El Mawloc es un enorme Tiránido en forma de gusano que actúa como escolta para un enjambre Tiránido.
Descripción
Al igual que el Trigón, se trata de criaturas excavadoras, ya que los Mawlocs suelen viajar bajo tierra para eludir las defensas enemigas y luego emergen tras las líneas enemigas para destruir objetivos vitales como líneas de alimentación, puestos de mando, baterías de artillería, etc; sólo para desaparecer de nuevo bajo tierra y evitar las represalias. Los fuertes temblores son la única advertencia del ataque de un Mawloc.
Físicamente, el Mawloc es un organismo increíblemente simple, con la mayor parte de sus biomorfos orientados para excavar. Cuenta con seis extremidades increíblemente poderosas que emplea para ganar tracción bajo tierra, pero son pequeñas y carecen del alcance necesario para ser eficientes en combate. En lugar de eso, el Mawloc ataca empleando sus enormes fauces, pudiendo tragarse varias presas enteras, o aplasta y derriba a sus enemigos con su musculosa cola para después devorarlos igualmente. Las víctimas suelen ser digeridas lentamente durante varios días en el estómago. A pesar de su inmenso tamaño y masa, el Mawloc es increíblemente ágil y capaz de moverse bajo fuego enemigo con impresionante fluidez.
El Mawloc es casi totalmente ciego pero cuenta con una serie de órganos supersensibles a la presión que se encuentran distribuidos a lo largo de su flanco, que proporcionan una clara, precisa y siempre cambiante imagen del mundo que lo rodea. Los sentidos de un Mawloc son tan delicados que pueden absorber e interpretar las ondas de presión a medida que viajan a través de materia sólida y líquida. Ellos son capaces de detectar el más mínimo temblor e interceptar a su presa con infalible precisión y velocidad. Esto permite al Mawloc localizar y apuntar hacia la posición de su presa, incluso a través del suelo de la madriguera. Cuanto más regular y rítmico sea el sonido, por ejemplo, el ruido sordo del latir de un corazón aterrorizado, más fácil será para Mawloc el orientarse para emerger justo debajo de su presa. De este modo, es el terror lo que condena a las víctimas.
