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Arkio Renacido

Arkio transformado, con la Lanza de Telesto

Arkio (también conocido como Arkio el Bendito y el Ángel Renacido) fue un Marine Espacial veterano de los Ángeles Sangrientos. Era hijo de Axan y hermano menor de Rafen, nacido en Baal Secundus como parte del Clan de la Meseta Rota. Arkio fue reclutado junto con su hermano Rafen, para convertirse en un Marine Espacial por el Hermano Sargento Koris.

Historia

Juventud


Arkio nació en Baal Secundus, hijo del jefe guerrero Axan y hermano de Rafen. Rafen era el hermano mayor, y su padre le hizo prometer que cuidaría de Arkio.

Los dos hermanos participaron con 14 años en las pruebas de los Ángeles Sangrientos para ver si se convertirían en Marines Espaciales. Koris dirigía dichas pruebas, que fueron muy duras; pero ambos las superaban con éxito.

Sin embargo, Rafen tenía entonces un orgullo desmedido; y Koris, harto de su actitud, se deshizo de su servoarmadura y retó a Rafen a acertarle con su pistola bólter sin que Koris llegase a alcanzare. Pese a que Arkio le pidió que desistiera de su actitud, Rafen aceptó imprudentemente; y solo le quedó ver como Koris esquivaba todos los disparos y le derribaba.

Rafen fue eliminado por ésto; mientras que Sachiel y Arkio, entre otros, fueron aceptados como neófitos. Procedió a dirigirse con tristeza hacia el desierto, esperando morir por la pena.

Sin embargo, la Thunderhawk que transportaba a Koris, Arkio y los demás candidatos con éxito en las pruebas fue atrapada por una masiva tormenta mientras ascendía, y se precipitó a tierra cerca de la posición de Rafen. Presentándose rápidamente para prestar ayuda, Rafen ayudó al inconsciente Koris a defenderse contra peligrosos miembros de la fauna salvaje nativa. Tras haber salvado al Marine, Koris dejó claro que, después de todo y a causa de las bajas causadas por el accidente, había un lugar entre los candidatos para Rafen.

La Expedición Bellus

Debido a rivalidades fraternales entre Rafen y él, Arkio comenzó a operar en solitario en busca de su propio destino, siendo asignado a la Expedición Bellus, una misión a cargo del Inquisidor Ramius Stele para recuperar la perdida Lanza de Telesto, que una vez perteneció a Sanguinius, de manos de un Kaudillo Orko. Durante la misión, fue ascendido al cargo de guardia de honor por parte del Sacerdote Sanguinario Sachiel. Consiguieron recuperar la Lanza y devolverla al Capítulo. Sin embargo, Arkio no estaba al tanto de que había sido elegido por el Inquisidor Stele para ser manipulado e implicado en un plan que en última instancia precipitaría a los Ángeles Sangrientos a una guerra civil que casi destruiría al Capítulo por entero. Stele consiguió de algún modo plantar un "huevo" (creado por el Señor del Cambio Malfallax a partir de sí mismo) entre los huesos de su columna vertebral, que poco a poco le fue cambiando y mutando hasta darle el aspecto de Sanguinius.

Cybele

La Expedición Bellus y Arkio (aún sin haber sufrido ningún cambio) viajaron hasta el Mundo Cementerio de Cybele, el cual se encontraba bajo ataque por parte de una fuerza de Marines Espaciales del Caos de los Portadores de la Palabra dirigidos por el Apóstol Oscuro Iskavan el Odiado, en ayuda de las fuerzas de los Ángeles Sangrientos que protegían el mundo. Arkio comandó una misión de infiltración al espaciopuerto controlado por el enemigo, dirigiendo sus misiles contra el "Ogro", un Crucero Acorazado del Caos situado en órbita, cuya destrucción hizo retroceder a las fuerzas del Caos. Posteriormente salvó en solitario a Sachiel de un demonio (que traspasó a Arkio sin que asombrosamente éste sufriera ninguna herida), reunió a sus hombres y se convirtió en el estandarte que hizo cambiar el rumbo de la batalla en contra de los Portadores de la Palabra.

Shenlong

Persiguieron a los aparentemente derrotados Portadores de la Palabra hasta su base en Shenlong, contraviniendo las órdenes del Señor del Capítulo Dante de permanecer en Cybele. Yendo en ruta a bordo de la nave de guerra "Bellus", a Arkio le fue presentada, como recompensa por su valentía, la Lanza de Telesto. La Lanza no reaccionó ante la semilla demoníaca plantada en Arkio (debido a que Stele la había adormecido estabilizando de antemano la mutación), con lo que tan sólo resplandeció con una luz argéntea que envolvió a Arkio, mostrando a todo el mundo su semejanza con Sanguinius durante un segundo, tras lo que la visión se disipó.

Durante la lucha en la Fortaleza de Ikari en Shenlong, Arkio y siete guardias de honor, junto con Stele, se teleportaron en medio de las formaciones de los Portadores de la Palabra. La Lanza de Telesto desencadenó, bajo control de Arkio, una ráfaga de energía que acabó con todos ellos, dejando indemnes a los Ángeles Sangrientos. Todos los presentes (excepto su hermano Rafen, y Stele) comenzaron a creer que Arkio era Sanguinius renacido. El relato de las hazañas de Arkio se extendió como la pólvora entre las gentes de Shenlong, que pronto comenzó a peregrinar para poder verlo. Arkio presentó una petición para poder vestir una armadura dorada similar a la de Lord Dante, creyendo que había evolucionado hasta merecer algo más que la escarlata armadura de servidumbre. La petición fue aceptada. Después pidió a los peregrinos reunidos que le dijeran donde se habían escondido los Portadores de la Palabra, advirtiéndoles de las medidas que tomaría si no le contestaban. Para horror de su hermano Rafen, la multitud se abalanzó contra la ráfaga de fuego de bólter disparada por los Ángeles Sangrientos, ansiosos de ser castigados y de recibir el "don de la muerte". Arkio se enfrentó posteriormente a Iskavan y lo mató, rescatando a Rafen con ello. Durante la batalla la placa posterior de Arkio quedó destruida y unas blancas alas angélicas surgieron de su espalda.

Creyéndose ahora ser Sanguinius renacido, Arkio tomó el control del gobierno de Shenlong, y comenzó a crear un ejército de mil hombres (llamado los "Guerreros del renacido"), a partir de la población del planeta, para iniciar su Cruzada Sangrienta, que uniría a todos los Ángeles Sangrientos bajo su estandarte y le permitiría obtener el mando del Capítulo. Entretanto Dante, habiendo recibido una transmisión secreta hecho por Rafen empleando los códigos de vox del fallecido Sargento Koris, solicitó al Jefe Bibliotecario Mephiston que enviara al Epistolario Vode y al Capitán Gallio para juzgar a Arkio. Tras reunirse con Arkio, Vode percibió al mal en su interior, y se enfureció aún más cuando le oyó usurpar el nombre de Sanguinius, por lo que le atacó usando su Hacha de Fuerza. Vode y Gallio murieron, y Arkio ordenó a la "Bellus" que abriera fuego contra el Crucero de Asalto "Amareo" de Gallio, destruyéndolo. Sachiel envió tras ello un mensaje a Dante, solicitando su asistencia en persona al Mundo Santuario de Sabien en nueve días solares a petición de Arkio. Esta vez, Mephiston decidió ir en persona, junto con su guardia de honor, a bordo de la Barcaza de Batalla "Europae".

Muerte en Sabien

La corrupción de Arkio casi se reveló al completo debido al excesivo tiempo que pasaba en la capilla en presencia de la Lanza de Telesto, la cual desencadenó de alguna forma una mutación acelerada y sin control por todo su cuerpo, haciendo que la Lanza lo rechazara. Durante dicho acontecimiento, Arkio tuvo una visión profética de su hermano clavándole la Lanza en el corazón. Las mutaciones apenas pudieron ser frenadas por los poderes psíquicos de Stele, quien consiguió convencer a Arkio de que la visión provenía de Sanguinius y que representaba lo que ocurriría si fallaba.

Mephiston llegó pronto para juzgar a Arkio, usando su visión bruja sobre él. Pudo ver la semilla del Caos que tan cuidadosamente había plantado y escondido Stele en el interior de Arkio, y quedó sorprendido al ver a Arkio empuñando la Lanza de Telesto; aún así siguió sin estar convencido y proclamó que Arkio era falso elegido y que Stele era un hereje. Mephiston desafió a Arkio a un duelo, ya que estaba escrito en el Libro de los Señores de Baal que el Puro podría derrotar a todo aquel guerrero que se enfrentara a él. El duelo estaba a punto de iniciarse cuando Rafen, que había sobrevivido a los intentos de asesinarle por parte de los Guerreros del Renacido, apareció, y Mephiston estuvo de acuerdo en cederle su puesto en el duelo. Aunque Arkio tenía la inhumana fuerza que le habían concedido sus mutaciones, Rafen tenía mucha más experiencia. Durante la pelea Arkio intentó usar el poder de la Lanza contra Rafen del mismo modo en que lo había empleado contra los Portadores de la Palabra, pero el arma no podía dañar a alguien que portara el código genético de Sanguinius en sus venas, lo que permitió a Rafen el provocar una seria herida en una de la salas de Arkio. Anonadado, Arkio huyó mientras que sus guerreros y los de Mephiston se lanzaban los unos sobre los otros en combate (algo que Stele exacerbó al matar psíquicamente a Sachiel, culpando a Mephiston del hecho).

Cuando los Portadores de la Palabra aparecieron de repente en el campo de batalla, Mephiston reveló que había ordenado al "Europae" que destruyera Sabien con torpedos ciclónicos si fracasaban en detener a los seguidores de Arkio; Rafen insistió en que podía y debía detener a su hermano, por lo que ordenó que le dieran una mochila de salto para que pudieran combatir en igualdad de condiciones.

Rafen alcanzó a Arkio sobre las torres de una catedral en ruinas, y ambos se aprestaron a combatir. Durante la lucha, las mutaciones de Arkio, exacerbadas por su odio hacia Rafen, volvieron a resurgir, por lo que la Lanza de Telesto volvió a rechazarle, ardiendo al fuego blanco hasta que los guanteletes se fundieron sobre las manos de Arkio, quien se vio forzado a soltarla. Enfurecido, el rostro de Arkio tomó el aspecto del de un vampiro, tras lo que intentó acabar con su hermano usando sólo sus garras y colmillos, pero Rafen consiguió apartarlo usando su cuchillo de combate. Mientras Arkio caía, la lanza de Telesto sintió su cercanía y se movió para clavársele profundamente, empalándolo con su filo en forma de lágrima. Arkio murió suplicando el perdón de su hermano. Sus restos fueron quemados en una pira por respeto.

De interés

Fuentes

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