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Marines blason salamandras

Blasón de los Salamandras

El Culto de Prometeo es el nombre con el que se conoce el conjunto de ancestrales costumbres y tradiciones del Capítulo de los Salamandras.

Su nombre proviene de Prometheus, la enorme luna de Nocturne donde tienen los Salamandras su Fortaleza-Monasterio. Todos los Marines Espaciales del Capítulo de los Salamandras están adheridos de manera estoica al Culto de Prometeo.

Orígenes[]

Barris Kal'sho Señor Dracos de Fuego Escuadra Kal'sho Salamandras

Señor Barris Kal'sho, líder de la Escuadra Kal'sho de Dracos de Fuego, con su servoarmadura Mk. IV personalizada con numerosas marcas del Culto de Prometeo.

"Sin sabiduría, la habilidad no puede focalizarse. Sin habilidad, la fuerza no se puede ejercer. Sin fuerza, la sabiduría no puede aplicarse."

De las Enseñanzas del Culto Prometeano.

Fijado originalmente como las enseñanzas escritas del Primarca Vulkan y como prácticas rituales, el Culto de Prometeo formó un cuerpo doctrinal que codificó y promovió el espíritu y la cultura que el Primarca deseaba para su Legión. Una obra de gran clarividencia y profunda alegoría, se basaba tanto en el pensamiento filosófico y marcial de Terra como en la rica cultura y la historia mítica de Nocturne con las que Vulkan se había criado. En el centro de sus principios estaba la convicción de que las Legiones Astartes habían sido creadas para cumplir un único propósito irrevocable, la protección y liberación de toda la Humanidad, y de que todos los Marines Espaciales eran un arma salvaje dada forma física y espiritual con este único fin. Como armas vivientes eran moldeados y afilados en el yunque de la destrucción por el martillo de la guerra, del mismo modo que una espada es forjada en las llamas hasta lograr la perfección. Las enseñanzas del Culto enfatizaban la autosuficiencia, la lealtad, el deber, la paciencia, el conocimiento, el autosacrificio y, por encima de todo, la autodisciplina y la resistencia. Basándose en la cultura de artesanía y pruebas de Nocturne, el fuego como símbolo dual de creación y destrucción se convirtió en emblema del Culto, igual que el yunque y el martillo.

La determinación implacable y la capacidad de resistir cualquier dificultad son igual de importantes en las enseñanzas del Culto de Prometeo, y las pruebas de resistencia y fuerza, a menudo acompañadas de cicatrices o marcas a fuego rituales, se hicieron habituales en su entrenamiento y su disciplina espiritual. Estas prácticas, junto con los elementos abiertamente místicos de las creencias de los Salamandras, fueron consideradas bárbaras por sus escasos detractores, algunos de los cuales veían en la creciente fuerza del Culto de Prometeo en la Legión una superstición y falsedad contrarias a la Verdad Imperial. No obstante, que el Culto no promoviese la adoración de ningún dios y que su dogma fundamental fuera la primacía de la Humanidad en el cosmos era suficiente para contrarrestar la mayoría de tales críticas, y hay que destacar que algunos han llegado a teorizar que la fuerza de este conjunto de creencias en la Legión sirvió en parte para "inmunizarlo", por así decir, frente a las pérfidas maquinaciones de los Portadores de la Palabra, cuyos emisarios nunca recibieron más que educada indiferencia al ser recibidos por los Salamandras o su señor, y ninguna logia que difundiera el veneno del Señor de la Guerra Horus se llegó a fundar entre sus filas, ni probablemente hubiera sido posible hacerlo.

Actualidad[]

Nacidos y criados en un mundo donde la habilidad manual como herreros y artesanos, el Culto de Prometeo rige la vida de los Salamandras. Se hace gran hincapié en la autosuficiencia, la lealtad y el sacrificio desinteresado. Gran parte de estas ideas derivan de las lecciones aprendidas como herreros (ya que al igual que Vulkan, cada recluta pasa un tiempo como aprendiz de herrero): paciencia unida a una implacable determinación, son cualidades mentales muy apreciadas.

Las creencias dictan a todos los Salamandras que para embarcarse en la batalla deben primero limpiarse con fuego y refuercen un periodo de meditación extensa para enfocar sus mentes en el auto-control y en la fuerza interior.

Símbolos del Culto de Prometeo[]

Marcashonor

Estos simbolos,en forma de llamas y de martillos marcan a un Salamandra como un fervoroso seguidor del Culto de Prometeo.

El martillo y el fuego son importantes símbolos de este Culto. En sus celebraciones se suelen quemar ofrendas en las llamas sagradas, elevando cánticos de loa y oración al Emperador y a Vulkan. Se renuevan los juramentos de lealtad, y se recitan los logros y hazañas de su Capítulo.

Los Astartes espolvorean las cenizas del caldero sobre su rostro y pecho para marcarse los símbolos de Prometheus, el martillo y el yunque. Estos símbolos son iconos potentes en el saber de Prometheus, y se cree que aportan resistencia y fuerza.

Antes de la batalla, el Capitán y su escuadra de mando (se supone que el resto harán lo mismo) se reúnen en círculo sobre un pequeño brasero colocado en el suelo al alcance de los soldados. Éstos realizan ofrendas a Vulkan y al Emperador quemando en su interior trozos de banderas o polvo de huesos, y uno por uno, los miembros de las distintas escuadras de los Salamandras cogen un puñado de las cenizas y marcan sus armaduras con ellas.

Cicatrices honoríficas[]

El ritual con el que un Astartes recibe honores consiste en que se le marque sobre el cuerpo con una vara al rojo vivo símbolos de devoción y recordatorios de sus victorias mientras permanece descalzo en las brasas de un caldero.

El beneficiario va desnudo a excepción de una faja tribal que cubre sus muslos. Estos rituales pertenecen a las enseñanzas del Culto de Prometeo.

Ningún Marine Espacial de los Salamandras va a la batalla sin ser marcado para honrarla y, de nuevo, al finalizar la batalla para conmemorarla.

Las cicatrices son cada vez más intrincadas y elaboradas cada vez que una nueva es añadida. Solo un veterano de muchas campañas, un Salamadra de siglos de servicio, lleva tales marcas sobre su rostro.

Caminar sobre brasas encendidas o sostener en sus manos barras de hierro al rojo son otros de los rituales del Culto de Prometeo.

Reclutamiento[]

Aquellos guerreros escogidos que se inician como reclutas comienzan en una edad muy temprana. Un recluta ha de pasar varios años en el aprendizaje de las habilidades de herrero, bajo el tutelaje de un Salamandra veterano. Los más capaces serán juzgados por los Capellanes y Apotecarios para saber si son dignos y llevados a Prometheus para someterse a la bio-cirugía que los convertirá posteriormente en Marines Espaciales. En diversos puntos en su adaptación y formación de los jóvenes Exploradores deberán soportar, tal y como dictamina el Culto de Prometeo, las mismas pruebas en que Vulkan y el Emperador compitieron y que culminaron en la caza de una salamandra.

Fuentes[]

  • Héroes de los Marines Espaciales - Fuego de Guerra, por Nyck Kyme.
  • The Horus Heresy II.
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