Wikihammer 40k

Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

LEE MÁS

Wikihammer 40k
Advertisement
Wikihammer 40k
12 084
páginas
Impriwars banner

Todoestrategia banner

Legión de la Cruz de Hierro
El contenido de este artículo pertenece a la saga No Oficial de Balhaus, que ha recibido el Sello de Calidad Wikihammer.

¡Disfrútala!

Flota Agoran

El Lyrican al frente de la flora Agoran emergiendo de la Disformidad

La Flota Agoran era un grupo de naves corsarias pagadas por el Imperio con objeto de atacar convoyes mercantes y colonias alrededor de la Franja Este, disponiendo de una patente proporcionada por el propio Adeptus Administratum.

Historia[]

En el 1600 DDF (953.M39), una pequeña flota pirata comandada por Jerom Otari atacó el mundo fronterizo de Xerensis IV, un lugar cercano al Cúmulo de Magog, destruyendo en el proceso la colonia Imperial allí situada así como un pequeño número de naves mercantes presentes en el lugar.

La alerta enviada desde Xerensis IV puso sobre el rastro de los saqueadores a una flotilla enviada desde Kar Duniash, la cual dio con ellos en las cercanías de la Franja Este cuando se dirigían hacia un remoto puerto donde pretendían vender su botín. El asalto Imperial desbarató por completo la defensa de los piratas, quienes acabaron rindiéndose y fueron capturados, tras lo cual se llevó a las tripulaciones supervivientes ante los representantes del Adeptus Administratum.

Tras sopesar la situación, el Administratum concluyó que un grupo como aquel podía resultar muy útil al Imperio, ya que la presencia de las flotas y de la Guardia Imperial suponía un coste elevado para la protección de los innumerables mundos de la zona, así que en vez de ejecutarlos sumariamente propuso un trato a su comandante, Jerom Otari, al cual reabastecerían para que siguiera con sus incursiones, solo que esta vez olvidando los acantonamientos Imperiales parar centrarse en otros lugares y convoyes independientes. Esta estrategia debilitaría la presencia enemiga y de piratas del área, evitando asimismo que un peligroso contrincante como Otari siguiera con sus actos de pillaje sobre las posesiones Imperiales.

Otari debería entregar un porcentaje de los botínes obtenidos al Imperio a cambio de disfrutar de una patente que le permitiría realizar sus actividades con el consentimiento del Administratum, olvidándose así del peligro que suponía enfrentarse a la inmensa maquinaria del Emperador y evitando su ejecución, así como la de todos sus hombres. Ante la alternativa, Otari accedió, tras lo cual sus naves fueron rehabilitadas, reforzadas en los astilleros de Kar Duniash y liberado ya no como pirata, sino como corsario en nómina para el Imperio.

Durante décadas la Flota Agoran asoló diferentes sectores del Segmentum Ultima, proporcionando grandes beneficios a su nuevo mecenas y creciendo en tamaño, especializándose en asaltos a grandes convoyes mercantes en sus trayectos por las profundidades espaciales, y siendo asimismo muy temidos por los Comerciantes Independientes, quienes sentían pavor con solo escuchar el nombre de su nave insignia, el poderoso crucero Lyrican. La flota corsaria tenía su base en el Puerto Libre de Langa.

A la muerte de Jerom Otari le sucedió en la comandancia de la Agoran su hijo, Alban Otari, quien acrecentó aún más el poder de la flota y contrató a multitud de mercenarios y naves de carga en las que trasladar los ricos botines que obtenían.

El fin de la Agoran[]

Alban Otari

Alban Otari, comandante de la flota corsaria Agoran

En el 1626 DDF (006.M40) la Agoran comenzó a reducir drásticamente su número de capturas, ya que los sectores que tradicionalmente había esquilmado comenzaron a enviar sus convoyes protegidos con densas formaciones de naves de ataque para evitar los desagradables encuentros a los que los Otari los tenían acostumbrados. La falta de presas y pago al Administratum pronto hizo que el Imperio exigiera a Alban explicaciones y no queriendo escuchar sus excusas sobre dificultades y riesgos, emplazándole a restituir el flujo de dinero de inmediato so pena de no renovar su concesión como corsario.

Debido a esto, Alban Otari decidió buscar nuevas líneas de suministro de botín, aventurándose más allá de la Franja Este para extender sus redes sobre sectores desconocidos donde encontrar presas más fáciles. Durante un tiempo aquello resultó, con lo cual los pagos al Imperio se volvieron a suceder, animando al comandante a construir una estructura de espías que le informaban de cualquier cargamento o lugar que la Agoran pudiese asaltar.

En el 1628 DDF (009.M40), Alban fue informado por uno de sus agentes sobre algunos sistemas cercanos a las Estrellas Necrófago en los que al parecer existían recursos valiosos y ciertos atisbos de civilización, lugares que no estaban dominados por los peligrosos Orkos ni los Tau, y que merecería la pena explorar.

Atraído por la posibilidad de nuevos botínes Alban dirigió su flota hacia aquellos remotos lugares, en los cuales la navegación era muy compleja y sus navegantes tenían dificultades para encontrar a veces la luz del Astronomicón, pero que, en efecto, desde un principio demostraron ser ubicaciones con buenos recursos y escasas defensas, Xenos primitivos y grandes naves que viajaban solas y eran incapaces de defenderse de la potente Agoran. Durante un par de años los corsarios imperiales camparon a sus anchas por los diferentes sistemas encontrando poca o ninguna resistencia, volviendo a enriquecerse y a contentar largamente al Administratum con sus capturas.

En el 1629 DDF (011.M40), Alban puso rumbo a otro sistema del sector esperando encontrar allí más presas que asaltar, emergiendo de la Disformidad en unas coordenadas hasta el momento desconocidas para ellos, situadas en las cercanías de un sistema que contaba con una gran estrella y varios planetas en los que, por definición, era muy posible que hubiera algún tipo de sociedad aislada y atrasada.

Cuando la Lyrican emergió, las lecturas se dispararon de inmediato dando la alerta mientras el resto de naves de la Agoran seguían de cerca a la nave insignia, la cual comenzó a sufrir las consecuencias de potentes explosiones de origen desconocido -probablemente minas- que precedió a una auténtica cortina de fuego, contra la cual los Escudos de vacío de la nave no pudieron aguantar.

Alban Otari y su tripulación murieron instantáneamente cuando la Lyrican, alcanzada por multitud de impactos, estalló en pedazos sin efectuar un solo disparo para defenderse, mientras que el resto de la Agoran fue abatida nave tras nave en el transcurso de los siguiente minutos con idéntico resultado.

Su salida de la Disformidad en las coordenadas establecidas había llevado a la flota dentro del perímetro de la Línea Sigurd de Balhaus, la cual reaccionó rápidamente ante su penetración no autorizada en los límites con toda contundencia al tratarse de naves de ataque no identificadas y de manufactura Imperial.

Conclusiones[]

La pérdida de la Agoran fue un misterio para el Administratum, pues su comandante jamás revelaba el destino de sus naves ni los sectores que asolaba, pues prefería mantener en secreto sus andanzas para evitar posibles fugas de información que, eventualmente, pudieran alertar a sus posibles objetivos.

Lo único que quedó para los archivos del Administratum fue que la Flota Agoran desapareció en un peligroso sector cercano a las Estrellas Necrófago, probablemente destruida por Orkos o cualquier otra raza xeno hostil que se encontraran, con lo cual se echó tierra sobre el asunto y no se volvió a investigar más.

Advertisement