofrecía demasiadas oportunidades para la corrupción y el desastre. Roboute Guilliman, Primarca de la Legión de los Ultramarines y autor del Codex Astartes, propuso una solución para atajar la amenaza de forma permanente. Bajo su dirección, todas las Legiones supervivientes de Marines Espaciales leales fueron divididas en Capítulos de 1000 individuos. El Primarca cundió con el ejemplo al dividir de forma inmediata su propia Legión XIII en Capítulos Sucesores del tamaño adecuado, que serían conocidos como los Capítulos Primogénitos de los Ultramarines.

Los Novamarines fueron uno de los Capítulos creados directamente por el Primarca Guilliman durante la Segunda Fundación. Durante la creación del Capítulo, el Primarca eligió a Lucretius Corvo como primer Señor del Capítulo. Corvo era un Capitán muy condecorado de las Legión de los Ultramarines que había dirigido a su Compañía en incontables enfrentamientos exitosos durante la Gran Cruzada, sirviendo como uno de los Campeón de los Ultramarines durante las crueles luchas contra la legión apóstata de los Portadores de la Palabra en el planeta Astagar durante la Herejía. Durante esa particularmente dura batalla, de seis días de duración, Corvo dirigió un desesperado contraataque contra una fuerza enemiga con una gran superioridad numérica respecto a su propia unidad. Su grupo escogido logró destruir un Titán de Batalla Warlord de los traidores, acabando con el asedio. En reconocimiento por su tenacidad y sus heroicas acciones, Roboute Guilliman en persona condecoró a Corvo con un Laurel del Desafío. Este sagrado objeto aún se conserva, protegido en el santuario de la Fortaleza Novum, la Fortaleza-Monasterio de los Novamarines. Al haber premiado numerosas veces a Corvo a lo largo de su extenso servicio en los Ultramarines, Guilliman confiaba implícitamente en el Marine Espacial. Fue por dichos motivos que el Primarca no dudó en asignar al Capitán Corvo la responsabilidad del mando mientras maduraba la noción de los Capítulos independientes de Marines Espaciales.

En su Fundación, el Primarca de los Ultramarines otorgó a los Novamarines el senescalato del Mundo Fortaleza pre-imperial de Honourum. Este lugar sagrado señaló en el pasado el límite más lejano de la expansión de la Legión XIII a través del norte galáctico del Segmentum Ultima. Durante la misma ceremonia, los Novamarines hicieron el juramento de defender el Segmentum Ultima de los enemigos de la Humanidad, una tarea en la que no han desfallecido ni fracasado ni una sola vez en los últimos ocho mil años estándar. Aunque el capítulo no está orientado hacia la realización de Cruzadas, suele implicar parte de sus recursos en dichas causas, aparte de responder a las peticiones de ayuda de planetas muy alejados de su hogar. Esta voluntad de comprometer sus fuerzas para actuar en un área tan extensa implica muchas veces que las Compañías de los Novamarines suelen operar aisladas unas de otras durante siglos. A pesar de dicho grado de aislamiento, sus tradiciones y su sentido de hermandad se han mantenido fuertes, en parte debido a su fuerte lealtad a los preceptos del Codex Astartes y a las tradiciones establecidas por la Legión de los Ultramarines.

Campañas notables[]

Novamarines Terminator Armor

Exterminador de la 1ª Compañía de los Novamarines con Puño Sierra

  • Represalia Tsagualsana.
  • La Consunción Pálida (Fecha desconocida, M34) - Un monumento erigido en el Palacio Imperial de Terra reconoce el servicio de los Novamarines en sus acciones contra la Consunción Pálida ocurrida en el M34. El artefacto alaba al Capítulo y acredita su labor por haber logrado "deshacer lo que no podía morir". Fue en dicha campaña en la que los Novamarines cosecharon algunos de sus primeros honores de batalla registrados. Entre los escasos documentos supervivientes redactados durante los oscuros y terribles tiempos conocidos por los historiadores modernos como el Interregno de Nova Terra, un tumultuoso periodo el que el Imperio quedó dividido en facciones guerreras, existen referencias veladas y dispersas a una gran amenaza procedente de las Estrellas Necrófago. Mucha de la información existente acerca de dicha amenaza ha sido censurada o destruida a propósito, pero existen indicaciones contradictorias que describen la naturaleza de la amenaza como un "plaga engendrada en las estrellas" que barrió decenas de mundos y como "artefactos de pesadilla" que aniquilaron sectores enteros. Los registros parciales no censurados sugieren que se trató de una amenaza de naturaleza xenos, y que más de un Capítulo de Marines Espaciales quedó destruido en el transcurso del conflicto. Los Novamarines intervinieron en la campaña para atajar la amenaza de la Consunción Pálida pero, aunque sin duda se trata de uno de los más tempranos honores de batalla ganados por el Capítulo, las crónicas del Capítulo están curiosamente desprovistas de toda referencia al conflicto. Seguramente, de no ser por el prominente reconocimiento de la estela, el incidente hubiera sido completamente olvidado.
  • El Xenocidio Lok'Kroll (119.M37-164.M37) - El Xenocidio Lok'Kroll fue una Cruzada imperial llevada a cabo por los Novamarines contra los malditos xenos Lok'Kroll, y se extendió desde el 119.M37 hasta el 164.M37. Esta campaña es notable por el hecho de que fue la última vez que los Novamarines lucharon juntos con la potencia de un Capítulo completo. Los Novamarines se presentaron voluntarios para llevar a cabo un Edicto de Exterminio contra los Lok'kroll. Los masivos alienígenas invertebrados, habiéndose corrompido por la adoración a los Poderes Ruinosos, habían logrado, en menos de un siglo tras su alzamiento, crear un pequeño imperio al sur galáctico de la anomalía disforme conocida como la Tormenta de la Ira del Emperador, en el Segmentum Ultima. Dada su rápida expansión y la masacre de varias colonias y puestos mineros del Imperio en la región, la decisión tomada por fue la de borrarlos de la faz de la Galaxia antes de que pudieran crecer más y convertirse en una amenaza mayor. Bajo la dirección de los Novamarines, los territorios ocupados por los alienígenas fueron sistemáticamente bloqueados por escuadrones de la Flota de Combate Ultima de la Armada Imperial, mientras que los Novamarines, apoyados por el 109º Grupo de Ejército de Phyrrus y numerosos Equipos de Eliminación de los Vigías de la Muerte, atacaron y destruyeron de uno en uno los puestos fronterizos y mundos nido de los Lok'kroll, empleando a menudo armas de tipo Exterminatus, permitidas por el edicto. Hoy día no queda nada de los Lok'kroll, excepto algunos especímenes preservados para estudios taxonómicos en el Bastión Geniticus del planeta Varsavia.
  • Purificación del Muerte de la Integridad (887.M39) - En el 887.M39, el pecio espacial Muerte de la Integridad apareció cerca del planeta Vol Secundus. La antigua ruina fue ha sido localizada dos veces en los siglos más recientes, y cada una de ellas ha precedido a la aparición de fuerzas Tiránidas en los mundos cercanos. Se realizó una inmediata llamada general solicitando asistencia de los Adeptus Astartes, a la que respondieron miembros de las 1ª Compañías de los Capítulos de los Novamarines y los Bebedores de Sangre. Mostrando un enorme grado de cooperación, los dos Capítulos desplegaron a casi 200 Marines Espaciales equipados con Armaduras de Exterminador en el masivo pecio. A lo largo de los dos siguientes meses, las fuerzas combinadas purgaron metódicamente el pecio espacial de una rampante infestación de Genestealers. Ambos Capítulos sufrieron pérdidas, ya que los xenos estaban bien adaptados para combatir en los estrechos y tóxicos entornos del pecio. Aunque la batalla fue costosa en términos de daños a las armaduras y a la pérdida de vidas, el premio definitivo valió la pena, ya que en las entrañas del pecio en ruinas se encontraba una base de datos de Plantillas de Construcción Estándar, en bastante buen estado de conservación, que contenía información acerca de incontables tecnologías perdidas. El Adeptus Mechanicus acepto con gusto el artefacto de valor incalculable, llegando a compensar a cada uno de los Capítulos con un Crucero de Asalto recién construido.
  • Cruzadas del Golfo de Damocles y del Sector Lithesh (740.M41) - Los Novamarines también se vieron implicados en la Cruzada del Golfo de Damocles y en la Cruzada del Sector Lhitesh, ambos conflictos llevados a cabo por el Imperio en contra de la rápida expansión del Imperio T'au.
  • El Levantamiento de Luxor (812.M41) - El Levantamiento de Luxor fue una campaña reciente llevada a cabo por los Novamarines en el Mundo Colmena de Luxor en el 812.M41. Los crueles oligarcas en el poder fueron depuestos por un levantamiento obrero respaldado por los insidiosos Marines Espaciales del Caos de la Legión Alfa, junto con varias partidas de guerra pertenecientes a las Legiones Traidoras que descendieron al planeta realizando asaltos sorpresa para apoyar a la revuelta. El planeta era el nexo de control del Departmento Munitorum sobre el Sector Helioret, vital para los suministros militares en general enviados para el Segmentum Ultima, situado más al norte. Los Novamarines temían, y con razón, que si Luxor caía se iniciaría una reacción en cadena que dejaría vulnerables centenares de otros mundos. Sin tiempo para esperar refuerzos o para dejar que actuasen los lentos engranajes de las autoridades del Segmentum, los Novamarines reunieron cuantas fuerzas pudieron y atacaron de inmediato, antes de que los rebeldes tuvieran opción de aplastar a la resistencia local y atrincherarse. En la fugaz y salvaje guerra que se produjo a continuación, los Novamarines destacaron en los combates urbanos llevados a cabo en las ciudadelas colmena de Luxor, arrasadas por la guerra, mostrando sus superiores habilidades de combate en las enrevesadas madrigueras de escombros destrozados, neutralizando la masiva ventaja numérica de los rebeldes. Los Land Raider y Predator del Capítulo mostraron asimismo su superioridad sobre los tanques de las fuerzas traidoras, tripulados por reclutas sin experiencia y que fueron destruidos en cantidades ingentes por los blindados de los Astartes. El equilibrio de la guerra se inclinó en favor del capítulo cuando los reservistas de asalto de los Novamarines arrinconaron y aplastaron a las fuerzas de la Legión Alfa que dirigían la fallida rebelión en una anárquica batalla llevada a cabo en el principal puerto espacial del planeta. Un asalto encabezado por Exterminadores dio el golpe de gracia al conflicto al acabar con los rodeados Astartes de la Legión Alfa y poner en fuga a los pocos supervivientes de las fuerzas rebeldes. Cuando los restantes traidores fueron expulsados en desbandada del territorio que habían controlado anteriormente y quedaron aislados del mando y dirección de la Legión Alfa, los Novamarines dirigieron a las fuerzas leales al Imperio en una brutal ofensiva en la que murieron más de 400.000 rebeldes y restauró el dominio imperial sobre Luxor en menos de un año estándar.
  • La Guerra de Badab (901-908.M41) - Demorados por numerosos conflictos en los que ya estaba implicado el Capítulo, un contingente de los Novamarines logró llegar a la zona de guerra de Badab en el 906.M41 en respuesta a las primeras llamadas de ayuda emitidas por la Inquisición, debido principalmente a la repugnancia que sentían por Lufgt Huron, el renegado Señor del Capítulo de los Garras Astrales, y por la presunción y arrogancia de las fuerzas rebeldes al oponerse al Imperio. Los Novamarines actuaron con rapidez para salvar a sus aliados de las fuerzas leales del bárbaro Capítulo de los Ejecutores. A petición del Alto Comandante de las fuerzas leales, Carab Culln del Capítulo de los Escorpiones Rojos, los Novamarines se dividieron en múltiples fuerzas de tareas, más pequeñas y de mayor movilidad, durante el resto del conflicto, protegiendo a los transportes comerciales imperiales y luchando en varias batallas de gran intensidad y pequeña escala en varios Mundos Fronterizos. Los Novamarines retiraron sus fuerzas en el 908.M41 para defender su mundo natal contra la inminente amenaza de un creciente ¡Waaagh! orko, uno de los muchos problemas que plagaban al Segmentum Ultima.
  • 13ª Cruzada Negra (999.M41) - Los Novamarines asignaron seis Compañías completas a la defensa del Sector de Cadia contra las fuerzas del Caos desplegadas durante la 13ª Cruzada Negra.

Organización[]

673px-Novamarines Predator Destructor

Predator Destructor de los Novamarines, 7º Destacamento de Apoyo Pesado

Al ser un orgulloso Capítulo Sucesor de los Ultramarines, el Capítulo de los Novamarines es uno de los seguidores más rígidos del Codex Astartes y sus divinos preceptos. Han conseguido mantener un cumplimiento estricto de los mandatos del Codex a pesar de que sus Compañías se hayan visto dispersadas por todo el Imperio a lo largo de su extensa y gloriosa historia. Están muy orgullosos de haber conservado los honores y títulos empleados por su Capítulo progenitor, los Ultramarines, a pesar de la distancia galáctica que les separa del reino de Ultramar. Otro notable rasgo del Capítulo es su capacidad para mantener en perfecto estado operativo muchas antiguas reliquias procedentes de los días remotos anteriores a la Herejía de Horus, lo que incluye conjuntos completos de Armaduras de Exterminador con las que equipar a toda su 1º Compañía de Veteranos de ser necesario, así como extensos arsenales de los primeros modelos de los Transportes Blindados de Personal Predator, Vindicator y Whirlwind, junto con numerosos Dreadnoughts mantenidos con cariño y gran reverencia por los miembros de la forja del Capítulo.

Los Novamarines no son un Capítulo basado estrictamente en flota, aunque en muchas ocasiones han debido dividir sus fuerzas y dispersarlas por amplias secciones de la Galaxia para cumplir con sus deberes. Esta amplia dispersión por un área tan extensa implica que el Capítulo ha luchado pocas veces con todos sus integrantes. De hecho, los Novamarines no han luchado en conjunto como un Capítulo único desde el M37. Aunque sus fuerzas pueden estar divididas y dispersas, este comportamiento ha sido ventajoso en el pasado ya que les ha permitido ser los primeros en responder a las peticiones de ayuda de sus Capítulos hermanos. Un reciente ejemplo puede ser su intervención en la defensa de Obsidia el mundo natal del Capítulo de los Sables. Su intervención justo a tiempo permitió que Obsidia pudiera evitar ser invadida por hordas mutantes mientras que los Sables se encontraban ocupados luchando en otro lugar. Existe desde entonces un solemne juramento de deuda eterna, hecho por los Sables en beneficio de los Novamarines, como agradecimiento por la salvación de su planeta, algo que el Capítulo no ha tomado a la ligera.

Aunque los Novamarines se han enfrentado a enemigos de la Humanidad de todo tipo a lo largo de su historia, su principal campo de experiencia es el combate contra las fuerzas alienígenas en todo su horro, y su odio por las inteligencias no humanas no tiene límite. Han llevado a cabo purgas sistemáticas de muchas especies de xenoformos, y su experiencia en dicho campo, unida a su reputación como devotos vástagos de los Ultramarines, implica que los Hermanos de Batalla de los Novamarines han servido en muchas ocasiones en las filas de los Vigías de la Muerte, manteniendo lazos inusualmente estrechos con la Cámara Militante de la Ordo Xenos.

Bibliotecarios[]

Al igual que sus Capítulo Astartes hermanos, los Novamarines disponen de un Librarium de poderosos psíquicos de gran talento, adiestrados para dominar el poder de la Disformidad a su máximo nivel. Cada Capítulo selecciona a sus Bibliotecarios siguiendo sus propios métodos, ya sea de mundos semillero, como hacen con el grueso de sus iniciados, o directamente desde las filas de los psíquicos dotados entregados por la Scholastica Psykana del Adeptus Astra Telepathica. Muchos Capítulos entrenan y eligen a sus psíquicos siguiendo los antiguos preceptos establecidos en el Codex Astartes. Los Bibliotecarios de los Novamarines son entrenados de dicha forma, aunque con algunas leves variaciones, y se les enseña a vivir siguiendo al pie de la letra el Codex. Los Bibliotecarios de los Novamarines disponen de ciertas habilidades psíquicas únicas disponibles solo para los psíquicos del Capítulo:

  • Fuerza Ancestral - Sacando fuerzas de su pura herencia Ultramarine, el Bibliotecario incrementa sus capacidades físicas momentáneamente, haciéndolo aún más formidable en combatr. Tal incremento de capacidades no está exento de peligros, e incluso incrementar el potencial en bruto del Bibliotecario por un momento puede tener efectos negativos, drenando la energía de las capacidades incrementadas cuando desaparecen los efectos del poder.
  • Visión Celestial - El Bibliotecario de los Novamarines hace volar su consciencia y observa el campo de batalla desde lo alto, observando detalles que incluso el sensor más sofisticado puede pasar por alto, pudiendo informar a sus Hermanos de Batalla para mejorar su efectividad táctica. Sin embargo, mientras esté observando el campo de batalla de esta forma, su mente estará distraída, lo que hará vulnerable al Bibliotecario al no poder defenderse a sí mismo de forma adecuada.
  • Vulnerabilidad - El Bibliotecario de los Novamarines puede explotar psíquicamente una vulnerabilidad en su enemigo, haciéndolo más susceptible a ciertos ataques o formas de daño. Esto puede ser especialmente útil cuando se enfrenta a poderosos enemigos que, por lo general, serían demasiado poderosos o resistentes al daño. Este poder permite a la escuadra del Bibliotecario tener una oportunidad para causar daños y derrotar a tales contrincantes.

Servicio en los Vigías de la Muerte[]

Los Novamarines consideran que es su sagrado y solemne deber el aniquilar a todas y cada una de las blasfemas especies xenos, de forma que el Imperio pueda conquistar y controlar la Galaxia sin miedo a ataques o respuestas. Los Hermanos de Batalla del Capítulo creen que ningún xenos es merecedor de ninguna clase de confianza, y no hay ningún motivo por el que deban buscarse salidas diplomáticas con dichas criaturas, ya que no existe ninguna forma aceptable de discusión o debate. La eliminación directa es la única opción contemplada por los Hermanos de Batalla de los Novamarines. Debido a su intolerancia hacia los xenos, los Novamarines envían entusiásticamente a algunos de sus miembros más experimentados y capaces a servir en los Vigías de la Muerte, un servicio que es considerado por los Hermanos de Batalla del Capítulo como un distintivo honor y privilegio. De esta forma los Novamarines pueden adquirir información acerca de especies xenos sobre las que su Capítulo no tiene información o con las que no tienen experiencia directa mientras los Vigías de la Muerte descubren formas de lidiar con nuevas especies de xenoformos. Esta implicación consistente con los Vigías de la Muerte ha dotado al Capítulo con unos lazos inusualmente estrechos con dicha organización, así como con el Ordo Xenos de la Inquisición.

Los Novamarines también son fuente de mucha de la información existente sobre la Galaxia, especialmente el referente a las zonas más salvajes y menos exploradas del Segmentum Ultima. Aunque puede no ser un tipo de información estricta tal y como la entendería un Adepto o un erudito imperial, las posibilidades de que un Hermano de Batalla de los Novamarines o uno de los miembros del Capítulo haya visto o visitado un planeta concreto, o se haya enfrentado con una especie xenos con la que un Equipo de Eliminación concreto esté lidiando, son bastante altas. Aunque puede que no sea un entendimiento completo o un análisis clínico del sujeto o el planeta, es posible que el Novamarine sepa algo sobre el tema, usualmente en forma de un relato que le hubiera contado por uno de sus Hermanos de Batalla.

Mundo natal[]

Emblema Capitulo Novamarines Wikihammer

Emblema del Capítulo de los Novamarines

El Primarca Roboute Guilliman otorgó a los Novamarines, durante su Fundación, el dominio sobre el planeta Honourum, en donde construyeron su gran Fortaleza-Monasterio, la Fortaleza Novum. A lo largo de sus diez milenios de existencia, el Capítulo ha protegido y explotado los recursos de Honourum de forma responsable. Cuando recibieron el derecho a tal feudo, el planeta era el límite norte del Segmentum Ultima. Desde entonces, la región asegurada ha crecido significativamente, pero la responsabilidad del Capítulo de mantener la seguridad en el área mayor no ha cambiado.

El planeta Honourum está caracterizado por brutales tormentas, mares salvajes, y montañas estériles. Muchas de las formas nativas del planeta son plantas primitivas y líquenes. Su fauna consiste principalmente en invertebrados oceánicos. Muchos de los organismos más sofisticados emplean potentes toxinas que son tan efectivas contra el género humano como lo son contra las especies nativas del planeta. El riesgo de contaminación por metales pesados está presente en muchas de las regiones del planeta, produciendo gran toxicidad en muchas de las plantas. Es como si el planeta intentara consciente y activamente defenderse de cualquier intrusión. La salvaje población humana consiste en tribus nómadas de cazadores/recolectores Paleolíticos. Estos salvajes migran constantemente para evitar los peores aspectos del brutal clima del planeta, así como para rapiñar todo recurso y alimento disponible, ya que carecen de los recursos y la habilidad necesarios para establecer minas o refinar y dar forma a metales sofisticados. Aquellos que sobreviven en un entorno tan feroz suelen ser candidatos excepcionales para convertirse en Astartes de los Novamarines.

Doctrina de combate[]

466px-Novamarines Dreadnought Mark IV

Dreadnought de Asedio Mk. IV. de los Novamarines, "Viejo Herulian", con Configuración de Armamento de Asedio

El Capítulo de los Novamarines se mantiene extremadamente concentrado en cumplir tanto la letra como el cuerpo de las leyes establecidas en el Codex Astartes. Es por ello que su enfoque militar es leal a dichos decretos. Estos Marines Espaciales siguen las instrucciones del sagrado tomo en lo que se refiere a su organización, sus tácticas, e incluso en sus métodos de entrenamiento. En aquellas situaciones en las que el Codex da directivas acerca de un asunto, el Capítulo sigue dichas instrucciones con precisión. En aquellas otras ocasiones, mucho menos comunes, en las que no está claro el camino a seguir, intentan rigurosamente interpretar la intención de las instrucciones, operando de forma consistente con el resto del material contenido en el libro. Al seguir a pies juntillas del Codex, cada una de las Compañías del Capítulo es asignada a tareas específicas consistentes con su papel designado. Excepto en aquellos momentos en los que regresan a su base para reaprovisionarse, las cuatro Compañías de Combate suelen verse implicadas en patrullas de larga duración por todo el Segmentum Ultima.

Es notorio que los Novamarines estén excepcionalmente deseosos de ofrecer su ayuda a aquellos que la necesitan. A lo largo de su historia, esta afirmación ha incluido a toda organización y Adepta del Imperio, lo que incluye a la Inquisición, el Departmento Munitorum, Comerciantes Independientes e incluso, lo que resulta aún más notorio, otros Capítulos de Marines Espaciales. En incontables ocasiones los Novamarines ha enviado un número sustancioso de unidades para asistir a los Hermanos de Batalla de otros Capítulos en la tarea de derrotar amenazas más allá de las fronteras del Segmentum Ultima.

A pesar de su extenso historial de enfrentamientos, el Capítulo de los Novamarines ha logrado mantener de forma exitosa una armería excepcionalmente bien equipada, la cual dispone de muchas piezas de equipamiento y vehículos que han estado presentes en el arsenal del Capítulo desde la época de su Fundación. Algunas de estas piezas de equipo se han mantenido intactas desde los tiempos de la Gran Cruzada. Aunque son empleadas de forma regular, el suministro de Armaduras de Exterminador es más que suficiente para abastecer a toda la 1ª Compañía. De igual modo, el Capítulo tiene una gran cantidad de Dreadnoughts, que han sido capaces de conservar vivas la memoria y la crónica de muchos de los Hermanos de Batalla más capaces del Capítulo. La forja del Capítulo emplea todo el tiempo posible manteniendo y reconstruyendo dicha reserva, por lo que nunca tienen carencias en tiempos de gran necesidad.

Del mismo modo, el equipamiento normal del Capítulo se ha conservado perfectamente a lo largo de los milenios, y su colección de reliquias de guerra ha crecido sin parar. Dentro de las sagradas cámaras de su Fortaleza-Monasterio existen cientos de diseños únicos recuperados a lo largo de la historia del Capítulo. En tiempos desesperados o como una forma de honrar los éxitos de un guerrero concreto, dichas reliquias son asignadas para su uso en el campo de batalla. Ya que muchos de dichos objetos están más allá de las especificaciones del Codex Astartes, pocas veces suelen ser empleadas por los mismos Hermanos de Batalla que las han obtenido.

Creencias[]

Novamarines Marine Táctico

Marine Táctico Veterano de los Novamarines mostrando tatuajes faciales rituales y los Laureles de Ultramar en su casco

Los Novamarines consideran que es su derecho y deber el seguir el ejemplo establecido por su Primarca y con su Legión progenitora, y tienen la firme creencia de que la única forma apropiada para hacerlo es seguir estrictamente los dictados del Codex Astartes. El sagrado texto es un faro en sus vidas, guiándoles a la hora de tomar decisiones y permitiéndoles actuar según sus deberes, y su creencia en ello es uno de los aspectos más vitales de su existencia como Capítulo. Tal lealtad al texto sagrado ha ayudado a los Novamarines para mantener prácticamente intactas e inalterables sus tradiciones desde la época de su Fundación. En contraste con su visión secular de la religión imperial, consideran que el Codex Astartes es una obra inspirada por lo divino. Nunca se comenta qué deidad pudo haberlo inspirado, pero se considera que la magna obra es algo más que un tratado acerca del arte de la guerra. Para los Novamarines, el tomo es una guía acerca de cómo llevar a cabo toda acción, y por ello es considerado, obedecido y aplicado constantemente a lo largo de sus vidas. Aunque reconocen que no todos los Capítulos de Marines Espaciales son tan devotos en su rigurosa aplicación de los decretos del Codex, prefieren considerarse como un ejemplo de cómo debería ser obedecido.

Como ocurre con muchos otros Capítulos del Adeptus Astartes, los Novamarines no son seguidores del Culto Imperial. Sienten el más profundo respeto por el Emperador, por su Primarca y por aquellos Marines Espaciales que han servido en el Capítulo en las eras pasadas. Sin embargo, no adoran a ninguno de dichos individuos como si fueran dioses o seres divinos. En lugar de ello, creen que todos ellos no eran sino hombres de gran talento que dieron una nueva forma a la Galaxia, por los que son merecedores de veneración y emulación. Para los Novamarines, dichos individuos son ejemplos ideales de comportamiento humano que buscan imitar. Aunque esto requiera establecer para sí mismos unos estándares increíblemente altos, están más que dispuestos a aceptar tal responsabilidad. Dichos Hermanos de Batalla aceptan con gusto el desafío de la perfección, aceptando castigos rigurosos y llevan a cabo penitencias cada vez que fracasan en su intento.

Durante sus diez milenios de servicio, los Novamarines han luchado contra incontables enemigos y han establecido una historia bien conocida y respetada de hazañas exitosas. Aunque han prestado servicio al Imperio de muchos modos, uno de sus tareas principales ha sido la derrota de los xenos. Desde su Fundación, e incluso desde los tiempos de la Gran Cruzada, el Capítulo ha seguido con devoción la misión de exterminar a cuanto xenos se cruza en su camino. Esta creencia monodominante, que es el nombre acuñado por las facciones políticas de la Inquisición para dicho tipo de fe, es el núcleo de las creencias del capítulo, y establece una temática característica en muchas de sus campañas más famosas.

El mundo natal de los Novamarines, Honourum, dispone de un índice de población bastante bajo, consistente en tribus salvajes de cazadores/recolectores. Estas sencillas y endurecidas gentes han llenado las filas de los Novamarines desde su Fundación. Durante el adoctrinamiento de los Neófitos para su aceptación en el Capítulo, todos vestigios de su antigua vida son eliminados y sustituidos con la forma de pensar y la cultura de los nativos de Ultramar. La única idiosincrasia mantenida en los nativos de Honourum es la práctica de tatuar su piel de forma ritual. La piel de cada Hermano de Batalla es una representación de su carrera y su vida, con imágenes y sellos que señalan que lugares de la Galaxia ha hollado y las campañas en las que ha participado. Cuando los miembros del Capítulo se reúnen, pasan en ocasiones horas mostrándose unos a otros sus tatuajes más recientes mientras relatan los éxitos y tragedias que dieron origen a las últimas ilustraciones. Los tatuajes suelen mostrar el aspecto cuarteado de la librea de los Novamarines, la cual está a su vez basada en la heráldica personal original de Lucretius Corvo. El Capítulo cree que las imágenes tatuadas sirven para blindar sus almas ante los ataques de los espíritus oscuros, y que el Emperador juzgará el valor de un Hermano de Batalla a través de los hechos grabados en la piel de este cuando llegue al Reino de la Muerte.

Semilla genética[]

La semilla genética de los Novamarines es completamente consistente con la de su Capítulo progenitor, los Ultramarines. Al proceder del noble linaje de Guilliman, no muestra signos de contaminación del Caos ni mutaciones, permitiendo la creación de todos los órganos implantados en los Marines Espaciales. Sus reservas son lo bastante extensas como para que se crea que el Adeptus Administratum ha empleado semilla genética de los Novamarines como base para la creación de varios Capítulos Sucesores. El cuidado que tienen a la hora de preservar su semilla genética es aproximadamente el mismo que muestran a la hora de cumplir su sagrado deber a la hora de defender el Segmentum Ultima, y a la hora de mantener en funcionamiento las muchas máquinas de guerra que están bajo su cuidado. Todos esos elementos representan el núcleo de las tradiciones del Capítulo, que son consideradas como absolutamente vitales para su preservación.

Aunque todos los Marines Espaciales albergan odio hacia los enemigos de la Humanidad, especialmente hacia aquellos que se mueven ocultos entre las estrellas atacando a los mundos del Imperio, los Novamarines han cultivado una profunda repulsión hacia los xenos más allá de la sentida por el resto de los suyos, que se ha incubado en miles de campos de batalla extendidos a través de miles de años luz de espacio y a lo largo de la historia del capítulo, en la que se han enfrentado una y otra vez con las más viles y terribles especies alienígenas de la Galaxia. Al principio dicho odio no se distingue del sentido por un miembro normal del Adeptus Astartes, lo que suele ser el desdén incondicional necesario para enfrentarse en combate contra dichos seres y rechazar sus insidiosos avances en los territorios y dominios del Emperador. Con el tiempo dicho desdén crece hasta abarcar a todas las formas alienígenas de vida, incluidas aquellas que no tienen demasiado interés o que no representan un peligro para el Imperio, hasta llegar al punto de no poder aguantar el ver vida alienígena, incluso al coste de las tácticas más prudentes o de las tensas medidas de la diplomacia en el campo de batalla.

Miembros notables[]

  • Capitán Mordacai Blaylock - Mordacai Blaylock, "El Rompetormentas," Capitán de la 1ª Compañía de élite, es uno de los más grandes guerreros en la larga historia de los Novamarines. La valentía física, libre de sinsentidos, de este oficial es legendaria, incluso entre sus compañeros Astartes. Habiendo comandado la 1ª Compañía a lo largo de las últimas cinco décadas, la edad no ha disminuido ni su habilidad ni su astucia. Durante el lamentable conflicto conocido como la Guerra de Badab, el Capitán Mordacai Blaylock dirigió al grupo de combate de los Novamarines que colaboraron con las fuerzas Leales. La razón para intervenir de los Novamarines era sencilla: una profundamente asentada revulsión hacia lo que consideraban la imperdonable arrogancia y presunción de Lufgt Huron y sus aliados Marines Espaciales. El Capítulo de los Novamarines estaba más que dispuesto a obedecer las órdenes dadas por los Escorpiones Rojos, los cuales estaban al mando de las fuerzas Leales, ya que sabían que dicho Capítulo era un firme seguidor del Codex Astartes, y que poseía un odio hacia los alienígenas que casi rivalizaba con el de los propios Novamarines. El Capitán Blaylock intervino principalmente en ayuda de las asediadas fuerzas de los Grifos Aullantes, que habían sido rechazados de forma sangrienta por el Capítulo de los Ejecutores. Los Novamarines aplicaron rápidamente sus fuerzas en salvar a sus hermanos de más ataques, interceptando con diversos grados de éxito a varios grupos de incursión de los Ejecutores. Con la ayuda de elementos de flota, los Novamarines consiguieron poner en jaque los ataques de los Ejecutores en la Deriva Khymarana. A petición del Alto Lord Comandante Carab Culln, el Magister Militante de las fuerzas Leales, los Novamarines desempeñaron un papel crucial al enfrentarse a los incursores Separatistas, así como al llevar a cabo ataques de castigo contra los Orkos y los Corsarios Eldar que empelaron la anarquía provocada por el conflicto para cumplir con sus propios propósitos oscuros. El Capitán Mordacai Blaylock y los Novamarines se retiraron del conflicto en el 908.M41, habiendo ganado gran renombre tanto para sí mismos como para el Capítulo.
  • Hermano Antiguo Horest Cain - Hay muy pocos Dreadnoughts de los Marines Espaciales que hayan prestado servicio en los Vigías de la Muerte. Muchos de los que caen en combate y se ganan el privilegio de seguir con su servicio suelen ser devueltos inicialmente a su Capítulo de origen. Solo unos cuantos individuos seleccionados han sido tan devotos a la causa de los Vigías de la Muerte que se han mantenido en servicio siglos después de su primera muerte. Las historias de los pocos Dreadnoughts de los Vigías de la Muerte existentes en la Cuenca de Jericho son generalmente el material del que están hechos los rumores y las leyendas. Muchos de las historias de dichos individuos se han perdido al completar los Hermanos de Batalla su turno de servicio y regresar a su Capítulo original. Las leyendas del Hermano Antiguo Cain están envueltas en el misterio y la incertidumbre, ya que no hay ningún documento que verifique las historias que relata. Está claro que su chasis muestra, junto con sus emblemas personales, la iconografía de los Novamarines, como también está claro que se trata de un miembro leal de los Vigías de la Muerte, el cual ha probado su valor para la organización en incontables ocasiones desde que quedó enterrado en la estructura de metal. Sin embargo, se desconoce por qué no ha regresado jamás a su Capítulo de origen, y resulta aún más extraño que los Novamarines mantengan que no disponen de ningún registro que señale que hayan mandado a servir a los Vigías de la Muerte a un Astartes con ese nombre.
  • Hermano Corben Nayle - El Hermano Nayle era un dotado Hermano de Batalla antes de su llegada a la Fortaleza de la Guardia Erioch, y sus habilidades a la hora de luchar contra las fuerzas xenos solo han mejorado durante su estancia. Antes de ser enviado a servir con los Vigías de la Muerte, el Marine Espacial participó en una expedición de 20 años de duración a través de los Sistemas Estelares del límite galáctico, cerca del Segmentum Ultima. Como parte de sus análisis tácticos, comenzó a estudiar las diferentes técnicas empleadas por distintas especies de xenoformos a la hora de usar sus armas naturales. Solicitó su traslado a los Vigías de la Muerte inmediatamente después de su exitoso y honorable retorno de dicha expedición. Desde su llegada a la Cuenca de Jericho, el Hermano Nayle ha estudiado constantemente a los xenos a lo largo de sus misiones, así como a aquellos capturados y puestos bajo custodia en la Fortaleza de la Guardia. El enfoque central de sus estudios es identificar un modo universal de análisis e intervención en combates cuerpo a cuerpo con xenos que respondan adecuadamente a los diversos tipos de armas naturales. A medida que sigue ampliando sus estudios, suele pedir a otros Astartes que le provean de cualquier dato que hubieran podido descubrir a lo largo de sus misiones. Aunque no muestre ninguna señal de concluir su tratado, está claro que se ha convertido en un luchador cuerpo a cuerpo muy capaz a la hora de enfrentarse contra fuerzas alienígenas.

Reliquias conocidas[]

  • Libris Anomalus - Compendio de artes guerreras y técnicas de combate contra los alienígenas.
  • Laureles de Ultramar - Parte de los fuertes lazos entre los Novamarines y los Ultramarines incluyen el deseo de los Hermanos de Batalla de presentar sus respetos ante la tumba de su Primarca, en Ultramar. Muchos Hermanos de Batalla llevan a cabo dicha peregrinación al menos una vez en su vida, y emplean o que allí aprenden para reforzar su resolución, así como para dar mayor fuerza a su relación con el Capítulo de los Ultramarines. Un Hermano de Batalla que completa su peregrinaje recibe los Laureles de Ultramar, que llevará con honor en su yelmo o en otra sección de su servoarmadura.

Acciones Notables[]

Apariencia[]

El primer Señor del Capítulo de los Novamarines, Lucretius Corvo, era profundamente devoto a su Primarca y al Codex Astartes que este redactó. El primer paso que tomó para diferenciar a su Capítulo de sus predecesores fue establecer su librea e iconografía

La servoarmadura de los Novamarines presenta un cuarteado en azul marino y blanco hueso, con el Águila del peto en color dorado. El poco usual empleo de una librea cuarteada tiene su origen en la heráldica personal de Lucretius Corvo, lo que establece aún más la influencia y sello que aún tiene el primer Señor sobre el Capítulo.

El blasón del Capítulo es una calavera blanca en campo azul marino, rodeado por una estrella blanca estilizada no muy diferente de un Halo de Hierro.

Galería[]

Leer más[]

Lista de Ejércitos de Marines Espaciales.

Lista de Capítulos Sucesores.

Lista de Capítulos Leales.

Fuentes[]

Extraído y traducido de Lexicanum inglés y Wikihammer 40K UK.

  • Adeptus Astartes: Successor Chapters.
  • Index Astartes I.
  • White Dwarf nº 101 (Edición inglesa).
  • Codex: Ojo del Terror (3ª Edición).
  • Codex: Marines Espaciales (Ediciones 5ª-7ª).
  • Supemento: Iyanden (6ª Edición).
  • Warhammer 40,000: Recopilación.
  • Imperial Armour II y IX.
  • Deathwatch: Honour the Chapter (Juego de Rol).
  • Deathwatch: Rites of Battle (Juego de Rol).
  • Sedition's Gate (Antología).
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