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Bloodquest es una serie de tres novelas gráficas que transcurren en el universo de Warhammer 40000. Fueron escritas por Gordon Rennie y dibujadas por Colin MacNeil. Las novelas fueron publicadas por primera vez en el periodo entre 1999 y 2003, y han sido recopiladas en dos ediciones recopilatorias, Bloodquest en 2005 y El Libro de la Sangre en 2010, al que se añadieron seis historias cortas. Está prevista la publicación de Bloodquest: Prisioneros del Ojo del Terror para Enero de 2013.

Resumen[]

Bloodquest cuenta la historia del Capitán Leonatos de los Ángeles Sangrientos. El Señor del Capítulo, Lord Dante, les envió a él y a su Compañía de cien Marines Espaciales en una misión para proteger una estación relé de comunicaciones disformes del Adeptus Astronomica situada en Sekundar Prime de una masiva invasión Orka. Para ayudar a Leonatos en tal tarea, Lord Dante le confió la Espada Encarmine, perteneciente a Belarius, un servidor de Sanguinius, a quien el propio Primarca entregó el arma.

Los Marines viajaron con rapidez hasta Sekundar Prime y, tras teleportarse a la superficie, resistieron durante cinco días frente a los repetidos asaltos de una fuerza Orka que les superaba en una proporción de cien a uno. En el quinto día de combates, los Orkos se lanzaron de nuevo al ataque. Leonatos se enfrentó cara a cara con su líder y, aunque venció, el Capitán perdió la Espada Encarmine ya que se quedó incrustada en el cuerpo del líder de los pieles verdes. Como quedó inconsciente durante el enfrentamiento, no fue capaz de recuperar la espada antes de que los Orkos se llevaran el cadáver del Kaudillo. Solo 10 Marines consiguieron sobrevivir hasta la llegada de la fuerza de ayuda de trescientos Ángeles Sangrientos que arribó al día siguiente.

Leonatos fue sometido a juicio, tras lo que se le condenó al exilio por haber perdido la Espada Encarmine. Una condición para su exilio era que en caso de poder recuperar la Espada Encarmine, podría regresar al Capítulo. Se le concedió una nave, la Exilio. Ocho marines decidieron ayudarle en su búsqueda. El Sargento Tranio rehusó abandonar a su amigo Leonatos. Los Hermanos Palamon y Valerius habían luchado junto a Leonatos en Sekundar Prime, y se negaron a abandonarle. El Codiciario Furion estaba envejeciendo y quería participar en una última misión. El Hermano Cloten había sido afectado por la Sed de Sangre, la maldición genética de los Ángeles Sangrientos que les sume en una furia incontrolada durante el combate, y quería tener la muerte de un héroe antes de que la maldición le controlara. Tres cadetes, Proteus, Lysander y Menelius se colaron como polizones en la nave para unirse a la búsqueda de Leonatos.

Tras interrogar psíquicamente a un Orko superviviente en Sekundar Prime, los Marines descubrieron que la Espada Encarmine había caído en manos del Kaudillo Orko Garshull el Destructor. Después de ello, partieron en busca del líder Orko.

Durante su viaje, los Ángeles Sangrientos hicieron algunas paradas. La primera fue un monasterio en el planeta Tarsis, bajo el control de la misteriosa Hermandad de la Vigilia, donde los Astartes decidieron quedarse un tiempo. Durante la noche, Menelius, un Marine Explorador, fue secuestrado por la Hermandad de la Vigilia y fue entregado como sacrificio de sangre a Khorne. Los Ángeles Sangrientos llegaron demasiado tarde como para poder salvar a su hermano y evitar el despertar del Gran Devorador, un Demonio de Khorne. Furion se quedó atrás para distraer al Demonio mientras los demás escapaban. El monasterio fue bombardeado poco después desde la órbita, sellando bajo tierra al Demonio.

La tripulación de la Exilio se encontró con la nave de un Comerciante Independiente bajo ataque de una nave perteneciente a un grupo de Marines Renegados. Tras teleportarse a bordo y purificar la nave del Caos, abrieron un canal con la Nave Comerciante Independiente Luz de Diógenes. Mientras lo hacían, un Inquisidor se encontraba a bordo de la nave, y ordenó al capitán que interrumpiera el contacto, ya que sabía del exilio de Leonatos. Antes de partir, el capitán de la nave comercial habló a Leonatos de una masiva partida de guerra Orka que se estaba reuniendo en el Sistema Leptis, dentro del Segmentum Obscurus. También hizo mención a los rumores que hablaban de una fuerza de combate que se estaba reuniendo en el Ojo del Terror, y que todos los Capítulos cercanos de Marines Espaciales, incluyendo a los Ángeles Sangrientos, estaban siendo llamados para repeler el ataque, dejando al Imperio vulnerable ante los ataques Orkos.

Muchas semanas más tarde, y tras haber quedado atrapados por una Tormenta de Disformidad, los Ángeles Sangrientos se encontraron cerca de un Pecio Espacial. Sabiendo que, en ocasiones, estos restos contenían poderosa tecnología de la Era Oscura de la Tecnología, Leonatos ordenó que se enviara un equipo de abordaje a una nave colonial anterior a la Gran Cruzada. Tras estar a bordo durante un tiempo, los Astartes fueron atacados por los descendientes mutantes de la tripulación original de la nave. Sabiendo que no podrían derrotar a todos sus atacantes, los Marines retrocedieron hacia la Thunderhawk que les esperaba. Cuando parecía imposible lograr escapar, el Hermano Valerius decidió quedarse atrás para conseguir ganar tiempo para los demás, quienes lograron escapar gracias a su heroico sacrificio.

Tras lograr escapar de la Tormenta Disforme, los Astartes consiguieron al fin alcanzar a Garshull el Destructor cuando su flota atacaba el planeta Leptis. Tras identificar la nave de mando Orka, Leonatos y sus Marines se teleportaron a ella. Tras abrirse paso hasta la sala del trono de Garshull, se reveló que el Kaudillo Orko había sido poseído por los poderes del Caos. Tras emboscar junto a sus aliados Marines del Caos a los Ángeles Sangrientos, el Demonio dijo a Leonatos que estaba buscando un nuevo cuerpo anfitrión, y que Leonatos era dicho cuerpo. El Demonio fue derrotado junto a los Marines Traidores, pero antes de que el cuerpo anfitrión fuera destruido, reveló a Leonatos que la Espada Encarmine había sido enviada al Ojo del Terror, y que estaba esperándole allí. Tras la desaparición del Demonio, la flota Orka quedó desorganizada y sin líder, y las restantes fuerzas del Caos abrieron un portal al Ojo del Terror para poder escapar. Aprovechando la oportunidad, los Ángeles Sangrientos regresaron a la Exilio y atravesaron el portal abierto.

Portadas[]

Fuentes[]

Extraído y traducido de Lexicanum Inglés.

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