Wikihammer 40k

Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

LEE MÁS

Wikihammer 40k
Advertisement
Wikihammer 40k
12 085
páginas

Plantilla:MascotaGuillePatrocina

Icono de esbozo Este artículo debe ser actualizado con información de nuevos Codex y publicaciones oficiales. La información que contiene puede no seguir vigente o estar incompleta. Disculpen las molestias.
Pedro kantor image

Pedro Kántor en Rynn.

Muchos conocen la tragedia de los Puños Carmesíes, de cómo el poderoso Capítulo sufrió graves perdidas a causa del ¡Waaagh! Snagrod y de la mala suerte. También se ha extendido ampliamente la leyenda de la lucha heroica por sobrevivir de los Puños Carmesíes y por reconstruir su hermandad de las cenizas de la guerra. Pero hay una historia no tan difundida y que solo conoce el Señor del Capítulo, Pedro Kántor, y sus hermanos de batalla más próximos.

Historia

La historia comienza medio año después de que el ¡Waaagh! Snagrod reclamase para sí el mundo de Rynn. Aunque el planeta había sido designado como seguro, los Orkos siempre son difíciles de erradicar. Varias partidas de pieles verdes acechaban en las Montañas Jaden efectuando incursiones que la población del mundo de Rynn, cansada y destrozada por la guerra, no se podía permitir.

Mientras los Tecnomarines supervivientes de los Puños Carmesíes rescataban y reparaban lo poco que había sobrevivido al ¡Waaagh!, Kántor se dedicaba a limpiar las montañas Jaden de las bestias que acechaban en su interior. Era un campaña difícil, ya que los Orkos defendían cada risco y caverna, y Kántor no disponía de suficientes hombres y equipo para llevar a cabo tal tarea, Sin embargo, los Puños Carmesíes continuaron su misión, matando pieles verdes allí donde los encontraban. Bajo tal amenaza, era cuestión de tiempo que los Orkos de las montañas Jaden se unieran. Cuando la fuerza de Kántor fue atacada en el Cañón Traidor, se vieron asaltados no solo por la partida a la que perseguían, sino por todos los Orkos que había en kilómetros a la redonda. Aunque solo eran una docena, Kántor y sus Puños Carmesíes lucharon como héroes de leyenda matando centenares de Orkos de la horda. Con Kántor al frente, los Marines Espaciales se abrieron paso a través de los confines del barranco en busca de tierras altas. Una vez allí, se detuvieron y lucharon hombro con hombro contra la horda, pero no dejaban de llegar más Orkos. Con todas las cañoneras Thunderhawk de los Puños Carmesíes perdidas en batalla o en reparación, Kántor sabía que tanto la evacuación como la llegada de refuerzos era imposibles, y los Orkos no daban señales de querer abandonar la batalla. Tres de los hermanos de batalla de Kántor habían muerto al tratar de salir del cañón y solo el Señor del Capítulo estaba sin heridas. Como contrapartida, los Puños Carmesíes habían dejado el Cañón Traidor lleno de la sangre de todos los Orkos a los que habían matado y ahora seguían luchando tras barricadas improvisadas formadas con los cadáveres de los Orkos; Kántor sabía que las circunstancias no le eran favorables.

Ayuda inesperada

Sin previo aviso, los pieles verdes empezaron a disminuir. Buscando la razón, Kántor distinguió unas figuras fantasmales en la Aguja de la Viuda al oeste y en el Risco Oscuro al este, encima y detrás de los Orkos. Los recién llegados eran gráciles, saltaban de cobertura en cobertura sin pisar el suelo mientras con sus rifles largos disparaban tiros precisos a la horda Orka. Kántor no sabía quienes eran estos nuevos aliados porque sus figuras brillaban insustanciales como la niebla de la mañana, pero tampoco le importó. Bastaba su intervención para que sus hermanos de batalla tuvieran la oportunidad de contraatacar y cambiar el rumbo de la batalla.

[En construcción]

Fuentes

  • Codex: Marines Espaciales (5ª Edición).
Advertisement