Magus Genestealer

En cada Culto Genestealer que consigue prosperar el tiempo suficiente surge un híbrido de la cuarta generación, casi humano en apariencia y con grandes poderes psíquicos, que es conocido como Magus.

Apariencia[]

Los Magus carecen prácticamente de todo pelo corporal, sus facciones y extremidades son más huesudas de lo normal, por ello, acostumbran a vestir grandes togas y ropajes para camuflar su apariencia anómala.

Un Magus nace de, al menos, un padre tocado por la Disformidad. Si un mundo infestado posee individuos psíquicos de suficiente calibre, los Genestealers Purasangre del Culto les olfatean e hipnotizan. Pronto, uno de estos huéspedes dan lugar a un Magus. Altos, esbeltos y con una presencia imponente, un Magus puede hacerse parar por un humano normal que se hace respetar allí donde va. En su alma, sin embargo, son tan alien como miembro de la Humanidad. Poseen el mismo poder extraterreno en sus ojos que el Patriarca a quien llaman señor y salvador, y están unidos por el mismo deseo de extender el culto a lo largo y ancho del planeta. Es el Magus quien habla por el culto a nivel místico y espiritual, y en muchas maneras son la mente maestra detrás de la expansión del culto a lo largo del planeta y más allá.

Obligaciones[]

El Magus es el confidente y visir del Patriarca, guiando los asuntos del Culto entre la sociedad. Debido a su gran carisma, inteligencia y apariencia se adapta perfectamente a su papel de portavoz del Culto. Su "normal" apariencia le permite operar como la voz pública del clan, que se disfraza como un legítimo movimiento religioso, político o social; este es un papel que el Patriarca Genestealer no puede ejercer. Así, en ocasiones actúan como líderes sectarios, atrayendo más y más civiles al Culto, donde serán infectados.

El Magus de una progenie es el enlace con la aristocracia, el gobierno y las instituciones de un mundo. Si la dinastía ve su expansión frenada por un gobernador o rival con suficiente voluntad, el Magus puede visitar a este obstinado individuo en persona, usando palabras melosas y poderes psíquicos para forzar su obediencia o convertirle a la causa. En breves momentos, el trabajo está hecho, y el culto pasa a poseer un agente en puestos importantes, en lugar de un adversario. La red de influencia tejida por un Magus llega a todos los niveles de la sociedad, desde los altos estamentos de las Ciudades colmena hasta los Arbitradores a pie de calle, e incluso los rangos de la Guardia Imperial.

Dirige las operaciones del culto, enviando híbridos entre la población para captar más seguidores y usa a los genestealers para infectarlos. A los miembros más humanos los envía al gobierno o a las defensas planetarias, en un intento de mitigar y erosionar toda defensa posible dentro del planeta, en preparación para una invasión de las Flotas Enjambre.

Los cultos pujantes normalmente solo tienen uno de estos psíquicos, la mano que guía la insurrección. Cuando esta crece y se expande por la superficie de un planeta, se localizan nuevas localizaciones donde se puede extender la infección, y se fundan nuevas progenies. Según el ciclo crece de nuevo, los Maguses supervisan estas distantes regiones, y las células que operan en estos. Estas poderosas bioformas ocasionalmente se sientes rivales de sus pares, creyendo que su señor genético le favorece como su profeta. Intentan sabotearse los unos a los otros con actos ambiciosos de infamia y subversión. Esto no son más que insinuaciones elaboradas, desde luego, pues sus diferencias son inmediatamente abandonadas cuando se acerca el levantamiento. Toda ilusión de autonomía desaparece, y los Maguses trabajan en perfecta sincronía para conseguir los deseos de sus Patriarcas y pavimentar la vía para la llegada de los Tiránidos.

Cuando llega la hora de la ascensión, un Magus guía a los fieles de su progenie a la batalla, liberando el terrible poder de sus habilidades psíquicas. Donde una vez su mirada hipnótica fue utilizada para dominar a rivales obstinados y unirles al culto, ahora sirve para lanzar a sus enemigos unos contra otros. Incapaces de resistir a la atractiva influencia del Magus, soldados hipnotizados disparan contra sus camaradas, asesinándoles con indiferencia robótica. Escuadras enteras son abandonadas errantes y tambaleantes, confusos por oleadas de energia desorientadora, incapaces de reaccionar mientras las bioformas del culto arrasan sus líneas. Cumplida su labor, cuando llegue la Flota Enjambre, su voluntad, inconsciente de a quien servía, será absorbida y servirá totalmente a la voluntad de los Tiranidos.

Poderes[]

Siempre en busca de psíquicos latentes, al ser éstos infectados por el Culto el resultado es un Magus de un gran poder psíquico capaz de usarlo para servir al culto, manejando a veces hasta cuatro formas de poderes psíquicos.

Importancia en el Culto[]

Dentro del culto, el Magus está considerado como el miembro de más alto rango y mayor importancia, exceptuando por supuesto al Patriarca. Por lo tanto, sea cual sea la situación, cualquier otro miembro del Culto dará su vida por el Magus sin pensárselo. Los Magus son dotados de poderes psíquicos y de un carisma sobrenatural. Su control de los Híbridos es total, pues como profeta del Patriarca, su palabra es ley, y sus habilidades telepáticas son lo suficientemente poderosas para hacerla cumplir. Sin embargo, incluso con su poderosa presencia y habilidades psíquicas, cada Magus no es más que una extensión de la voluntad del Patriarca, al igual que el Patriarca es una personificación de la Mente Enjambre.

El Magus es el segundo en importancia después del Patriarca. Por lo tanto, tanto el Magus y como el Patriarca son los principales objetivos de los asesinos imperiales. Matando a estos dos individuos dejan al Culto Genestealer sin líder ni organización, lo que permite el envío de una fuerza militar para el seguimiento y purga de la masa de fanáticos. No obstante, el Culto al completo se sacrificará por sus líderes antes que dejar que les pase algo, por lo que esta suele ser una misión de muy elevada dificultad, por no decir casi imposible.