 | Cerberus el Rebañacráneos, mascota de los Poderes Ruinosos, patrocina este espacio para honrar a sus demoníacos señores. Pulsa sobre él y te introducirá en los misterios del Caos. ¡Sangre para el Dios de la Sangre! ¡Visitas para los artículos del Caos! |
Incursor del Desierto de Tallarn.
El Cursus de Alganar, también conocido como el Oculus Negro, es un gran y circular anillo negro, enterrado en el planeta Tallarn, una de las tres Puertas de los Dioses, que son anteriores a la Caída de los Eldar.
Historia[]
Grabado en la superficie del portal había figuras de tamaño humano pero poseían una gracia y belleza aparentemente perversa. Poseyendo una superficie negra y curva, la reliquia medía casi un kilómetro y medio de longitud con imágenes Eldar en la superficie. El conocimiento de su existencia permanecía recogido dentro de la Biblioteca Negra de los Eldar.
Durante la Herejía de Horus, el planeta sufrió un ataque por parte de la Legión Traidora de los Guerreros de Hierro, que bombardearon el planeta con armas químicas. Como resultado, el mundo continuó desarrollándose bajo la guía de los Incursores del Desierto de Tallarn de la Guardia Imperial. Sus excavaciones en su mundo les llevó a descubrir el antiguo artefacto alienígena. Después de ser completamente desenterrado, el artefacto se activó y las oscuras figuras similares los Eldar de su superficie cobraron vida pero supuestamente entrelazadas con asombrosa maldad alrededor de ellas. Su activación fue notada por un eldar de la Biblioteca Negra quien lo notificó a los Mundos Astronave. Cuando ese conocimiento llegó a manos de los Videntes, los Avatares de Khaine despertaron ya que reconocieron que su antiguo enemigo Slaanesh había tomado parte en ese incidente.
Los Eldar atacaron Tallarn sin previo aviso ya que no tenían tiempo para explicar sus acciones y no sabían si los nativos estaban aliados con el Caos o no. El objetivo era destruir el Cursus antes de que estuviese completamente activado y despertado de su sueño eterno. Las fuerzas imperiales contraatacaron mientras tanto, pues ignoraban el verdadero peligro lo que permitió que el portal se abriera, lo que trajo a los Daemons en el mundo mortal, atacando a los dos frentes. Como consecuencia, el comandante humano pactó una tregua con los Eldar ya que los Videntes predijeron que solos perderían este conflicto. Además, se dieron cuenta que los Daemons se debilitaban cuanto más se alejaban del Cursus. De este modo, se emplearon tácticas de atacar y huir con ambos frentes trabajando juntos contra su enemigo común finalmente ocasionando la derrota de la horda daemónica tras el cierra de la Puerta.
Al final, los eldars y los tallarianos intercambiaron promesas de amistad el uno con el otro. Los Eldar proporcionaron artefactos misteriosos a a los humanos, colocándolos alrededor del Cursus de Alganar que fue enterrado bajo las arenas de Tallarn para prevenir que alguna vez volviera a ser activado ya que eran muy conscientes de que la antigua reliquia había entrado en un largo mientras esperaba el momento hasta que fuese abierta de nuevo.
Fuentes[]
Extraído y traducido de Lexicanum Inglés.
- Codex: Guardia Imperial (2ª Edición).