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Emblema Eclesiarquía Adeptus Ministorum Wikihammer

Icono del Adeptus Ministorum.

El Adeptus Ministorum, más conocido como la Eclesiarquía, es la iglesia estatal oficial del Imperio de la Humanidad. Su misión es mantener y promover el culto al Emperador de la Humanidad como el único y verdadero Dios de la Humanidad. También administra y extiende el Culto Imperial a lo largo y ancho del Imperio.

Introducción[]

"Tanto como amas y temes al Emperador, así debes amar y temer a los que portan Su divina palabra."

Cardenal Erasmus Pontium

A pesar de que la interpretación de ciertos dogmas del Credo Imperial varía según el planeta, cualquier desviación extrema de sus estructuras o teología es considerada como herejía y castigada con gran severidad por la Eclesiarquía o, en casos extremos, por el Ordo Hereticus de la Inquisición imperial. Aunque el Culto Mechanicus es una religión muy diferente al Culto Imperial, es tolerada por la Eclesiarquía bajo los términos del Tratado de Marte, que permitía a los Tecnosacerdotes del planeta rojo mantener su fe dentro de la atea Verdad Imperial. Después de que Imperio, en el M32, se convirtiera esencialmente en una teocracia, el Adeptus Mechanicus aceptó alcanzar un acuerdo teológico con la Eclesiarquía, según el cual consideraban al Emperador como el Omnissiah, la personificación física del Dios Máquina. Sin embargo sigue existiendo una rabiosa desconfianza entre los seguidores de ambas fes, que hierve bajo la superficie y que hace que la Eclesiarquía y el Mechanicus se consideren entre sí como rivales políticos. El Adeptus Ministorum tiene su base en Terra, donde su urbano Palacio Eclesiarcal recubre casi todo el continente austral de la Antártida.

Historia[]

Orígenes[]

Sacerdote Imperial Adeptus Ministorum Misionero Eclesiarquía Wikihammer

Misionero del Adeptus Ministorum extendiendo la palabra del Culto Imperial por las nuevas colonias humanas.

Durante la Gran Cruzada aparecieron por todo el Imperio de la Humanidad muchos cultos religiosos de diversa índole, basados en el Lectio Divinitatus, libro escrito por el Primarca Lorgar en el que se proclamaba que el Emperador era el Dios encarnado de la Humanidad. Cada uno de los textos, a pesar de tener un origen común, presentaba sus propias variaciones sutiles de forma y teología básica. Dichas formas de culto surgieron en primer lugar en los primitivos planetas del Imperio en los que se produjo una regresión tecnológica durante el largo y terrorífico periodo conocido como la Era de los Conflictos. La cantidad y extensión de dichos cultos se incrementó de forma exponencial tras el sacrificio definitivo llevado a cabo por el Emperador con la intención de salvar a la Humanidad del reinado del Señor de la Guerra Horus y los Dioses Oscuros al final de la Herejía de Horus, y de su posterior encierro dentro del Trono Dorado. Dicho acontecimiento fue celebrado por los creyentes como la "ascensión" del Emperador y su apoteosis a la divinidad completa en el Inmaterium. Muchos de dichos cultos fueron desapareciendo gradualmente, pero otros prosperaron, absorbiendo poco a poco a los más pequeños y débiles. Los cultos de adoración a la figura del Emperador que obtuvieron mayor éxito consiguieron extenderse hasta otros planetas.

El más poderoso de los primeros cultos imperiales basados en el Lectio Divinitatus recibió el nombre del Templo del Emperador Salvador. Dicho culto tenía la ventaja de que, al contrario que los demás, tenía su base de poder en Terra y que su líder era un exitoso y respetado oficial del Ejército Imperial que luchó durante el Asedio al Palacio Imperial, defendiendo el corazón del Imperio en su hora más oscura. Dicho hombre santo cambió su nombre por el de Fatidicus, y comenzó a predicar sus enseñanzas acerca de la divinidad del Emperador a todo aquel que quisiera escucharle. Esta creencia se extendió como la pólvora entre los miembros de la reformada Guardia Imperial y de la Flota Imperial, quienes habían sido testigos de primera mano de los horrores del Caos, aunque también alcanzó a los humildes escribas y a los Adeptos menores del Adeptus Terra (el Administratum). Pronto esa fe comenzó a extenderse a otros planetas gracias a dichos individuos. Al morir Fatidicus, con 120 años terranos estándar de edad, el Templo ya contaba con más de mil millones de seguidores en Terra, y con una cantidad incontable de fieles por todo el Segmentum Solar del Imperio.

El Templo del Emperador Salvador aportaba un mensaje de esperanza y reunificación a través de una fe común tras los estragos y la oleada de caos y anarquía de la Herejía de Horus. Aquellos cultos que rechazaron verse incorporados al Templo del Emperador Salvador, o que sencillamente no podían ser absorbidos, se vieron pronto perseguidos por hordas fanáticas que preferían la teología cada vez más "ortodoxa" del Emperador Salvador. De forma oficial, el Templo rechazaba la violencia que se causaba en su nombre. Dicha tendencia finalizó en el M32, y para entonces dos terceras partes de la población del Imperio seguían las enseñanzas del Templo del Emperador Salvador, siendo las únicas excepciones los Marines Espaciales, quienes nunca habían reconocido de forma oficial la divinidad del Emperador en un signo de obediencia a sus deseos y a las doctrinas de la desaparecida Verdad Imperial, y el Adeptus Mechanicus de Marte, quienes tenían su propia forma de culto en forma del Culto Mechanicus. La importancia, influencia y poder del Templo pronto superaron a las de cualquiera de los demás cultos del Lectio Divinitatus dedicados a la adoración al Emperador.

El Adeptus Ministorum[]

Archicardenal Adeptus Ministorum Eclesiarquía Wikihammer

Un Archicardenal de la Eclesiarquía junto a su séquito.

A principios del M32, en reconocimiento de su poder político sin precedentes sobre la mente de la Humanidad, el Templo del Emperador Salvador fue reconocido de forma oficial por los Altos Señores de Terra como la religión oficial del Imperio de la Humanidad. Pocos siglos después, el Eclesiarca Veneris II fue honrado con un puesto en el Senatorum Imperialis, uniéndose a las filas de los Altos Señores de Terra. Tres siglos después de aquel instante, el puesto se convirtió en una asignación permanente. El poder de la Eclesiarquía siguió aumentando, incrementando la fuerza de su presa sobre las mentes, voluntades y creencias de los ciudadanos imperiales. Aquellos que no siguieron las enseñanzas del culto fueron declarados como no creyentes, sometiéndoseles al ostracismo y, en algunos casos, a la ejecución sumaria. Los vastos territorios del Imperio fueron organizados en diferentes diócesis dirigidas por los Cardenales de la Eclesiarquía. Estas poderosas figuras políticas y religiosas fueron responsables de las hordas de Misioneros y Predicadores imperiales que fueron enviadas para cuidar de las necesidades espirituales de los fieles de un centenar de mundos. Se construyeron por todo el Imperio fastuosos santuarios, impresionantes templos y majestuosas catedrales dedicadas al Dios-Emperador de la Humanidad. Millones de peregrinos religiosos comenzaron a desplazarse por toda la Galaxia para visitar lugares particulares de importancia religiosa, como por ejemplo los planetas en los que algún Santo Imperial concreto hubiera llevado a cabo sus más famosos milagros. Con el tiempo, el masivo número de peregrinos que llegaban a ciertos planetas se convirtió en la actividad económica principal de la Eclesiarquía en dichos mundos, por lo que planetas enteros fueron convertidos en Mundos Santuario dedicados al culto religioso, directamente controlados por el Adeptus Ministorum. Algunos Mundos Santuario de cierta importancia se convirtieron en la base de poder de Diócesis enteras que se extendían por Subsectores o Sectores enteros, de forma que los cardenales comenzaron a asentarse en dichos mundos, que serían denominados desde entonces como Mundos Cardenalicios.

La Confederación de la Luz[]

La única amenaza al dominio espiritual y político de la Eclesiarquía en el Imperio fue la Confederación de la Luz. Los ideales de pobreza y vida humilde proclamados por esta fe penitente, basada en el planeta Dimmamar, contradecía claramente las enseñanzas de la Eclesiarquía, quienes sostenían que los sacrificios de dinero y poder en forma de diezmos, impuestos y otros regalos ofrecidos al Adeptus Ministorum eran necesarios para mejorar el acceso de los ciudadanos imperiales a la salvación, así como para asegurarse de que la luz del Emperador llegara a cada esquina de la Galaxia a través de sus Misiones. Resultaba muy difícil para los agentes del Ministorum el infiltrarse en la Confederación, por lo que la Eclesiarquía decidió recurrir a métodos violentos, apoyados por el voto unánime de los Altos Señores de Terra, quienes declararon el comienzo de la Primera Guerra de Fe para asegurarse de que la estabilidad política del Imperio no resultaba afectada por el ascenso de la pluralidad religiosa y de la posible violencia religiosa. Toda la Confederación fue declarada como hereje, y las fuerzas de la Guardia Imperial, la Armada Imperial, y miles de fanáticos de las Fratrías Templarias fueron lanzados contra ella, decididos en conseguir su destrucción. Solo unas cuantas células y santuarios ocultos de la Confederación consiguieron sobrevivir, y el poder de la Eclesiarquía sobre las mentes de la Humanidad, para bien o para mal, se volvió imposible de derribar.

A finales del M33, todos y cada uno de los Mundos Civilizados del Imperio disponían de su propia catedral, y las arcas de la Eclesiarquía estaban repletas con las ofrendas y diezmos procedentes de los billones de fieles del Dios-Emperador. Su riqueza se desperdiciaba en construir una cantidad cada vez más grande de fastuosas catedrales y en poner en marcha más Guerras de Fe destinadas, no a salvar las almas de la Humanidad, sino para asegurar el poder político y la riqueza de la Eclesiarquía.

Era de la Apostasía[]

Reinado de Sangre[]

La Era de la Apostasía del M36 fue uno de los periodos de mayor inestabilidad de la historia imperial desde la Herejía de Horus, que comenzó durante la larga contienda entre la Eclesiarquía y el Administratum por el poder político definitivo sobre el Imperio. El Alto Señor Goge Vandire, el 361º Señor del Administratum, era un tirano hambriento de poder quien, tras cierto tiempo, se hizo con el control directo de la Eclesiarquía así como sobre el Administratum al usurpar la posición de Eclesiarca. Dicha acción le convirtió en el individuo más poderoso del Imperio desde la Gran Cruzada, lo que le permitió establecer su poder por encima del propio Emperador. El periodo de su regencia se ganó el nombre del Reinado de Sangre, en el que se produjeron masivas purgas de la Eclesiarquía, así como el asesinato de incontables supuestos traidores, herejes y conspiradores. El periodo finalizó gracias a la intervención de la renacida Confederación de la Luz del Eclesiarca Sebastian Thor, una secta del Culto Imperial constituida sobre los restos de las prohibidas enseñanzas de la anterior Confederación de la Luz que buscaba acabar con la corrupción de la teología imperial de Goge Vandire. El final del Reinado de Sangre causó una reconstrucción casi total de la Eclesiarquía, la creación del Ordo Hereticus de la Inquisición Imperial para controlar a los enemigos del Imperio escondidos en sus propias estructuras de mando, y la creación del Adepta Sororitas para servir tanto como las nuevas fuerzas militares de la Eclesiarquía como también como la Cámara Militante del Ordo Hereticus.

Plaga del Descreimiento[]

La Plaga del Descreimiento está considerada por los historiadores imperiales como parte de la Era de la Apostasía, aunque se produjo varias décadas después de la ascensión de Sebastian Thor al cargo de Eclesiarca. El principal responsable de la Plaga del Descreimiento fue el traidor Cardenal Apóstata Bucharis, quien consiguió controlar temporalmente vastas secciones del Imperio bajo su ley herética, hasta que finalmente fue llevado ante la justicia del Emperador por los Marines Espaciales de los Lobos Espaciales y la traición de sus propios seguidores enfurecidos.

Organización[]

Catedral Imperial Adeptus Ministorum Eclesiarquía Wikihammer

Una Catedral Imperial dedicada a la adoración del Dios-Emperador se alza sobre un Mundo Santuario del Adeptus Ministorum.

La Eclesiarquía no forma oficialmente parte del Adeptus Terra, sino que está organizada como un Adepta Imperial completamente distinto. Está encabezada por el líder del Culto Imperial, el Eclesiarca, quien por tradición desde el M32, siempre es uno de los Altos Señores de Terra del Imperio. Por debajo de él están los miles de Cardenales que controlan las operaciones y propiedades de la Eclesiarquía en una Diócesis concreta, que puede abarcar un Sector, un Subsector o un único planeta del espacio imperial. Bajo los Cardenales están los Pontífices, los Confesores, los Misioneros y los Predicadores, en ese orden concreto. Las órdenes clericales de la Eclesiarquía están abiertas a individuos de ambos sexos, aunque los hombres tienen cierta ventaja a la hora de conseguir un cargo importante, debido a que muchos creen que, como hombres, se encuentran más cerca de la perfección del Dios-Emperador, cuya perfecta forma corpórea es la de un perfecto cuerpo masculino.

El cuerpo regente del Adeptus Ministorum es el Sagrado Sínodo, un cónclave compuestos por los Archicardenales y Cardenales más poderosos de la Eclesiarquía. El Ministorum divide el territorio imperial de la Galaxia en miles de diócesis, cada una de las cuales abarca al menos un mundo imperial completo. La única excepción a dicha regla es Terra, el corazón del Imperio, en la que hay varias Diócesis debido a su enorme cantidad de habitantes y a su importancia política. Algunas diócesis pueden contener a varios mundos, e incluso a Sectores enteros en el caso de los extremadamente poderosos Cardenales Astrales. Una diócesis puede estar dividida en parroquias centradas en torno a un santuario o iglesia. Cada Diócesis está dirigida por un Cardenal, mientras que cada parroquia está bajo el control de un sacerdote imperial con el cargo de Predicador. Entre ambos cargos hay sacerdotes, denominados Pontífices, cuya autoridad se extiende sobre varias parroquias y que sirven como intermediarios entre los Predicadores y el Cardenal al cargo de las grandes diócesis. Los sacerdotes conocidos como Misionarios no tienen tareas administrativas dentro de una diócesis concreta, ya que su misión es extender la fe del Culto Imperial a los planetas de reciente descubrimiento, colonizados por los humanos. Estos sacerdotes forman parte del ala misionera de la Eclesiarquía del Missionarius Galactica.

Los Confesores son entusiastas evangelistas con un cargo dentro de la Eclesiarquía que les sitúa entre los Predicadores y los Cardenales. Sus habilidades retóricas son capaces de agitar las emociones de planetas enteros, haciéndoles confesar sus propias herejías y mutaciones personales, así como traicionar a sus vecinos como psíquicos, herejes, mutantes u otras aberraciones. Son libres para viajar a lo largo y ancho de una Diócesis, predicando entre la población. Suelen trabajar en las colonias imperiales, y son especialmente útiles en aquellos planetas en los que la fe es débil y la gente suele rebelarse contra la autoridad del Imperio. Pueden incluso disponer de ejércitos enteros de Fratrías Militantes y de las Hermanas de Batalla y lanzar Guerras de Fe contra los enemigos del Imperio, siempre y cuando el Predicador disponga de un permiso especial de la Eclesiarquía. Los Confesores suelen llevar un Rosarius como símbolo de su cargo y método de protección.

El Adeptus Ministorum también incluye una burocracia administrativa encabezada por sacerdotes con el cargo de Archidiáconos, quienes controlan todos los asuntos seculares dentro de la Eclesiarquía. Los Archidiáconos son las contrapartes administrativas de los Cardenales, siendo responsables de los asuntos temporales de una diócesis completa. Los subordinados de un Archidiácono, conocidos como Diáconos, tratan con el dinero que entra o sale de una diócesis o parroquia concreta, regulan la construcción de nuevos santuarios y templos y cumplen con los demás requerimientos seculares de dirigir una religión que se extiende por toda la Galaxia.

Jerarquía[]

Los sacerdotes del Adeptus Ministorum forman parte de una rígida jerarquía eclasiástica que incluye los siguientes cargos, desde el más importante al más humilde:

Rangos especializados[]

La jerarquía del Adeptus Ministorum también contiene un cierto número de rangos especializados, que incluyen:

Rangos menores[]

  • Guardián de Reliquias - Los Guardianes de Reliquias son sacerdotes del Ministorum a los que se le ha encargado la preservación y protección de las más sagradas reliquias del Culto Imperial, incluidas las reliquias de la miríada de Santos que tiene el Imperio.
  • Cenobita Amortajado - Un Cenobita Amortajado es un miembro de una orden monástica del Ministorum dedicada a emplear su vida en contemplación y oración acerca de los misterios del Dios-Emperador. Como su nombre implica, los Cenobitas suelen vestir hábitos con profundas capuchas que ocultan sus rostros.
  • Maestro de Capilla - Un Maestro de Capilla es un sacerdote del Ministorum encargado de supervisar la santidad y ocuparse de las tareas administrativas del día a día de las capillas imperiales y de los demás lugares de culto empleados por los fieles.
  • Logistoras.
  • Maestro de los Pliegos.
  • Reliquindus.

Relación con los Marines Espaciales[]

Siempre ha existido un conflicto entre el Adeptus Ministorum y los Capítulos de Marines Espaciales del Adeptus Astartes, desde que Fatidicus empezó a predicar en Terra. Son rivales en el poder como cualquier organización imperial, pero su principal diferencia está en que sus creencias difieren a un nivel fundamental. En especial, existe un cisma en los conceptos del clero con respecto a los Marines Espaciales.

Por una parte, los Marines Espaciales, más que nadie, pueden considerarse verdaderamente hijos del Emperador. Son por completo creación de Él, e incluso poseen parte de la estructura genética del Emperador. Son los fundadores del Imperio y los defensores supremos de la humanidad. Los Marines Espaciales son absolutamente fieles al Emperador y morirían por defender su honor y el Imperio. Sin embargo, los Capítulos Astartes no siguen las enseñanzas de la Eclesiarquía. Sus creencias difieren radicalmente de un Capítulo a otro, adorando al Emperador y a sus Primarcas en distinto grado. En muchos aspectos ellos mismos son heréticos a causa de sus propias tradiciones, ceremonias y creencias, algunas de las cuales son realmente bárbaras comparadas con las estructuradas misas de la Eclesiarquía. Los Marines Espaciales adoran al Emperador como un gran hombre de enorme talento, pero no lo consideran un dios en el mismo sentido que predica la Eclesiarquía. La sangre del Emperador corre por sus venas y se le considera como el ejemplar máximo de la Humanidad, pero un hombre al fin y al cabo. Además también es discutible si los Marines Espaciales son realmente humanos en el sentido estricto de la palabra.

Sus cuerpos genéticamente transformados son muy superiores a los de un humano normal, lo suficiente como para considerarlos una especie diferente si se quieren interpretar así sus diferencias. ¿Cómo puede ningún cardenal o confesor que se precie relacionarse con un monstruoso gigante que puede escupir ácido, aplastar un cráneo de un hombre con una sola mano y practicar salvajes actos de sacrificios de sangre?

A lo largo de los milenios se ha logrado un incómodo compromiso, que se puede resumir como un acuerdo para poder discrepar. La Eclesiarquía no envía a sus confesores y misioneros a los mundos natales de los Marines Espaciales, y los Capítulos no interfieren con el Adeptus Ministorum. La Eclesiarquía entrega, además, a los Capellanes de los marines espaciales los Rosarius como lazo simbólico entre las dos organizaciones, aunque los Capellanes predican su propia versión del Credo Imperial a sus hermanos.

Esta tregua inestable se ha roto en numerosas ocasiones, cuando un cardenal o confesor especialmente fanático ha suscitado la ira de los Capítulos de los Marines Espaciales con sus palabras o hechos. Estas disputas normalmente se resuelven con rapidez, aunque no siempre sin derramamiento de sangre, y la relativa paz entre las organizaciones retorna.

Sectas[]

Predicador Eclesiarquía Adeptus Ministorum Wikihammer

Sacerdotes del Adeptus Ministorum predicando a las masas de fieles

El Santo Sínodo de la Eclesiarquía, sus Sínodos Sectoriales subordinados y los Cardenales gobernantes no son sino solo una parte de la presencia del Ministorum en cada Sector. Hay muchas otras capas de liderazgo, jerarquía, sínodos y cultos que se extendían desde la cima de la organización hasta el fiel imperial medio. Los Sínodos de Sistema y la variedad de planetas y culturas en las que medran han causado el nacimiento de una miríada de Cultos Imperiales y variaciones del Credo Imperial ortodoxo. La siguiente es una lista de una fracción de las sectas imperiales conocidas:

  • Sacerdotes Negros de Maccabeus - Los Sacerdotes Negros de Maccabeus, conocidos por algunos como los Clérigos Negros o los Confesores Cenicientos (y, en secreto, son conocidos por el temible sobrenombre de los "Cuervos de la Pira"), son clérigos que forman una orden desestructurada de sacerdotes militantes creadas por orden de la Ordo Malleus para ayudar a los Inquisidores cazadores de demonios en su trabajo. El Ordo Malleus eligió establecer a la Orden Negra en Maccabeus Quintus, un Mundo Santuario que suele ser pasado a menudo por alto, que es hogar de una interpretación especialmente mística del Credo Imperial. Los Sacerdotes Negros son escogidos entre los prometedores candidatos elegidos del clero del Adeptus Ministorum. Se les suele elegir en virtud de su fuerza de voluntad, el poder de su fe y, en muchos casos, por la forma en la que se enfrentaron y sobrevivieron a encuentros anteriores con las fuerzas del mal. Los clérigos que se someten a los "Ritos Maccabeanos", dotados con saberes que les estarían vedados hasta a otros sacerdotes de la Eclesiarquía y adiestrados en como concentrar su voluntad y la pureza de su fe para conseguir extraordinarias hazañas, entre ellas el castigar a los Demonios, se ven cambiados para siempre por la experiencia, lo que los aparta de sus compañeros del Ministorum debido a la naturaleza de su fe y a las oscuras y secretas verdades acerca de la naturaleza de la realidad que a partir de entonces portarán consigo.
  • Culto del Emperador Resucitado - El Culto del Emperador Resucitado es una secta que practica una variación del Credo Imperial con una fuerte influencia funeraria, basada en el propio estado de no muerte del Dios-Emperador. La muerte es una realidad siempre presente en muchos de los planetas imperiales, y el modo en el que sus ciudadanos lidian con la muerte es tan importante como la forma en que éstos lidian con la vida. Los miembros de la secta están presentes en muchos de los mundos del Sector Calixis, cuidando de los muertos y alimentando la fe en el poder del Imperio y en los incontables muertos en los que dicha gloria está basada. De todas las sectas del Credo Imperial, el Culto Resucitado es quizá el más cercano a las doctrinas ortodoxas del Credo Imperial, por lo que muchos servidores del Ministorum no ven diferencia entre esta creencia y la adoración normal al Dios-Emperador. El Culto del Emperador Resucitado es, desgraciadamente, el progenitor de organizaciones como el herético Culto de la Noche. De acuerdo con algunas fuentes apócrifas, el Culto de la Noche puede trazar sus orígenes en el Sector Calixis, en una época en la que la Cruzada de Angevin se debilitaba y un hombre se convirtió en un santo. Está relacionado con una facción herética del Culto Imperial prohibida largo tiempo atrás, la más oscura de las tecnologías proscritas, una apocalíptica profecía acerca del Fin de los Días, y el poder de hacer caminar a los muertos.
  • Drusianos - Los Drusianos son quizá la más grande y poderosa de las sectas del Culto Imperial en el Sector Calixis. Sus miembros son seguidores de San Drusus. El culto es tan antiguo como el Sector y, aunque están apoyados públicamente por el Ministorum Calixiano y por el Archicardenal del Sector, los Drusianos son vistos a veces como rivales para el poder de la Eclesiarquía y la fe de estos en el Dios-Emperador.
  • Redención Roja - El Culto de la Redención Roja es seguida en las Subcolmenas pobres, los salvajes Mundos Fronterizos y las primitivas ciudades feudales del Sector Calixis, y se alimenta de los miedos del hombre común. La Redención, una variación extrema del Credo Imperial, predica un nivel de intolerancia y fanatismo extremo mucho más allá de la expuesta por el Ministorum. Según su perspectiva, solo a través del fuego purificador, el dolor y el rechazo completo de todo aquello que no sea la devoción completa y sin medida al Dios-Emperador, puede un ciudadano esperar salvarse de la condenación y del roce de los Dioses Oscuros. Aunque en ocasiones el Ministorum y la Redención Roja están enfrentados entre sí, la jerarquía de la iglesia imperial considera que son más útiles que estorbos, por lo que no tienen problemas en dejarles hacer el trabajo sucio.
  • Redencionistas - Los Cultos Redencionistas están formados por aquellos sacerdotes del Ministorum que siguen una doctrina de fe extrema y despiadada que sostiene que la redención a ojos del Emperador solo puede lograrse con la muerte. Muchos Redencionistas buscan su propia redención por los pecados cometidos contra el Dios-Emperador en el campo de batalla. También buscan la redención de los demás, considerando como ofensivo cualquier tipo de pecado, y buscando cualquier oportunidad de hacer caer el juicio definitivo del Emperador sobre los xenos, los herejes y todos aquellos que pactan con los demonios. La Secta Redencionista nació en el Mundo Colmena de Necromunda, donde sigue siendo una poderosa fuerza política y religiosa, aunque el movimiento ha ganado seguidores por toda la Galaxia.
  • Hermanas del Vacío - Las Hermanas del Vacío, una benevolente secta de la Eclesiarquía compuesta exclusivamente por mujeres, viajan a lo largo de las sendas de peregrinación y las rutas disformes del Sector Calixis, concediendo confort y ayuda tanto a los peregrinos como a las tripulaciones de las naves que realizan dichas rutas. Las Hermanas, dando ejemplo del aspecto amable y gentil del Dios-Emperador, creen en el poder curativo de Su luz, y en la protección que Él concede a la Humanidad mediante la ardiente y brillante baliza del Astronomicón. Son vistas como una amenaza pequeña, si es que son una amenaza, para el Sínodo de Sector Calixiano, y son aceptadas como una secta bastante benigna. Sin embargo, algunas voces susurran que las Hermanas del vacío pueden ser la cara amable de algo más siniestro, ya que las Hermanas han pasado años atravesando el vacío, por lo que pueden viajar de un planeta a otro sin que nadie se dé cuenta de su presencia. Si su verdadero propósito es distinto al papel público que están representando es muy difícil de discernir, aparte de que ni la Inquisición ni la Eclesiarquía se han preocupado sobremanera de averiguar la verdad.
  • Alianza Vitriana - La Alianza Vitriana es más una Cruzada Imperial no oficial, llevada a cabo en el Sector Calixis, que una secta religiosa. Reciben su nombre de la batalla en la que se produjo la ascensión de San Vidicus, y tiene como tarea tanto extender la fe en el Dios-Emperador más allá de las fronteras del Imperio y combatir a los impíos xenos conocidos como Orkos. Es por estas razones por lo que la Alianza suele estar localizada principalmente en los límites del Sector Calixis, apoyando ejércitos o ayudando a los misioneros a establecerse en nuevos y salvajes mundos fronterizos. Su odio fanático por los pieles verdes también les hace viajar por el Sector empleando su influencia y habilidades para recabar apoyos para la Cruzada del Margen, una empresa que consideran como fundamental tanto para llevar el Credo Imperial al vacío sin ley y para frenar la expansión de los xenos desde sus mundos de las Estrellas del Halo. Por supuesto, el hecho de que la Alianza Vitriana no esté al tanto de la verdad tras la Cruzada del Margen no ha frenado al Sínodo Sectorial Calixiano de emplear dicha excusa para acumular tropas y recursos para ello.

Otras organizaciones eclesiarcales[]

Adepta Sororitas[]

El brazo armado de la Eclesiarquía son las Órdenes Militantes de las Adepta Sororitas, que están dedicadas a erradicar la herejía por todo el Imperio. La Eclesiarquía suele trabajar a menudo con la Inquisición, especialmente con la Ordo Hereticus, para conseguir sus fines. No obstante, a veces, los sacerdotes de la Eclasiarquía consideran a los Inquisidores Radicales como individuos no muy diferentes de los propios herejes, por lo que se oponen de forma activa a sus misiones. Se espera de la Hermandad, como se la conoce de forma general, que mantenga un ojo atento, en busca de herejías, sobre todos los sirvientes y departamentos del Imperio, y en especial sobre la misma Eclesiarquía. Las Órdenes Militantes de la Adepta Sororitas actúan como el brazo armado de la Eclesiarquía, defendiendo tanto a los Mundos Cardenalicios como a los Mundos Santuario de los ataques, bien de especies xenos como los Orkos, bien de las fuerzas del Caos, aunque también tienen órdenes de actuar como la Cámara Militante de la Ordo Hereticus de la Inquisición Imperial si este apoyo es solicitado por un Inquisidor.

Fratrías Templarias[]

Interrogatorio Eclesiarquía

Interrogatorio de la Eclesiarquía.

Las Fratrías Templarias eran el ejército masculino original del Alto Señor Goge Vandire durante el Reinado del Terror de la Era de la Apostasía. Fueron destruidos por una tormenta de Disformidad mientras se dirigían hacia Dimmamar para pacificar a la renacida y rebelde Confederación de la Luz creada por Sebastian Thor. La tormenta disforme, que hasta hoy día sigue activa, acabó siendo conocida como la Tormenta de la Ira del Emperador, y muchos creen que apareció en la Disformidad como muestra de la ira del Emperador hacia la usurpación de su voluntad llevada a cabo por Vandire. Desde entonces las Fratrías Templarias han estado dispersas y desbandadas, y su papel ha sido asumido por las Hermanas de Batalla, debido a que Sebastian Thor, el Eclesiarca que puso fin al Reinado del Terror y al dominio tiránico de Goge Vandire sobre el Imperio, declaró que "ningún hombre" volvería a alzar las armas en beneficio del Adeptus Ministorum.

Fratrías Militantes[]

Las Fratrías Militantes son los ejércitos no oficiales del Ministorum, y están compuestos por fanáticos religiosos que luchan por su fe. Aunque no suelen estar especialmente bien equipados o entrenados, los devotos miembros de las Fratrías luchan en las Guerras de Fe contra los enemigos del Emperador, generalmente siendo dirigidos por un Confesor especialmente fanático. No hay soldados profesionales entre las filas de las Fratrías Militantes, y no reciben ninguna clase de entrenamiento para cumplir con sus tareas. Sin embargo, su fe está a toda prueba, por lo que a menudo llevan a cabo grandes y terribles hazañas en nombre del Señor de la Humanidad.

Misionarius Galaxia[]

La obra misionera es una importante actividad de la Eclesiarquía, y su propósito es devolver a los mundos de reciente redescubrimiento, colonizados por humanos, al redil del Culto Imperial y a la adoración al Dios-Emperador. Con este propósito, los Misioneros del Misionarius Galaxia de la Eclesiarquía suelen acompañar a los Exploradores imperiales e incluso, a los Comerciantes Independientes en sus viajes a lo desconocido por si se redescubriera algún mundo humano. Los Misioneros del Misionarius Galaxia también mantienen en activo misiones de caridad, por lo general escuelas u hospitales en mundos feudales o salvajes de reciente redescubrimiento que carezcan de tecnología avanzada. Al redescubrir un planeta humano, se establecen de inmediato misiones imperiales que operan en unión a cualquier tipo de gobierno planetario imperial. Parte del propósito de dichas misiones es extender aún más el culto al Emperador así como los ideales y cultura de la civilización imperial. Son también fundamentales para evaluar a las poblaciones de mundos de reciente descubrimiento en busca de señales de mutación genética y psíquica, o de la corrupción del Caos.

Schola Progenium[]

La Schola Progenium está compuesta por orfanatos dirigidos por el Ministorum con el objetivo específico de criar y entrenar a los hijos e hijas de los servidores imperiales que hayan dado su vida al servicio del Emperador. Los huérfanos reciben una estricta educación ortodoxa en el Credo Imperial, y pronto aprenden a ver al Emperador como a su padre espiritual. Su educación y adiestramiento los convierte en servidores leales y devotos de la causa imperial, instalándose en ellos la desinteresada ambición se servir al Imperio y a la Humanidad de la misma forma que lo hace el Emperador, lo que les convierte en material de calidad para muchas de las ramas militares y administrativas del Imperio. Los orfanatos de la Schola Progenium proveen al Imperio de un gran número de oficiales de la Guardia Imperial y la Flota Imperial, Comisarios de la Guardia Imperial, Asesinos, Jueces y Arbitradores para los Adeptus Arbites e incluso, de vez en cuando, nuevos miembros de la Inquisición. Los miembros femeninos suelen ser asignados a la Adepta Sororitas. Otros miembros de la Schola Progenium se convierten en el clero del Adeptus Ministorum, el cual está abierto tanto a hombres como a mujeres.

Oraciones conocidas[]

  • Letanía de la Guía Divina.
  • Oración de la Virtud.
  • Letanía contra el miedo.
  • Letanía de la Memoria (ritos funerarios).
  • Lamento del Santo.
  • Liturgia de la Retribución.

Leer más[]

Fuentes[]

Extraído y traducido de Wikihammer 40K UK.

  • Warhammer 40,000: Reglamento (6ª Edición).
  • Codex Imperialis (2ª Edición).
  • Codex: Hermanas de Batalla (Ediciones 2ª y 3ª).
  • Dark Heresy: Reglamento (2ª Edición).
  • Dark Heresy: Blood of Martyrs (Juego de Rol).
  • Dark Heresy: Disciples of the Dark Gods (Juego de Rol).
  • Inquisitor (Juego de Especialista).
  • Necromunda (Juego de Especialista).
  • Necromunda Magazine 1 y 2.
  • Necromunda: Reglamento de Forasteros.
  • Necromunda: Subcolmena.
  • Outlander, por Matt Keefe.
  • The Redeemer (Novela Gráfica), por Pat Mills, Debbie Gallagher y Wayne Reynolds.
  • Warhammer 40,000: Rogue Trader.
  • Warhammer Monthly nº 18.
  • White Dwarf 190, 191, 196 (Edición inglesa) y 302 (Edición estadounidense).
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