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Guerreros Eldar Wikihammer 40K

Hace más de diez mil años, los Eldars sufrieron la mayor tragedia que jamás haya sufrido una raza inteligente y próspera. La civilización Eldar estaba en su máximo esplendor y dominaba una gran parte de la galaxia. En sus mundos dominaba una gran paz y belleza; eran paraísos de satisfacción personal y logros culturales. Sin embargo, todo esto acabó en un cataclismo destructivo que eliminó de golpe la civilización interplanetaria de los Eldars. Esta debacle recibe el nombre de La Caída. Los acontecimientos que condujeron a la Caída no están registrados, pero están vivos en la tradición y las especulaciones. A continuación, se describe la historia de la Caída tal y como es generalmente aceptada por los Eldars.

La Caída[]

Los Eldars eran un pueblo orgulloso y arrogante, confiado en su superioridad y desdeñoso con los bárbaros alienígenas. Sus logros tecnológicos superaban los de las demás razas y ninguno de ellos dudaba de que esta situación se prolongaría indefinidamente. Los Eldars tenían motivos para estar confiados; ninguna raza representaba una amenaza seria a su riqueza o estabilidad. La Caída, cuando sucedió, llegó de forma mucho más sutil y peligrosa que una invasión alienígena.

En esa época no existían los Mundos Astronave, ni las Sendas Eldars. Todos los Eldars seguían sus inclinaciones vitales según su voluntad gozando de cada capricho e investigando cada curiosidad. Sus grandes mentes servían tanto para las artes como para las ciencias. Crearon muchas cosas extraordinarias y aprendieron muchas cosas sobre el universo que actualmente han sido olvidadas. Eran muy longevos y, cuando finalmente morían, sus espíritus se disolvían plácidamente en la Disformidad para volver a renacer. Entonces no existían las joyas espirituales que contienen sus espíritus inmortales, ni había necesidad de que existieran, ya que en esa época la Disformidad no representaba ningún peligro para ellos.

Lenta pero firmemente, el gusano del orgullo empezó a roer a la raza Eldar. Creían que debían descubrir todos los secretos y disfrutar de todos los placeres. Dilapidaron inconscientemente los preciosos recursos de su maravillosa mente. Hacía mucho que los Eldars habían superado la necesidad de trabajar o de cultivar manualmente. La sociedad Eldar proporcionaba todo lo necesario sin necesidad de hacer ningún esfuerzo. Los Eldars, por tanto, podían dedicar sus largas vidas a satisfacer hasta el último de sus deseos. Algunos acabaron consagrándose a sus impulsos más hedonistas. Los cultos exóticos proliferaron por los mundos Eldars, cada uno de ellos dedicado a un conocimiento esotérico o a un exceso sexual. Mientras estos cultos iban arraigando en los Eldars, su sociedad iba dividiéndose cada vez más. La corrupción degeneró rápidamente en un injustificable abandono. Las bandas de asesinos sádicos merodeaban por las calles buscando a sus víctimas. No escatimaron ninguna vida en la búsqueda de estos placeres asesinos y perversos. La raza Eldar quedó dominada por la enfermedad de la concupiscencia. La sangre corrió por las calles en medio del enloquecido rugido de las multitudes.

El Nacimiento de Slaanesh[]

Eldar la caida de los eldar

Slaanesh nacido: La Caída de los Eldar

Solo un loco puede pretender entender el extraño universo del Inmaterium, ya que, por su propia naturaleza, es inconstante e incomprensible. Y fue en el espacio disforme donde tomó forma la destrucción de la raza Eldar. Fue en el espacio disforme, entre las vibrantes energías psíquicas, donde la corrupción de los Eldars acabó manifestándose. En el interior del psíquico espacio disforme empezaron a unirse los espíritus de los muertos formando una consciencia estructurada. Los Eldars formaron en el espacio disforme, sin saberlo, una mente inimaginablemente inmunda y enferma. Era un reflejo de ellos mismos, de aquello en que se habían convertido, de la nobleza y el orgullo desplazados por la perversidad y la desvergüenza. Descubrieron demasiado tarde que habían creado un dios a su imagen, un dios que había crecido y aumentado de poder gracias al alimento de los espíritus de los Eldars.

En el interior de la Disformidad, los pensamientos y las emociones crecían y se expandían alimentándose de los sentimientos de sus semejantes hasta llegar a una especie de consciencia. Fueron convirtiéndose en espíritus de mayor o menor potencia y su larga gestación fue seguida de un gran dolor cuando nacieron. Su nacimiento sacudió la Disformidad y rompió la estructura del espacio. Ninguna criatura de la Disformidad nació de una forma tan monstruosa o tan poderosa como el Dios del Caos Slaanesh, la Sedienta, el Gran Enemigo y la encarnación de la Perdición de los Eldars.

Durante años, los Eldars estuvieron sumidos en la locura mientras Slaanesh soñaba en la Disformidad. Sus mundos ardieron. Los Eldars mataron, rieron y devoraron los cadáveres de los muertos. Mientras esto ocurría, Slaanesh cobraba vida entre espasmos de ansiedad. Cuando llegó el momento del nacimiento de Slaanesh a su consciencia divina, no hubo ni un solo Eldar que no quedará preso de una gran agonía. Con un aullido de energía psíquica, Slaanesh se materializó en su forma inmortal y gritó de dolor. El universo quedó desgarrado por una implosión psíquica. Los espíritus de los Eldars fueron arrancados de sus mentes y devorados en el primer aliento infernal de su dios. Intoxicado por este primer sorbo de almas, Slaanesh rió y contempló el universo de dioses al que había llegado.

El epicentro de la implosión psíquica estaba situado en el centro del reino de los planetas de los Eldars. Todos los Eldars en un millar de años luz resultaron aniquilados en un instante y sus espíritus fueron absorbidos por la Disformidad para alimentar al hambriento dios. Incluso los Mundos Astronave sufrieron daños mientras huían y solo los más alejados del epicentro lograron sobrevivir. La onda de choque destruyó millones de mundos de exiliados en los límites de la galaxia, quedando indemnes solo los mundos más remotos. En unos instantes, los Eldars habían pasado a ser una civilización muerta, reducida a unos pequeños núcleos de refugiados dispersos por el espacio, conocedores de que su Gran Enemigo había nacido y de que les perseguiría durante toda la eternidad.

La onda de choque psíquica estaba concentrada en la mente Eldar, pero también fueron destruidos millones de humanos y criaturas de otras razas. El espacio disforme quedó totalmente desordenado, ya que durante bastante tiempo sopló un huracán de energía psíquica. El tejido espacial quedó desgarrado y la Disformidad se derramó en el universo material. Apareció un gran agujero negro que engulló los mundos Eldars. Las astronaves que se hallaban en el interior de la Disformidad quedaron instantáneamente destruidas y los psíquicos de todas las razas aullaron de dolor, muriendo muchos tras perder el juicio por completo.

El agujero del espacio fue creciendo hasta engullir los antiguos reinos Eldars y prácticamente llegó hasta los límites de su poder. Esta grieta espacial es lo que actualmente se conoce como el Ojo del Terror y es el área más grande de este tipo que puede hallarse en toda la galaxia. En ella, el espacio disforme y el universo material están solapados. Los Demonios se bañan en la energía de la Disformidad mientras los Príncipes Demonio y los Marines Espaciales del Caos gobiernan planetas convertidos en infiernos de fuego y oscuridad.

Ojo del Terror Caos Disformidad Brecha Warp Eye Chaos

El Ojo del Terror

La única consecuencia positiva del nacimiento de Slaanesh fue que el espacio disforme quedó en calma a partir de entonces. Antes del nacimiento de Slaanesh, el espacio disforme estaba plagado de tormentas y tempestades que impedían a las astronaves viajar entre las estrellas. El espacio disforme quedó en calma. Se había alcanzado un nuevo equilibrio y Slaanesh pasó a ser uno de los dioses mayores del Caos. Los demás poderes del Caos aguardaron mientras el nuevo equilibrio iba estableciéndose por sí solo. Por primera vez en milenios, las astronaves humanas pudieron abandonar el espacio alrededor de Terra y los mundos humanos de toda la galaxia volvieron a estar en contacto. Durante la Gran Cruzada posterior, el Emperador unificó la Humanidad bajo su Imperio y esta reemplazó a los Eldars como raza más activa de la galaxia.

Todos los Eldars conocen la historia de la Caída. Pero no todos saben que, cuando los Eldars huyeron, se llevaron con ellos la semilla de la venganza de su dios Cegorach. Esos individuos, los adoradores del Dios que Ríe, descubrirían su sangriento propósito en los años venideros, y serían conocidos como los Arlequines.

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Fuente[]

  • Codex: Arlequines (7ª Edición).
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