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Icono de esbozo Este artículo debe ser actualizado con información de nuevos Codex y publicaciones oficiales. La información que contiene puede no seguir vigente o estar incompleta. Disculpen las molestias.

"No nos corresponde a nosotros juzgar su mente o sus propósitos, pues la mano que gira el reloj de arena es nuestro Emperador, y por Su voluntad se vierten los granos de nuestras vidas."

Cónsul-Maestre Uriaens. Reflexiones sobre la Guerra, vol. IX

Los Ángeles Ardientes (Fire Angels en inglés) son un Capítulo de Marines Espaciales, creado durante la 25ª Fundación a partir de la semilla genética de los Ultramarines. Los Ángeles Ardientes destacaron por el papel que jugaron en el bando Leal en la Guerra de Badab.

Historia[]

Los Ángeles Ardientes son considerados por algunos como una estrella ascendente entre los Capítulos más recientemente fundados del Adeptus Astartes, cuyo valeroso historial podría llegar a eclipsar al de Capítulos más antiguos. A pesar de que su historia abarca algo menos de dos mil años, los Ángeles Ardientes ya se han ganado una reputación de poderosos guerreros al servicio del Imperio, honorables hacia sus aliados e implacables para los enemigos de la Humanidad. También se ven a sí mismos como una pieza de la red de poder del Imperio, y por tanto se han ganado buena fama entre varios Comandantes Imperiales y generales por ser algo más fáciles de tratar que otros Astartes más veleidosos o sombríos. No obstante, siguen siendo Marines Espaciales: independientes, ferozmente orgullosos, y no se les debe tratar a la ligera.

De carácter conservador, han abrazado el Credo Imperial como una verdad indiscutible, y se ven a sí mismos como guerreros sagrados al servicio del Dios-Emperador cuyo deber es defender el Imperio de aquellos que lo asedian. Son activos y efusivos en su fe, un factor que les ha hecho ganarse el apoyo de la Eclesiarquía y aliados entre los Cardenales Solares. Como resultado, los Ángeles Ardientes han luchado junto al Adepta Sororitas y han participado en muchas Guerras de Fe desde su Fundación, y su ayuda es buscada a menudo por los miembros más belicistas del Sínodo Ministorum y del Ordo Hereticus de la Inquisición. Esta relación no carece de detractores, sin embargo, y hay algunos Capítulos que consideran esta conexión tan cercana con la iglesia imperial impropia y potencialmente comprometedora para la histórica independencia de los Marines Espaciales.

Los orígenes de los Ángeles Ardientes se encuentran en la serie de Capítulos fundados en la última mitad del M40 por orden de los Altos Señores de Terra. En su creación, los Ángeles Ardientes recibieron el dominio de una masa insular del antiguo y estratégico mundo colmena industrializado de Lorin Alfa, en el Segmentum Solar occidental, como su base de operaciones. Fueron fundados como un Capítulo "de paño nuevo", es decir, sin un Capítulo Fundador específico. En vez de eso, se empleó una tanda de semillas genéticas almacenadas, y sus mandos e instructores iniciales fueron guerreros renombrados procedentes de varios Capítulos Sucesores de los Ultramarines. Su semilla genética también aparece en los registros como proveniente de la estirpe altamente estable de los Ultramarines, y sus reclutas proceden de los descendientes de la respetada casta militar de Lorin Alfa y de las violentas pandillas asesinas de las subcolmenas. A pesar de ese lazo familiar con los Ultramarines, los Ángeles Ardientes no tienen ninguna relación especial con el resto de sus Sucesores, sino que miran al futuro, creando sus propias leyendas en los anales del Imperio.

Capítulos homónimos[]

Algunos datos sugieren que los Ángeles Ardientes no son el primer Capítulo que ha detentado ese nombre y librea, por lo menos en parte. Esta circunstancia, si bien no es habitual, tampoco es inaudita en la historia de los Adeptus Astartes. Esto ha generado algunos problemas de confusión en cuanto a la atribución de honores de batalla, y la mención de diversas unidades de Marines Espaciales con títulos similares o derivados del mismo nombre (tanto en gótico clásico como en gótico vulgar en varias vocotranscripciones del Administratum) que se pueden encontrar en distintos registros pueden contradecir la información que aquí se expone.

Es un problema al que no escapa el registro de casi ningún Capítulo. Estos "datos fantasma" son una constante fuente de dificultades en un Imperio cuya incalculable y ciclópea extensión y profundidad parece superada únicamente por la necesidad de plumas y tinteros que hacen falta para que innumerables manos registren sus proezas.

Se sabe que hacia el 500.M37 se avistó un Whirlwind Scorpius reliquia no identificado, pintado con la misma heráldica que este Capítulo. Puesto que los Ángeles Ardientes no fueron fundados hasta el M40, se cree que pertenecía a otro Capítulo anterior con la misma heráldica.

Acciones notables[]

Las Guerras del Diezmo de Fenright (760.M39-411.M40)[]

En su bautismo de sangre como Capítulo, los Ángeles Ardientes concurrieron con la totalidad de sus fuerzas para formar parte de la Tercera Fuerza de Interdicción Imperial bajo el mando del Lord Militar Helstrom y tomar parte en las largas y devastadoras guerras civiles que azotaban los sectores vecinos de Cal-Sek, Nepthis y Sadusyno. Los Ángeles Ardientes fueron también convocados al mundo herético de Jhoppa para desequilibrar la balanza a favor de la Guardia Imperial en ese vital planeta industrial contra las masas rebeldes de las Compañías Juggernaut. Los herejes estaban recibiendo un amplio suministro de tanques y artillería de campaña de las enormes armerías de Jhoppa, y los Ángeles Ardientes dirigieron una sangrienta campaña de tres años en la que enfrentaron sus ágiles Predators y Razorbacks contra los Leman Russ y Malcadors rebeldes a campo abierto en los desiertos de ceniza de Jhoppa, mientras que sus Escuadras Tácticas y de Veteranos de la Guardia desencadenaban la destrucción cuerpo a cuerpo en el peligroso terreno de las amplias zonas arrasadas por la guerra. Encadenando una serie de victorias, los Ángeles Ardientes fueron determinantes para lograr la victoria en Jhoppa y recuperar para el Imperio un mundo que había permanecido en manos de los apóstatas durante más de tres siglos. Los Ángeles Ardientes siguieron activos en las últimas etapas de las Guerras del Diezmo y obtuvieron renombradas victorias repeliendo la incursión Orka del Subsector Vorsk, donde resistieron contra la horda de Lokoz de la Velozidad en el Término de Lambast, y donde realizaron una incursión sobre territorio enemigo para romper el cerco sobre el asediado Mundo Santuario de Lamento. Concretamente en esta última acción combatieron contra las terriblemente poderosas fuerzas del Culto Psíquico de las Siete Hijas del Olvido y sus seguidores esclavizados psíquicamente, por lo cual el Capítulo fue recompensado con la Orden del Corazón del Mártir por el Santo Sínodo de Galathamor.

La batalla por el Gran Al'gul (666.M41)[]

Ante la llamada de urgencia de los Sagrados Ordos, los Ángeles Ardientes acudieron para interceptar la poderosa partida de guerra de Marines Espaciales del Caos conocida como Los Santificados en los Mundos Cementerio del Sector del Gran Al’gul en 666.M41. Durante esta acción, los Ángeles Ardientes lucharon una serie de batallas contra los Marines Espaciales del Caos y sus sirvientes demoníacos, frustrando sus intentos de profanar los lugares de reposo de los muertos y llevar a cabo repugnantes actos en sus ruinas. Fueron combates brutales y llenos de peligros donde se pusieron en juego no sólo las vidas, sino también las propias almas de los Marines Espaciales. Los Ángeles Ardientes pudieron forzar a sus enemigos a que lucharan en una serie de asaltos y contraasaltos, en los cuales los Ángeles Ardientes mantuvieron un disciplinado orden de batalla y se valieron de la cobertura que les brindaban los bosques de lápidas de mármol y los laberintos de cúpulas. Los Santificados respondieron con toda la sucia hechicería a su alcance, licuando la piedra con su magia negra y convocando turbios enjambres de bestias demoníacas sin mente para que despedazaran a aquellos que se atrevían a oponérseles. El Capítulo de los Ángeles Ardientes pagó un elevado precio en la corta pero salvaje batalla antes de lograr la victoria, incluyendo el martirio de su Señor del Capítulo, Haran Stark, en un combate contra un Señor de la Transformación mientras defendía el sagrado Nártex de los Penitentes, así como la autoinmolación de su Bibliotecario Jefe, Mathias Dee, para evitar una posesión demoníaca. Por fin, con sus fuerzas agotadas, Los Santificados fueron expulsados de los santos lugares y del Sistema; la cuidadosamente planificada apoteosis del Archihechicero de Los Santificados, Ezrath Cull, para alcanzar la demonicidad, se vio definitivamente frustrada. Tras la derrota de los corruptos Marines Espaciales del Caos, Cull, quien fuera una vez un respetado Campeón del Caos, fue asesinado por sus propios aprendices en una brutal lucha por el poder para hacerse con el control de los restos de su diezmada fuerza mientras escapaban del Gran Al’gul.

Participación en la Guerra de Badab (906-910.M41)[]

Los Ángeles Ardientes respondieron a la llamada de ayuda de la Inquisición para entrar en guerra a comienzos de 906.M41, llegando con una fuerza equivalente a siete Compañías, dejando tan sólo una fuerza de guarnición de instructores veteranos y jóvenes iniciados en su mundo natal. Más acostumbrados a los asaltos planetarios que a las labores sobre el terreno, los Ángeles Ardientes se vieron muy pronto en la primera línea del frente, con los Leales haciendo presión contra los espacios controlados por los Separatistas, y luchando en campos de batalla muy variados, desde los residuos post-atómicos de Cygnax hasta los pantanos corrosivos de Gargathea, pasando por las lunas sin atmósfera del Sistema Sagan.

El enfrentamiento más grande y costoso para el Capítulo fue la batalla por el propio mundo de Sagan, en poder del enemigo, donde por primera vez en su historia lucharon conjuntamente como fuerza plena. Cuando los Leales estaban recuperando los bastiones Separatistas en sangrientas luchas calle por calle, los Ángeles Ardientes concibieron un plan según el cual, empleando la red de carreteras que surcaba todo el planeta, dividieron sus fuerzas en pequeñas unidades blindadas de gran movilidad, y con ellas ejecutaron una serie de rápidos ataques relámpago. Sobresaliendo como lo hacían en este tipo de conflicto, los Ángeles Ardientes pudieron aislar y destruir las unidades de los Garras Astrales una por una, jugando al gato y al ratón en continuas persecuciones.

No obstante, las tornas se volvieron en su contra cuando los Garras Astrales, cada vez más desesperados, se valieron de su amplia reserva de Rhinos para ejecutar una serie de contraataques suicidas con armas víricas prohibidas contra las filas Leales. Los Ángeles Ardientes se las compusieron para rechazar estos asaltos y evitar que los Separatistas rompieran el asedio, pero a un coste elevadísimo, perdiendo más Hermanos de Batalla en unas pocas horas que en los tres años previos que llevaban involucrados en la contienda. El precio para la atribulada población de Sagan fue también horrorosamente caro.

Las bajas de los Ángeles Ardientes en Sagan fueron tan elevadas que ya no pudieron volver a operar como fuerza de combate y, junto con un contingente de Hijos de Medusa, se les encomendaron labores de apoyo naval para llevar a cabo una campaña de supresión en el Cúmulo de Endymion. Esto dejó prácticamente maniatados a los separatistas Guerreros Mantis hasta las últimas fases de la guerra, cuando llegaron los Carcharodones.

El ataque de este bravío Capítulo de Marines Espaciales, cuyo comportamiento y creencias chocaron inmediatamente con las de los Ángeles Ardientes, supuso rápidamente una fuente de división en las filas Leales. Tras el brutal exterminio por los Carcharodones de la población de varios Sistemas que se encontraban en poder de los Separatistas, incluso después de que la resistencia hubiera terminado, los Ángeles Ardientes elevaron una protesta formal al mando Leal, entre informes fragmentarios de conflicto abierto entre ambos Capítulos.

Con sus fuerzas reducidas, pero sin querer abandonar su posición, los Ángeles Ardientes, con el permiso expreso del Gran Comandante Carab Culln, se retiraron de la Guerra de Badab en 910.M41, con el deseo de evitar una guerra civil en las propias filas Leales, suponiendo un triste final para lo que había sido un valiente y ejemplar papel en la guerra.

Reclutamiento[]

Los Ángeles Ardientes tienen su base en la Torre Ateneo, una estación-fortaleza autocontenida en una isla del mundo colmena de Lorin Alfa. Sus aspirantes son una mezcla de hijos de la respetable casta militar de Lorin Alfa y de miembros de las violentas bandas de las colmenas, y los futuros Neófitos se escogen mediante una prueba trianual de combate, miedo y resistencia conocida como la Prueba de Fuego. Estas pruebas se realizan en forma de sangrientos torneos supervisados por el Señor de los Reclutas del Capítulo, y se llevan a cabo bajo los sagrados auspicios de la Capellanía de los Ángeles Ardientes, asistida por el Ministorum de Lorin. Se considera un gran logro ser escogido para participar. La Prueba de Fuego enfrenta primero a los participantes con otros de la misma región y, a medida que los débiles o indignos van quedando atrás, se van enfrentando con los rivales supervivientes de todo el mundo colmena hasta que quedan únicamente los más fuertes de cuerpo, mente y espíritu, y menos de una veintena de aquellos que participan en la Prueba de Fuego serán finalmente elegidos para comenzar su iniciación en el Capítulo.

Doctrina de combate[]

Los Ángeles Ardientes son famosos por su conservadurismo en aspecto y naturaleza, cumpliendo fielmente las directrices del Codex Astartes. Esto es quizás inevitable en un Capítulo tan joven, que aún tiene que desarrollar las idiosincrasias típicas de otros que llevan milenios combatiendo. Los Hermanos de Batalla del Capítulo se entrenan en todos los aspectos de la guerra, pero se centran en aquellos considerados básicos en el estilo bélico de los Marines Espaciales. El Capítulo carece de grandes cantidades de máquinas de guerra y armas especializadas, y emplea un extenso número de Rhinos y de las muchas variantes basadas en este venerable chasis.

El enfoque de los Ángeles Ardientes hacia la guerra es racional y metódico en comparación con otros Capítulos, y la disciplina y la atención a su sagrada tarea son virtudes mucho más deseables para ellos que cualquier búsqueda de gloria por sí sola. El Capítulo prefiere depender principalmente de las doctrinas estratégicas rígidas y probadas a la hora de armar a sus fuerzas, y rara vez se aparta de ellas, salvo en circunstancias inusuales. Algunos ejemplos de esta panoplia estándar incluyen armar habitualmente sus Escuadras Tácticas con bólteres pesados para el fuego de apoyo y con armas de fusión para destruir blindados a corta distancia, mientras que sus Escuadras de Asalto prefieren los lanzallamas como arma antipersona. Otra de sus tradiciones marciales destacables es su preferencia por la espada en sus diversas formas, no solo como un arma adaptable para el cuerpo a cuerpo, sino también como un símbolo de rango y fuerza espiritual dentro del Capítulo. Cada Marine Espacial considera su hoja como un punto focal físico de su honor personal y sus oraciones al Dios-Emperador de la Humanidad.

Organización[]

El Capítulo de los Ángeles Ardientes puede ser considerado un Capítulo Codex en la mayoría de aspectos, aunque interpretan el Codex Astartes desde las tradiciones militares aristocráticas del antiguo mundo colmena en el que están asentados.

Debido quizás en no poca medida a su relativa juventud, carecen de muchas de las valiosísimas reliquias de guerra que pueden desplegar otros Capítulos más antiguos y, en su lugar, han aprendido a confiar en la tecnología imperial, que es relativamente fácil de producir. En la práctica, esto significa que los Ángeles de Ardientes hacen un amplio uso de equipo y vehículos "básicos" del Codex Astartes, como el Rhino o el Predator, mientras que la mayor parte de su 1ª Compañía es desplegada como Escuadras de Veteranos de la Guardia. Si bien poseen ejemplares de armaduras de Exterminador, Land Raiders y Dreadnoughts, proporcionados todos ellos por los Tecnosacerdotes de Marte durante su Fundación, y son materiales a los que se les tiene en muy alta estima, siguen siendo relativamente escasos en número, y por tanto su empleo forma pocas veces parte de la estrategia de batalla del Capítulo.

Condicionados quizás por sus primeras experiencias en combate en las infames Guerras del Diezmo de Fenright, los Ángeles Ardientes han mostrado desde hace mucho predilección por realizar despliegues mecanizados siempre que resulta práctico, más que por los asaltos con Cápsulas de Desembarco o por la infiltración. Esta táctica también se nutre de la capacidad de las antiguas fábricas de Lorin Alfa para producir el venerable chasis del Rhino y sus variantes y repuestos en cantidades tan grandes como requieran los Ángeles Ardientes. El resultado es que el Arsenal del Capítulo posee un número de tanques Predator, Whirlwind y Vindicator notablemente superior al que se pueden permitir otros Capítulos.

Creencias[]

Si hay algo que distingue a los Ángeles Ardientes del resto de Capítulos, es la forma en que honran al Emperador. Aunque el Culto Imperial predica que el Emperador es un dios, la mayoría de los Capítulos Astartes tienen sus propios cultos capitulares únicos, que en general le consideran un humano, aunque el más poderoso de la historia. Por el contrario, el culto capitular de los Ángeles Ardientes se adhiere firmemente a los dictados del Credo Imperial, compartiendo muchas de sus enseñanzas y creencias. En consecuencia, el Capítulo mantiene lazos cercanos con varios cuerpos del seno de la Eclesiarquía y hasta ha luchado junto a las Hermanas de Batalla del Adepta Sororitas. Los Hermanos de Batalla de los Ángeles Ardientes han recibido numerosas alabanzas y honores de los señores del Ministorum, algo que muy pocos Capítulos aceptan o reconocen. A menudo se ve a los guerreros del Capítulo decorar sus armaduras con diversos iconos del Credo Imperial cuando luchan contra los enemigos del Emperador.

También es interesante hacer notar que a pesar de ser un Capítulo Sucesor procedente de la semilla genética de los Ultramarines, no consideran a su Primarca Roboute Guilliman más que un guerrero excepcional, ni superior ni inferior a sus hermanos, pues para ellos solo el Emperador y sus santos son divinos, y proclamar lo contrario les parece una forma de idolatría.

Semilla genética[]

Emplean la semilla genética del Primarca Roboute Guilliman, tomada de las reservas almacenadas en Terra de sus Fundadores, los Ultramarines. La semilla genética de los Ultramarines es, con mucho, la más pura de todas y no se conocen aberraciones en su estructura. Cada uno de los órganos esotéricos utilizados en la ardua creación de un Marine Espacial es totalmente funcional.

Heráldica[]

Visten servoarmaduras plateadas (o blancas, según otras fuentes) con bordes rojos. El número y color de la Compañía están indicados en la rodillera derecha, y el tipo de escuadra en la izquierda. Su emblema es una cruz potenzada roja que adorna ambas hombreras.

Elementos conocidos[]

[Miembros][]

  • Haran Stark – Anterior Cónsul-Maestre. Se sacrificó en la batalla contra un poderoso Señor de la Transformación mientras defendían el sagrado Narthex de los Penitentes a mediados del M41.
  • Tarnus Vale, Héroe de las Llanuras de Askerlon – Tarnus Vale es el Pretor (Capitán) de la 3ª Compañía del Capítulo de los Ángeles Ardientes. Es uno de los mejores guerreros de todo su Capítulo, conocido por su indiferencia ante el peligro así como por un increíble talento para la guerra mecanizada. Durante la actuación del Capítulo en la Guerra de Badab, luchó en primera línea. Se hizo especialmente famoso por mantenerse firme ante los mortales contraataques de los Garras Astrales durante la Segunda Batalla de Sagan.
  • Dravholt - Marine de Asalto de la 8ª Compañía de Asalto. Destacó por su valor en la Segunda Batalla de Sagan.
  • Ortun - Tecnomarine. Murió y recibió la Orden del Martirio en la Segunda Batalla de Sagan.
  • Revok - Sargento Veterano Revok de la 1ª Compañía, asignado temporalmente al mando de la Escuadra Táctica Revok de la 3ª Compañía durante la defensa de la Polaris Ascendente.
  • Malsan - Marine Táctico de la Escuadra Revok. Muerto en un "sacrificio meritorio" en la defensa de la Polaris Ascendente.
  • Mordu - Marine Táctico de la Escuadra Revok. Participó en la defensa de la Polaris Ascendente, logrando causar 36 bajas confirmadas.
  • Leaor - Marine Táctico de la Escuadra Revok. Participó en la defensa de la Polaris Ascendente, logrando causar 45 bajas confirmadas y siendo declarado Stigmatum.
  • Dreaux - Marine Táctico de la Escuadra Revok. Participó en la defensa de la Polaris Ascendente, logrando causar ocho bajas confirmadas antes de morir.

Naves[]

  • Polaris Ascendente - Crucero de Asalto. Fue abordado por los Guerreros Mantis liderados por el Bibliotecario Jefe Ahazra Redth, cuyas tácticas de ataque y huida lograron dañar los reactores de plasma y las bodegas de armamento antes de retirarse, dejando al buque vulnerable. Horas después, cumpliendo la profecía de Ahazra Redth, dos Kruzeroz Matamuchoz Orkos aparecieron en el sistema, obligando a los Ángeles Ardientes a librar una defensa desesperada, en la que mataron a centenares de xenos y lograron destrozar una de las naves enemigas en un abordaje suicida, pero finalmente se vieron acorralados en cada vez menos secciones de su propio buque. Entonces los Guerreros Mantis reaparecieron y aniquilaron a los Orkos desde la retaguardia, y dejaron a los 37 Ángeles Ardientes supervivientes, todos ellos heridos de menor o mayor gravedad, en el planeta Sigard VI, bajo el cuidado de su Apotecario y sus servidores médicos. La Polaris Ascendente fue tomada como trofeo de guerra por los hombres de Ahazra.

Vehículos[]

  • Ferantus - Rhino del Arsenal. Destruido durante la Segunda Batalla de Sagan.
  • Cáliz de Llamas - Predator. Consiguió destruir siete tanques enemigos en la Primera Incursión de Vyaniah.
  • Caminante de las Tormentas - Thunderhawk de la 2ª Compañía. Participó en la Segunda Batalla de Sagan.

Reliquias[]

  • Luz del Castigo - El culto capitular de los Ángeles Ardientes se aferra mucho más a la doctrina de la Eclesiarquía que a las prácticas típicas de otros Capítulos, y su fervor se ha sumado a más de una Cruzada del Ministorum. Al final de la Cruzada de Hengistus, un Cardenal agradecido les entregó un lanzallamas que él mismo había bendecido y santificado según los ritos más elevados, que después pasó a manos de los Vigías de la Muerte durante una operación conjunta contra cultos adoradores de xenos en el sector Gladius.

Notas[]

Nota de traducción[]

La traducción del nombre del Capítulo (Fire Angels) no es oficial y fue escogida por los editores de Wikihammer. Los Ángeles Ardientes no deben confundirse con los Ángeles de Fuego (Angels of Fire).

Conflicto de canon[]

Tanto el Warhammer 40,000: Compendium de 1ª Edición como el libreto Adeptus Astartes Successor Chapters muestran sus servoarmaduras de color blanco, pero los volúmenes II (2ª edición), IX y X del Imperial Armour de Forge World las representan plateadas.

[Trasfondo Antiguo][]

[Pendiente de recabar datos, disculpen las molestias.]

Galería[]

Leer más[]

Lista de Ejércitos de Marines Espaciales.

Lista de Capítulos Sucesores.

Lista de Capítulos Leales.

Fuentes[]

  • Warhammer 40,000: Compendium (1ª Edición).
  • Adeptus Astartes Successor Chapters.
  • Imperial Armour II (2ª edición), IX.
  • Deathwatch: Honour the Chapter (Juego de Rol).
  • Deathwatch: Emperor's Chosen (Juego de Rol).

Por revisar: Compendium, White Dwarf nº 101 (Edición inglesa), Imperial Armour IX-X.

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