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"Aquí, en el Espinazo del Mundo, el Padre de las Montañas, quedó roto el hilo de la vida de Harek Eireik Eireiksson, llamado Ironhelm por los jarls, y sus deudas fueron saldadas. El dios humillado, con su ojo rodeado de llamas, llegó con las manos abiertas. Y que así como se diga, hermano, sea escrito. El antiguo traidor, hijo mancillado del Padre de Todos, extendió su brazo, con su mirada tan fría como el infierno helado. Y Ironhelm, señor de los Lobos de Fenris, con sus colmillos al descubierto, rió con el amanecer."
- —Extracto de la "Saga de Ironhelm"
Harek Eireik Eireksson, también conocido como Harek Ironhelm, fue el Gran Lobo del Capítulo de Marines Espaciales de los Lobos Espaciales durante el M32. Durante sus años en el cargo, Harek se obsesionó con capturar a Magnus el Rojo, el Primarca Demonio de la Legión Traidora de los Mil Hijos, ya que Magnus había evitado su captura una y otra vez. Finalmente, Eireksson cayó en combate en el último día de la Primera Batalla del Colmillo.
Aspecto[]
Cuando llevaba su habitual Armadura de Exterminador, era una enorme y ominosa figura. Su cabello negro y su barba eran largos y espesos, y los extremos estaban trenzados y sujetos con tótems de hueso. Era uno de los guerreros vivientes de mayor edad, junto con el Sacerdote Rúnico Hojadragón y los Antiguos Reverenciados (los Dreadnoughts), habiendo dirigido el Capítulo durante casi tres siglos, y servido durante un siglo completo antes de alcanzar dicho punto. La sangre de sus víctimas había manchado su armadura durante tanto tiempo que el tono gris habitual se había ido oscureciendo poco a poco. Únicamente la curvada hoja metálica que recubría el hemisferio derecho de su cráneo brillaba a la luz de las antorchas, legado del sangriento duelo tras el que recibió tanto sus implantes augméticos como su mote. Harek Ironhelm tenía el mismo aspecto melancólico y triste que un espectro del dios de la muerte de Fenris, Morkai.
Historia[]
El Aett (más conocido como El Colmillo, la poderosa Fortaleza-Monasterio del Capítulo de los Lobos Espaciales.
En el M32, Harek Ironhelm ascendió hasta conseguir el mando del poderoso Capítulo de los Lobos Espaciales como su Gran Lobo.
Tras el final de la Herejía de Horus, Magnus el Rojo estaba decidido a vengarse por la devastación infligida sobre su mundo natal de Prospero a manos de su hermano Primarca, Leman Russ, y de su Legión. Ideó un astuto plan para atraer a los Lobos Espaciales a una trampa para porder lanzar su venganza definitiva contra ellos. Todos los enemigos del Padre de Todos encendían la furia de los Hijos de Fenris, pero Magnus estaba en un nivel totalmente distinto de odio, como siempre había sido con los Mil Hijos. Las sagas que aún se cuentan en las cavernas del Aett hablan de la traición de los hechiceros, su condescendencia, y su huida. La Legión no había sido destruida por completo durante la Quema de Prospero, quedando solo herida de gravedad. Dicha vergüenza había estado enconada en el corazón de los Lobos Espaciales durante más de un milenio, mancillando las acciones cometidas desde entonces y proclamando su fracaso como rastros en la nieve.
Quizá si el Traidor Magnus hubiera desaparecido en el Ojo del Terror y no hubiera regresado jamás, dicha vergüenza hubiese sido soportable, pero se las arregló para regresar a lo largo de los siguientes siglos, dejando solo devastación en su elusiva estela. Los ataques de precisión sobre los planetas del Imperio habían seguido produciéndose, cada uno de ellos dirigido a recuperar algún fragmento valioso de conocimiento o hechicería. A pesar del grave daño infligido por Russ, los Mil Hijos todavía tenían el poder necesario para lanzar sus ataques en el espacio protegido, y saber eso había hecho arder el ánimo de Ironhelm desde hacía varias décadas, hasta que nada más le pareció importante. A pesar de todos los recursos destinados a capturar a Magnus, los cazadores siempre se quedaban atrás por muy poco, encontrando solo señales, burlas y desafíos dejados atrás por el causante de su ruina para que las encontraran, intentaran capturarle y fallaran de nuevo. El Traidor dejó sus tarjetas de visita en muchos planetas, entre ellos Pravia, Daggaegghan, Vreole, y Hromor, jugando y burlándose de los Lobos, que casi le mordían los talones. Tras muchos esfuerzos infructuosos de capturar a los Mil Hijos, Harek acabó por obsesionarse e inició una búsqueda a gran escala en los planetas que bordeaban el propio Ojo del Terror. Acabó encontrándose con lo que creyó que era la base secreta de los Mil Hijos en el planeta Gangava, sobre el que lanzó un asalto a gran escala.
Bjorn Garra Implacable guía a los Lobos Espaciales en la Primera Batalla del Colmillo
Esto resultó ser una equivocación, ya que aunque Gangava estaba defendida por una poderosa guarnición de fuerzas del Caos aliadas con Magnus, solo eran una distracción. Mientras Harek atacaba Gangava, la flota de los Mil Hijos y sus levas de soldados del Caos aparecieron en la órbita de Fenris. En aquel momento, el Colmillo estaba al cuidado de un grupo reducido de Lobos Espaciales y de sus siervos feudales. Durante cuarenta días con sus noches, los Mil Hijos asaltaron la poderosa ciudadela. Bjorn Garra Implacable, el más venerable de los Dreadnoughts de los Lobos Espaciales, fue despertado de su largo sueño y tomó el mando de las defensas del Capítulo. Siguiendo las órdenes de Bjorn, los Lobos Espaciales retrocedieron hacia las cámaras interiores del Colmillo, derrumbando los túneles a medida que se retiraban. Al mismo tiempo, un grupo de Exploradores Lobo, bajo el mando de Haakon "Alanegra" Gylfasson, consiguió escapar de la ciudadela y llegar hasta Gangava, donde advirtió a Harek del asedio.
Durante la batalla que siguió, Ironhelm descubrió que algunos de los Renegados eran en realidad Hermanos de Manada, es decir, restos del único Capítulo Sucesor de la Segunda Fundación creado a partir de la semilla genética de los Lobos Espaciales. Dicho Capítulo acabó siendo disuelto por la Inquisición como resultado de su incontrolada inestabilidad genética y las mutaciones resultantes que aparecieron en los Astartes de los Hermanos de Manada. A pesar de que Ironhelm deseaba acabar personalmente con ellos, había sido avisado de la traición de los Mil Hijos perpetrada contra el mundo natal de los Lobos Espaciales, por lo que acabó por destruir a los Renegados desde la órbita. El Gran Lobo dejó tras de sí un escuadrón de Naves de Escolta para asegurarse de que la devastación era completa. Magnus sabía que Ironhelm no se negaría a enfrentarse con los corrompidos Astartes. De no haberle llegado noticias de la batalla que se estaba desarrollando en Fenris, Ironhelm y sus Lobos Espaciales se habrían entretenido durante varios días cazando hasta al último de los corruptos Hermanos de Manada, por lo que el Colmillo hubiera caído en su ausencia.
Inundado de furia y vergüenza por su necedad, el Gran Lobo se dirigió inmediatamente hacia Fenris, llevando con él el poderío de los Lobos Espaciales. El Gran Lobo llegó en el último día del asedio, interrumpiendo el enfrentamiento entre Magnus y Bjorn, que se producía en las altas laderas del propio Colmillo, al estrellar su Cápsula de Desembarco contra el Primarca, tras lo que se enfrentó cara a cara a Magnus. La violencia desatada por el Gran Lobo contra el hechicero se veía avivada por la ira y la furia que había incubado desde que dejó Gangava. Los rostros de los Hermanos de Manada se agrupaban en su mente, aullando por el horror y el dolor. Junto a ellas también estaban las de los muertos en Fenris, que le gruñían de forma acusadora. Los muertos habían sido sacrificados en el altar de su desmedida arrogancia, y exigían ahora una compensación, que Ironhelm se esforzó por conseguir. El Gran Lobo atacó violentamente al herido Primarca Demonio con su Puño de Combate, golpeándolo una y otra vez, arrojándolo contra las rocas de las laderas del Colmillo. Magnus gritó con un dolor que no había sentido desde que Leman Russ destruyó su primer cuerpo en Prospero mil años atrás.
Durante un momento, pareció que Magnus hubiera perdido la voluntad de luchar, absorbiendo el castigo mientras su espalda se arqueaba una y otra vez contra el acantilado. Pero entonces fue cuando recordó. Incluso ahora, después de haber resistido tanto y haber absorbido tanto dolor, su fuerza esencial, el núcleo de fuego que le impulsaba, seguía incólume. El Gran Lobo fue forzado a retroceder hacia el borde del precipicio, y acabó por caer de rodillas. El Primarca Demonio había resultado ser demasiado poderoso, matando a Harek, aunque no antes de recibir una terrible herida. Antes de morir, el Gran Lobo disfrutó de un breve periodo de paz al saber que sus Lobos habían conseguido penetrar en el Aett. Sus Lobos acabarían por cazar y abatir hasta al último invasor que hubiera osado hollar sus sagradas salas, impulsados por la despiadada pasión que siempre había sido su emblema de honor. El hecho de que hubieran llegado demasiado tarde para salvar su vida era irrelevante. El Colmillo resistiría.
Despliegue de batalla de la Primera Batalla del Colmillo - Campaña del área de Asaheim.
Los Mil Hijos se retiraron ante el ataque de los Lobos Espaciales sedientos de sangre, aunque sigue sin saberse qué métodos emplearon los Marines Traidores para escapar de su venganza. Muchos no lograron huir, y murieron en los túneles. Sin embargo, otros, entre los que se contaban muchos de los Hechiceros del Caos de la Legión Traidora, desaparecieron de la superficie de Fenris al mismo tiempo que sus naves alcanzaban los puntos de salto que las llevarían fuera del Sistema. Los Sacerdotes Lobo especulan con que Magnus escapara del mismo modo, aunque no hubo ningún testigo de su huida. Cuando se descubrió el cuerpo de Harek Eireik Eireksson, hubo quien creyó que el Gran Lobo había logrado matar de alguna forma al Primarca Demonio. Aunque los rumores continuaron durante muchos años, los más sabios de entre los Lobos Espaciales saben que no estaba en el wyrd de Ironhelm lograr tamaña hazaña, por lo que siguieron preparándose para el día en el que volvieran a aparecer pruebas de la supervivencia del Rey Carmesí. Ninguno de los soldados mortales llevados a Fenris por los Mil Hijos fue salvado por su flota. Para cuando los Lobos Espaciales que regresaban descendieron al planeta, las tropas del Caos ya habían sido masacradas por miles. Los fuegos de su destrucción oscurecieron los cielos del planeta durante un mes. El Señor Lobo Arvek Kjarlskar fue ascendido a Gran Lobo en el lugar de Ironhelm. El cuerpo de Harek Eireik Ereiksson fue llevado al lugar en el que se enfrentó a su gran enemigo. Siguiendo órdenes del Gran Lobo Kjarlskar se construyó en dicho lugar un santuario, un lugar de peregrinación en donde poner a prueba la resistencia de los fieles y en donde recordar la infatigable devoción de Ironhelm al Emperador. Sin embargo, también sirvió como un recordatorio de su necedad. A partir de entonces los Lobos Espaciales no volverían a ser atraídos a un conflicto que ellos mismos no hubieran iniciado. Esta fue la lección aprendida por los Lobos Espaciales en la Primera Batalla del Colmillo, y la emplearían para mejorar su habilidad para defender el reino del Emperador.
Fuentes[]
- Codex: Lobos Espaciales (2.ª Edición). Página 43.
- White Dwarf Monthly N.º 359 (noviembre de 2009). Página 44-9.
- La Batalla del Colmillo, por Chris Wraight. Capítulos 1, 13, 15-6 y 21-2.
- The Hunt for Magnus (Novella), por Chris Wraight. Capítulos 1 y 3-4.