El Sargento Guillermito, mascota de los Marines Espaciales, tiene el honor de patrocinar este espacio por orden del Capellán Cassius de los Ultramarines. ¡Pulsa sobre él y te acompañará a una Cruzada épica! ¡Lee más! ¡Sin piedad, sin remordimientos, sin miedo! |
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"Los vientos del desierto no se preocupan de quién son los huesos que blanquean."
- —Proverbio del Cúmulo de Endymion
Los Guerreros Mantis (Mantis Warriors en inglés), conocidos originalmente como la Legión Mantis (Mantis Legion en inglés), son un Capítulo leal de Marines Espaciales que se cree que fue creado como parte de la 8ª Fundación, en el 598.M35, para ayudar a los Cicatrices Blancas en su tarea de monitorizar y neutralizar las muchas amenazas que albergaba la Tormenta Disforme conocida como El Torbellino, que se encuentra en el Segmentum Ultima. También recibieron órdenes por parte de los Altos Señores de Terra de convertirse en parte de una alianza de tres Capítulos de Marines Espaciales conocidos como los Guardianes del Torbellino, que también incluían a los Garras Astrales y los Lamentadores. Los Guerreros Mantis hicieron guardia sobre la región estelar de la Zona del Torbellino conocida como el Cúmulo de Endymion, que contenía un gran número de Mundos Feudales y Salvajes habitados por humanos.
Cuando el Señor del Capítulo Lufgt Huron de los Garras Astrales declaró que el Sector Badab se había independizado del Imperio, en respuesta a demandas formuladas por los Altos Señores de Terra, que parecían ser injustas intrusiones en la tradicional autonomía de los Adeptus Astartes, los Guerreros Mantis se unieron a los Garras Astrales y los demás Capítulos Guardianes del Torbellino para defender lo que consideraban sus justas prerrogativas y su deber, instilado por el Emperador, de proteger a las gentes de su región de la Zona del Torbellino lo mejor que pudieran.
Los Guerreros Mantis, al igual que los demás Capítulos Guardianes del Torbellino, desconocía que Lufgt Huron, en su soberbia, había caído presa del deseo de poder y de las tentaciones del Caos, y cuando concluyó la guerra civil conocida como la Guerra de Badab, los Guerreros Mantis pidieron y recibieron el perdón del Emperador después de que la Inquisición determinara que no existía ninguna clase de corrupción del Caos en su interior. Se decretó que las acciones de los Guerreros Mantis habían sido provocadas por un error honesto y por los engaños del hombre conocido hoy en día como Huron Blackheart, traidor al Emperador y sirviente de los Poderes Ruinosos. Se arrebató al Capítulo su derecho a proteger el Cúmulo de Endymion, el cual fue entregado al Capítulo de los Carcharodones (también conocido como los Tiburones Espaciales), mientras que los Guerreros Mantis recibieron el castigo de iniciar una Cruzada Penitente de 100 años estándar de duración, durante la cual no podrían reclutar a ningún Neófito para cubrir sus bajas. Sin embargo, después de la participación del Capítulo, a finales del M41, en la defensa del planeta Herodian IV, un mundo de gran importancia estratégica, contra una Flota Enjambre Tiránida, la Inquisición consideró que el Capítulo ya había cumplido con su penitencia al Emperador y que podría volver a reclutar tropas para cubrir sus enormes pérdidas.
Historia[]
Conocidos desde hace mucho tiempo en el Segmentum Ultima por su astucia, el Capítulo de los Guerreros Mantis es, ciertamente, uno de los defensores más desconocidos del Imperio de la Humanidad. Para aquellos que han oído hablar de ellos más allá de la Franja Este de la Galaxia, los Guerreros Mantis son famosos por su habilidad con la guerra de guerrillas, las devastadoras emboscadas u los súbitos asaltos a gran escala que son capaces de desencadenar sobre sus enemigos. Como ocurre con otros muchos Capítulos a los que se les ordena que actúen como centinelas de las lejanas fronteras, o llevar a cabo vigilias en los oscuros lugares remotos de la Galaxia, en donde aguardan las más oscuras amenazas, los Guerreros Mantis han estado solos durante mucho tiempo, su autonomía apenas cambió y ningún otro aliado vino en su ayuda.
Esta persistente soledad cambiaría en el 587.M41 cuando, por edicto de los Altos Señores de Terra, los Guerreros Mantis y sus protegidos dentro del Cúmulo de Endymion fueron incorporados a la recientemente formada alianza de Capítulos de Marines Espaciales conocida como los Guardianes del Torbellino. Con este cambio en su estado llegó, por primera vez en su historia, una alianza de larga duración con dos Capítulos poderosos y muy distintos en aspecto y cultura, los Garras Astrales y los Lamentadores. Por desgracia, esta alianza resultaría ser los cimientos de la destrucción de los Guerreros Mantis.
Como suele ocurrir con muchos Capítulos Astartes de oscuro origen, muchos de los detalles concernientes a la historia del Capítulo y a la disposición inicial de los Guerreros Mantis han desaparecido de los registros imperiales oficiales. Las leyendas y tradiciones que los propios Guerreros Mantis conocen acerca del asunto se han entrelazado tanto con mitos y densas alegorías que resulta casi inútil el intentar extraer cualquier clase de información. El registro más temprano existente en los archivos imperiales que puede guardar alguna relación con los Guerreros Mantis puede hallarse en el "Libris Gloriana", un tratado de 777 volúmenes del estado del poder imperial que fue creado durante la ascensión del Alto Señor Gogol tras el Interregno de Nova Terra, en el 093.M36. La gran acumulación de datos del "Libris Gloriana" es un bien de los más raros, una crónica histórica y exhaustiva del Imperio. Sin embargo su información ha sido repetidamente suprimida y censurada por las autoridades imperiales, por lo que muchos dudan de su veracidad, temiendo que se hayan realizado demasiadas "revisiones". Otra dificultad existente que reduce la utilidad del texto es el particularmente oscuro dialecto de gótico clásico en el que está escrito el tratado, que fue popular en la corte terrana de los Altos Señores de aquella época. Menciona en términos rimbombantes a un Capítulo del Adeptus Astartes, una "…legión guerrera de los Manos de la 8ª Fundación" (lo que situaría sus orígenes a mitad del M34) "…del linaje del gran Khan, y del de sus hijos los Invasores". El texto continúa con la alabanza de sus éxitos al combatir a los traidores del Ojo del Terror, así como al aplastar amenazas xenos, y dice de ellos que operaban lejos de su hogar. El antiguo texto no menciona el nombre del Mundo Capitular de dicho Capítulo Astartes ni cita el sistema estelar en el que podría hallarse.
Que el antiguo Capítulo del que se habla en el "Libris Gloriana" y los Guerreros Mantis de la Guerra de Badab sean uno y el mismo parece probable, ya que las propias leyendas e historias del Capítulo hacen mención a una gran calamidad del pasado contra la que lanzaron una Cruzada que duró muchos siglos. Aún más revelador es el hecho de que la semilla genética de los Guerreros Mantis muestre marcadores genéticos compatibles con la línea de sangre de los Cicatrices Blancas (el Capítulo de los Invasores era un Capítulo Sucesor de los Cicatrices Blancas de la Segunda Fundación). Esta última prueba es particularmente importante, ya que debido a algunas dificultades biogenéticas endémicas en su cultivo por el Adeptus Mechanicus, la semilla genética de los Cicatrices Blancas ha sido, históricamente, una de las menos empleadas para la creación de Capítulos de Marines Espaciales. De hecho, menos de una décima parte de las unidades de Adeptus Astartes actualmente en activo deben sus orígenes a los herederos de Jaghatai Khan.
Los primeros registros históricos verdaderamente fiables referentes a los Guerreros Mantis proceden del 455.M38, cuando el Magos Invilgia del Mechanicus reseñó haber recibido un diezmo de semilla genética procedente de los Guerreros Mantis. Esta prueba indica que el Capítulo ya había situado su base en el Cúmulo de Endymion, ya que consta que la recolección sufrió de grandes retrasos provocados por las hostiles condiciones locales de la región (una reseña que indica que el Mechanicus ya había llevado a cabo otras recogidas en el pasado con mayor éxito, aunque los registros de dichos diezmos se perdieron para la posteridad hace mucho tiempo). Esta prueba, combinada con otras muchas pistas, como la presencia del Capítulo en los mitos de los pueblos indígenas de los planetas Lastratti y Hu, indica que los Guerreros Mantis habían estado presentes en el Cúmulo de Endymion como sus guardianes los últimos 1000 años estándar. La dificultad para determinar la historia y orígenes de los Guerreros Mantis no debería resultar una sorpresa al tratarse de un Capítulo que parece valorar su soledad y autonomía.
El carácter de los Guerreros Mantis siempre ha podido ser definido como fundamentalmente distante, sin interesarse en lo que ocurría en el extenso Imperio excepto cuando los diversos sucesos se cruzaban con sus propios asuntos o con los asuntos de las regiones de la frontera imperial que estaban a su cargo. De hecho, en los días previos a que recibieran órdenes de los Altos Señores de Terra de convertirse en parte de los Guardianes del Torbellino, su único contacto real con otras organizaciones imperiales era con el misterioso Capítulo de los Vigías de la Muerte de la Ordo Xenos de la Inquisición, al cual los Guerreros Mantis enviaron muchos Astartes a lo largo de los años, y que tenían intereses similares en contener y eliminar la miríadas de amenazas xenos en la Zona del Torbellino y en los Páramos de Golgotha.
Guerra de Badab[]
Durante la Guerra de Badab, los Guerreros Mantis se aliaron con sus compañeros de los Guardianes del Torbellino, los renegados Garras Astrales y los Lamentadores, así como con el Capítulo de los Ejecutores, quienes debían ayuda a los Garras Astrales. Cada uno de ellos respondió a la llamada de Lufgt Huron para defender, al separarse del Imperio, lo que veían como la tradicional autonomía y las prerrogativas políticas de los Adeptus Astartes del acechante Administratum y la siempre recelosa Inquisición.
El primer enfrentamiento registrado en el conflicto entre los Marines Espaciales leales y los Guerreros Mantis se produjo en el 904.M41, después de que la nave Heraldo Rojo de los Halcones de Fuego fuera atacada y capturada por los Guerreros Mantis. En el 907.M41, mientras Badab era asediada por las fuerzas leales, dos Capítulos fueron enviados a investigar los mundos ocupados por los Guerreros Mantis y los Ejecutores. En el 912.M41, la rebelión fue sofocada y los Garras Astrales fueron destruidos casi por completo. Los Guerreros Mantis, quienes admitieron que habían sido engañados por Lufgt Huron, corrompido por el Caos, para ayudarle en su rebelión contra el Imperio, y que no estaban defendiendo tal y como creían la tradicional autonomía de los Adeptus Astartes, recibieron el perdón del Emperador por su intervención en el conflicto, siendo enviados en una Cruzada Penitente de cien años de duración. A Khoisan Neotera, el Señor del Capítulo de los Guerreros Mantis superviviente, se le retiraron los honores y la armadura, encerrándolo en aislamiento perpetuo en la prisión imperial conocida como el Penitentiacon para el resto de su vida.
Como parte de su Cruzada Penitente, los Guerreros Mantis renunciaron a su tutela sobre el Cúmulo de Endymion, pasando este a ser responsabilidad del Capítulo de los Carcharodones, quienes habían intervenido en el conflicto del lado de las fuerzas leales y habían lanzado el asalto final sobre las fortificaciones de los Guerreros Mantis en Tranquility II. Esto significó que, durante la duración de su Cruzada Penitente, los Guerreros Mantis tuvieron prohibido reclutar nuevos Neófitos. A finales del M41, estaban críticamente carentes de personal debido a las graves bajas sufridas. Sin embargo, los recientes acontecimientos de Herodian IV han permitido a los Guerreros Mantis reclamar la bendición del Emperador y volver de nuevo a reclutar Neófitos. Sin embargo la redención puede haber llegado demasiado tarde, y el que el Capítulo consiga sobrevivir o sigue siendo un problema real para los Guerreros Mantis, quienes quizá lleguen a ver el nombre de su Capítulo añadido a los que ya están en el Pasillo de los Héroes del Palacio Imperial, los cuales representan a todos aquellos que fueron destruidos mientras defendían el Reino del Emperador.
Tras la Guerra de Badab[]
Antes de la rebelión, los Guerreros Mantis presentaban una tasa de ingresos e inducción por encima de la media dentro de los Vigías de la Muerte de la Inquisición, pero desde su caída en desgracia sólo un puñado de Guerreros Mantis ha sido aceptado. Ya no tienen prohibido por orden inquisitorial el reclutar nuevos Neófitos, debido a sus acciones en ayuda de los Guardianes de la Muerte contra la incursión de la Flota Enjambre Tiránida escindida lanzada contra el estratégicamente situado planeta Herodian IV, aunque la cantidad de integrantes del Capítulo sigue siendo alarmantemente baja debido a las grandes pérdidas sufridas durante la campaña. Muchos Guerreros Mantis creen que su Capítulo está maldito, y muchos fuera del Capítulo siguen viendolos como traidores a pesar de haber recibido el perdón oficial. Han sido descritos como "un Capítulo en el filo de la ley, balanceante al borde del abismo del olvido y acercándose a las fronteras de la extinción, que lucha desesperadamente por recuperar su justo lugar entre los elegidos. No son renegados o fuera de la ley, pero no encontrarán su hogar en el Imperio de la Humanidad".
Acciones notables[]
- La Caza de Kharfra el Antípata (330.M39): El Cardenal Kharfra, quien había sido corrompido por el Caos y había fundado un Culto secreto del Caos dentro del Adeptus Ministorum, fue descubierto cuando fracasó su intento de asesinar al Eclesiarca Nyber Vasille, lo que llevó a Kharfra el Antípata y sus cultistas a huir durante décadas de la justicia imperial, causando una ola de destrucción a través del Segmentum Solar a medida que escapaban. Fueron los Guerreros Mantis quienes acabaron llevando derribando al blasfemo sacerdote. Usando datos de inteligencia obtenidos por sus Bibliotecarios al interrogar a los piratas del Torbellino, los Guerreros Mantis descubrieron que el Antípata se había refugiado entre los renegados del Caos que habitaban en los Páramos de Golgotha. Durante la cacería, que duró cinco largos años, los Guerreros Mantis descubrieron la fortaleza de Kharfra entre las ruinas pre-imperiales del Mundo Letal de Parasis. Los Guerreros Mantis se infiltraron en las asquerosas junglas fúngicas que rodeaban la fortaleza, derrotando a un ejército de mutantes y herejes cinco veces superior a ellos antes de capturar al propio Kharfra, convertido ahora en un necio mutante del Caos, en las alcantarillas que se encontraban bajo la fortaleza. El Antípata fue entregado en el torreón de guardia de la Inquisición en el planeta Valsingam para ser juzgado. Por esta acción los Guerreros Mantis se ganaron la gran gratitud de la Eclesiarquía.
- El Flagelo de los Lores Esclavistas (901.M40): En los siglos previos que los Altos Señores de Terra dieran órdenes para la creación de la alianza de los Guardianes del Torbellino para defender la región, el número de ataques de los renegados del Caos y de los xenos de la Zona del Torbellino alcanzó su máximo nivel en 2000 años estándar. Superados aplastantemente en número, los Guerreros Mantis se vieron forzados a emplear tácticas creativas y gran inteligencia para poder luchar, atrayendo a sus enemigos a emboscadas donde pudieran llevarlas a cabo y buscando pelear tan sólo cuando de verdad dispusieran de la ventaja. Aunque esto funcionó bastante bien cuando se trataba de enfrentarse a Orkos y Corsarios del Caos, los piratas Drukhari conocidos como los Lores Esclavistas eran algo completamente diferente. Crueles y sádicos más allá de lo imaginable por el ser humano, los Drukhari eran seres de sombra y niebla, demasiado móviles y elusivos como para poder ser atrapados con facilidad por los Guerreros Mantis, incluso teniendo en cuenta su gusto por las trampas. Los Drukhari solían capturar a sus presas en mundos indefensos, transportando miles de personas asustadas y llorosas hasta un destino peor que la muerte en su Ciudad Oscura de Commorragh, situada dentro de los laberínticos corredores extradimensionales de la Telaraña Aeldari. La presa favorita de los Lores Esclavistas eran los indefensos convoyes mercantes imperiales y los puestos de avanzada planetaria aislados. Tras la muerte de 60 Astartes de los Guerreros Mantis en un fallido intento de defender la principal ciudad-santuario del Mundo Feudal de Tranquility II de un asalto de los Drukhari, el Capítulo decidió dedicar todos sus recursos a la destrucción de los Lores Esclavistas. Con la ayuda de sus Bibliotecarios, famosos por sus habilidades para la intriga y el engaño, los Guerreros Mantis idearon un costoso plan para derrotar a los Lores Esclavistas. Extendieron por toda la región el rumor de que defenderían el Mundo Desértico de Tranquility II con todos los recursos a su disposición y situaron naves adicionales de la flota del Capítulo guardando el sistema. Después reunieron a la mayoría de la escasa población del planeta, apenas un millón de personas, en un campamento defendido por dos fuerzas de Marines Espaciales, una altamente visible y la otra escondida entre las arenas de los desiertos del planeta. Cuando los Guerreros Mantis recibieron noticias de ataques de distracción de los Drukhari llevados a cabo sobre la colonia minera espacial de Sigard, el Capítulo ordenó a su flota abandonar el Sistema Tranquility y dirigirse a Sigard, dejando aparentemente el planeta completamente desprotegido. Cuando los Drukhari, predeciblemente, atacaron Tranquility creyendo que los Guerreros Mantis se habían tragado el cebo, los Marines Espaciales tuvieron que aguardar pacientemente hasta que los Drukhari se dedicaron por completo al asalto, matando o capturando centenares de inocentes antes de que los Guerreros Mantis hicieran saltar su trampa. Los Guerreros Mantis escondidos surgieron de entre las arenas del desierto para enfrentarse a su enemigo mientras dos Destructores clase Cobra de la flota del Capítulo, que habían sido enterrados meses antes, se sacudieron la arena que los cubría y dispararon sus torpedos a bocajarro contra las naves y deslizadores de los Drukhari. Las cabezas de fusión de los torpedos dañaron gravemente las naves ligeramente blindadas de los Lores Esclavistas, quienes inmediatamente escaparon de planeta, dejando a sus camaradas de la superficie para ser masacrados por los enfurecidos Marines Espaciales y las tribus de los desiertos de Tranquility. Sin embargo, la flota del Capítulo de los Guerreros Mantis apareció desde el espacio disforme justo cuando las naves de los Drukhari llegaban al exterior del sistema, ya que nunca habían partido hacia Sigard. Lo que quedaba de la flota de los Lores Esclavistas quedó destruido, acabando para siempre con la amenaza que esta Kábala de los Drukhari representaba para los habitantes del Cúmulo de Endymion.
- Guerra de Badab (901-912.M41): A comienzos de la Guerra de Badab, los Guerreros Mantis se encontraban un poco por debajo de su fuerza total debido a las incursiones que habían lanzado contra los xenos en las fronteras externas del Torbellino y el daño resultante recibido en combate por la 4ª Compañía al enfrentarse contra los Genestealers de Verkruz. El Capítulo disponía de unos 800 Hermanos de Batalla, de 60 a 80 Marines Exploradores, el cuerpo oficial de servidores y siervos del Capítulo, así como de 1 Barcaza de Batalla, 3 Cruceros de Asalto, 2 Cruceros de Vanguardia, 6 transportes armados y, al menos, 19 Naves de Escolta y Naves de Ataque. Las razones de los Guerreros Mantis para entrar en la Guerra de Badab eran sencillas: Valoraban en gran medida su alianza con el resto de los Guardianes del Torbellino, viendo el ataque a uno de ellos, incluso si era realizado por el propio Imperio, como un ataque contra ellos mismos. En 904.M41 se ganaron el dudoso honor de haber sido la primera fuerza separatista en abrir fuego contra sus compañeros Astartes cuando atacaron y capturaron la nave Heraldo Rojo del Capítulo de los Halcones de Fuego cuando estos penetraron en su territorio y rehusaron sus demandas de abordaje. En el 906.M41, la tragedia se abatió sobre los Guerreros Mantis durante las primeras fases de la Guerra de Badab. Mientras las fuerzas leales y separatistas parlamentaban bajo bandera de tregua en el planeta Grief, el artero Lufgt Huron y su Capítulo Renegado de los Garras Astrales lanzaron un ataque por sorpresa contra los Escorpiones Rojos, en el que tanto el Señor del Capítulo de los Escorpiones Rojos, el Alto Lord Comandante Verant Ortys, como el Señor del Capítulo de los Guerreros Mantis, Yarvan Sartaq, murieron durante el combate. A medida que avanzaba el conflicto, los Guerreros Mantis se fueron involucrando en todos los niveles del esfuerzo bélico separatista, luchando en campañas de guerra de guerrillas contra las fuerzas leales, superiores en número, empleando en ocasiones técnicas de ataque y huída a gran velocidad. La mayor d estas emboscadas se produjo en el planeta Bellerophon's Fall, en donde destrozaron al Capítulo de los Marines Errantes. Poco después del descubrimiento del carácter herético de Lufgt Huron y su Capítulo, la Inquisición envió misiones de reconocimiento a los planetas natales de los Capítulos de los Guerreros Mantis y los Ejecutores para buscar cualquier clase de evidencia de que participaban en la herejía, a la vez que intentaban encontrar cualquier clase de modificación genética o desviación moral. Los Guerreros Mantis negaron a los enviados inquisitoriales destinados al Cúmulo de Endymion el acceso a las bases ocultas del Capítulo, aunque si entregaron muestras de la semilla genética de los Guerreros Mantis para su estudio, la cual resultó encontrarse dentro de los límites tolerados, aunque si se detectaron algunas disonancias genéticas. La fuerza de los Guerreros Mantis disminuyó severamente a medida que progresaba la guerra, al irse agotando de luchar contra las fuerzas leales en la Campaña de Tranquility para defender el Sistema Tranquility y el Mundo Desértico de Tranquility II en el Cúmulo de Endymion y tras el incendiario bombardeo de castigo que las fuerzas leales desencadenaron sobre Sacristan. Existen pruebas que indican que, ya en el 908.M41, el Capítulo había empezado a albergar dudas acerca del rumbo de la guerra y de las autenticas metas y alianzas de Lufgt Huron y los Garras Astrales, pero ya se había derramado demasiada sangre por aquel entonces para que el orgullo del Capítulo les permitiera otro curso de acción que no fuera dar una conclusión violenta al conflicto. Esto ocurrió al fin cuando las fuerzas leales, encabezadas por las fuerzas del salvaje Capítulo de los Carcharodones, asaltó frontalmente Tranquility II aplastando definitivamente la resistencia de los Guerreros Mantis. Sin embargo el Capítulo separatista golpeo tan duro como recibió, ya que al final 300 Hermanos de Batalla consiguieron sobrevivir al conflicto para enfrentarse al juicio y justicia del Emperador. Un año después de la destrucción de Badab Primaris, en el 913.M41, se juzgó a las restantes fuerzas separatistas de los Capítulos de los Garras Astrales, los Ejecutores, los Guerreros Mantis y los Lamentadores ante una Corte Consistorial compuesta especialmente por miembros de entre sus pares en el Adeptus Astartes. La misma existencia de estos Capítulos estaba en juego. A pesar de los intentos del Inquisidor Legado por poner el asunto bajo jurisdicción inquisitorial, un cónclave de cinco Señores de Capítulo de los Marines Espaciales, cuyas fuerzas no se habían visto implicadas en el conflicto, fueron escogidos para actuar como jurado, tal y como estipulaba la tradición Astartes. La Corte Consistorial declaró culpables a todos los Capítulos que tomaron parte en la Secesión de Badab del cargo de haber violado tanto las directrices del "Codex Astartes" como los antiguos juramentos establecidos con el Emperador que aquel representaba. Los Guerreros Mantis fueron hallados culpables de rebelarse contra el Imperio, no por alojar intenciones traicioneras, sino por haber sido engañados y manipulados sin darse cuenta por el Tirano de Badab. Tras la Guerra de Badab, los Guerreros Mantis fueron sentenciados a llevar a cabo una Cruzada Penitente de un siglo de duración contra los enemigos del Emperador, durante la cual tendrían prohibido reclutar nuevos Neófitos para compensar sus pérdidas. Su futura supervivencia dependería, pues, de su propia habilidad y de la gracia y benevolencia del Emperador.
- Campaña de Centius (Fecha desconocida, M41): La totalidad de la 1ª Compañía de Veteranos de los Guerreros Mantis fue desplegada para la campaña imperial en Centius.
- Batalla de Herodian IV (999.M41): Los Guerreros Mantis respondieron a una llamada de auxilio procedente del planeta Herodian IV, el cual estaba siendo atacado por una Flota Enjambre Tiránida escindida. Consiguieron evacuar 270.000 personas fuera del planeta, pero la 2ª Compañía quedó gravemente dañada al defender una estación del Adeptus Mechanicus situada en el planeta antes de la llegada de un Equipo de Eliminación de los Vigías de la Muerte y una flota inquisitorial, atraídos al planeta debido a su estratégica posición junto a una ruta disforme considerada como crítica para los esfuerzos imperiales e caso de tener que defenderse de un ataque de las fuerzas del Caos procedente del Ojo del Terror. Tras la exitosa defensa del Sistema Herodian contra los Tiránidos, la Inquisición determinó que las acciones de los Guerreros Mantis habían restaurado en ellos la bendición del Emperador, por lo que se les permitía de nuevo volver a reclutar Neófitos para reponer sus pérdidas.
Organización[]
Al contrario que sus progenitores, los Cicatrices Blancas, las técnicas de despliegue y organización del Capítulo de los Guerreros Mantis obedecen lo mejor posible las ordenanzas del "Codex Astartes", estableciendo los tipos de sus Compañías, sus estructuras de mando, tipos de oficiales, número de efectivos y otros elementos comunes de la estructura normal de un Capítulo de Marines Espaciales según las instrucciones y cifras indicadas en el Codex. Sin embargo, en la práctica, debido a la historia de aislamiento del Capítulo respecto del resto del Imperio y a su falta de recursos tecnológicos avanzados, los Guerreros Mantis han luchado en bastantes ocasiones por debajo de su potencial normal, particularmente en lo que se refiere al uso de vehículos blindados pesados como Predators o Land Raiders, de los que poseen muy pocos. El lento desgaste, casi continuo, de sus fuerzas ha hecho necesario que acudan al combate con un complemento de Hermanos de Batalla menor de lo que sería recomendable. Esto ha llevado en ocasiones a los Guerreros Mantis a concentrar sus recursos y limitada capacidad en equipo bélico del que puedan sacar el mejor partido. Esto es adecuado para su estilo de combate, que depende principalmente en tácticas de guerrilla, rápidos ataques y retiradas y engaño. En el momento de su historia en el que se encontraron en su punto más bajo, aún fueron capaces de utilizar una flota considerable de cañoneras Thunderhawk y otras naves de ataque para asegurar su movilidad en el campo de batalla.
Los Guerreros Mantis disponen de una unidad especial de combate dentro de su Capítulo, conocida como los "Mantidae Orantes", un grupo de guerreros encargados con la misión de rastrear y acabar con los renegados Garras Astrales (que ahora reciben el nombre de Corsarios Rojos), responsables de engañar a los Guerreros Mantis. Estas unidades de élite reciben un entrenamiento especial adicional no aplicado a los Astartes "normales". Se les suele reconocer por los extensos tatuajes serpentiformes que recorren sus cuerpos y llegan hasta su cuello. Los Hermanos de Batalla de los Guerreros Mantis veteranos de la Campaña de Tranquility, que representó el final de la Guerra de Badab, fueron reunidos en Escuadras de Francotiradores conocidos como "Escuadras Francotiradoras de Tranquility". Estos Marines Espaciales son famosos en todo el Imperio por su uso de los rifles de francotirador y por sus servoarmaduras atigradas a rayas amarillas y negras, empleadas originalmente como camuflaje en los entornos desérticos de Tranquility II, y que ahora son una marca de distinción para ellos.
Doctrina de combate[]
Los rasgos nativos de los Guerreros Mantis mejoran y se afinan aún más al convertirse en Hermanos de Batalla de pleno derecho, tras conseguir décadas de experiencia de combate en el campo de batalla y despertar la ferocidad inherente en la semilla genética de sus progenitores. Al contrario que sus ancestros en los Cicatrices Blancas, sus salvajes corazones se ven templados por un rasgo de oscuro misticismo. El poder concentrado de los Guerreros Mantis como Capítulo es similar a una galerna repentina que aparece y desaparece sin previo aviso, dejando solo devastación en su estela. Como ya se ha indicado, son maestros en técnicas de guerra de guerrillas y en tácticas de asalto e incursión, por lo que siempre intentarán evitar el combate a través de los engaños o la astucia hasta poder obtener la máxima ventaja táctica antes de desencadenar la furia de su asalto.
Cúmulo de Endymion[]
El Cúmulo de Endymion, la región estelar que se encargó proteger a los Guerreros Mantis como parte de los Guardianes del Torbellino, era una región del espacio imperial situada directamente al este galáctico de Terra, en la peligrosa pero rica en recursos Zona del Torbellino del Segmentum Ultima. Estaba compuesta por veinte planetas, seis de los cuales tenían una gran importancia. El Cúmulo estaba rodeado por todas partes por áreas de espacio deshabitadas, y nunca había demostrado tener la coherencia económica o política necesaria para ser aceptado como un Sector imperial plenamente formado, ya que la mayoría de los planetas habitados por humanos del Cúmulo eran Mundos Salvajes o Feudales pre-industriales. El Cúmulo de Endymion estaba localizado en una ubicación astrográfica increíblemente peligrosa, con los horrores de la Fisura Disforme del Torbellino situado tras él y los Páramos de Golgotha, infestados de xenos, entre el Cúmulo y los mundos del corazón del Imperio. Debido a la proximidad del Cúmulo al Torbellino existían muy pocas rutas disformes estables que entraran o salieran del Cúmulo, y la que existían estaban plagadas por Tormentas Disformes o ataques xenos o demoníacos. Los Guerreros Mantis sirvieron como guardianes del Cúmulo, protegiendo a sus gentes durante miles de años, aunque en lugar de establecer su Fortaleza-Monasterio en un único planeta, prefirieron fundar un puñado de pequeños bastiones y torreones de guardia por toda la región, muchos de los cuales se hallaban hábilmente ocultos para maximizar el gusto del Capítulo por los ataques de guerrilla y los ataques rápidos.
Sin embargo, la mayor y más importante base de los Guerreros Mantis en el Cúmulo se encontraba en una región del Mundo Letal de Tranquility III, llamada por el Capítulo el Valle de los Nueve Vientos. La base era utilizada principalmente como un área de entrenamiento para los Iniciados y los Neófitos del Capítulo, muchos de los cuales eran reclutados de entre las gentes del Cúmulo de Endymion, particularmente el Mundo Desértico de Tranquility II. El control del Capítulo sobre el Cúmulo de Endymion resultaba vital no sólo por la protección de los habitantes de dichos planetas, sino también porque proveía de un área de operaciones de vanguardia para el Capítulo, que había recibido órdenes de purificar los Páramos de Golgotha y el propio Torbellino de crueles amenazas xenos y demoníacas mucho más peligrosas que el ocasional corsario humano o pirata Orko. Por su parte, las gentes del Cúmulo, en su mayoría habitantes de Mundos Feudales y Salvajes, creían que los Guerreros Mantis eran los espíritus personificados de insectos guerreros enviados por el Dios-Emperador para protegerles, y su lealtad al Capítulo era profunda debido a las incontables ocasiones en que los Astartes habían salvado literalmente de las hordas del infierno a los habitantes del Cúmulo, así como por el hecho de que gran parte de los Guerreros Mantis procedían de sus tribus y ciudades. Fueron estas gentes las que durante la Guerra de Badab se pusieron tan confiadamente en manos de sus antiguos protectores y parientes, pagando un terrible precio en sangre cuando las fuerzas leales desencadenaron su asalto final contra los Guerreros Mantis en la Campaña de Tranquility.
Creencias[]
En consonancia con su típico distanciamiento y su deseo de independencia, los Hermanos de Batalla de los Guerreros Mantis tienen un rasgo poco común de individualismo y autodependencia, ya que cada uno de ellos es un superviviente, un asesino en la sombra, y el heredero de un linaje guerrero que procede de una de las salvajes tribus de los Mundos Letales y de los estados feudales en guerra del Cúmulo de Endymion.
Cada Guerrero Mantis mantiene y repara su propio equipo bélico con una singular reverencia, en un grado mucho mayor que en cualquier otro Capítulo de Marines Espaciales. Las armas y servoarmaduras individuales son heredadas de generación en generación. Cada custodio deberá a su vez añadir sus propios adornos, por lo que cada arma y servoarmadura es una reliquia valiosa e iluminada por derecho propio. Este nivel de individualismo se demuestra aún más por el alto grado de personalización de sus blasones, marcas de víctimas y otras formas de adorno personal, lo que incluye los sellos proféticos y las oraciones de salvaguardia esculpidas en sus armaduras o inscritas en sellos de pureza.
Tras la Guerra de Badab, una persistente emoción ha llenado el Capítulo incluso tras el final de su Cruzada Penitente: Vergüenza. Todavía existe una sensación de sorpresa y incredulidad acerca de cómo se dejaron cegar por sus antiguos aliados, los Garras Astrales, permitiendo que les alejaran de la luz del Emperador, y creen que no son merecedores de su perdón. Para ellos, su rebelión fue un crimen que jamás podrán expiar por completo, y su búsqueda de redención no concluirá mientras siga existiendo el Capítulo.
Semilla genética[]
La semilla genética de los Guerreros Mantis ha desarrollado con el paso de los milenios un defecto o mutación, ya que la semilla genética del implante Preomnor no funciona como es debido. Por ello, cuando un Guerrero Mantis adopta cierto estado mental, la glándula del Preomnor segrega una potente neurotoxina que cambia de forma permanente la fisiología del Astartes. El Marine Espacial afectado se ve saturado por la sensación de necesitar perdón por sus muchos pecados y defectos así como por una reverencia maximizada por el Emperador. La neurotoxina también altera el sentido del espacio y el tiempo del Marine Espacial, incrementando su tasa de reacción neuronal hasta llegar a un nivel casi precognitivo alcanzado tan sólo por algunos psíquicos. También aumenta en gran medida la fuerza sobrehumana del Astartes. Para un mortal podría parecer que el Astartes queda desconectado momentáneamente antes de que ocurra algo.
Desgraciadamente, este don maravilloso tiene un alto precio: los cambios fisiológicos son irreversibles, y la vista del Astartes queda tunelizada hasta el punto de no ser capaz a partir de entonces de percibir nada en su campo de visión que no sea un enemigo o un objetivo. Los Guerreros Mantis llaman a este estado mental la "Niebla de Batalla". Cada Compañía de los Guerreros Mantis tiene una unidad de Hermanos de Batalla que se han entregado en cuerpo y alma al Emperador y, debido a sus actos de fe, han entrado en la "Niebla de Batalla". Estas unidades reciben el nombre de "Mantis Religiosa" (NdT: En castellano en el original).
El Hermano de Batalla que descubrió este defecto genético se llamaba Maetrus, y ostentaba el rango de Capitán. Tras organizar a sus "Mantidae Orantes" acabó por sufrir la "Niebla de Batalla" mientras luchaba contra una Compañía de los Garras Astrales tras la Guerra de Badab y después de que el Capítulo se volviera Renegado.
Miembros conocidos[]
- Yarvan Sartaq: Antiguo Señor del Capítulo de los Guerreros Mantis. Fue asesinado en el 906.M41 durante las fases iniciales de la Guerra de Badab. Mientras las fuerzas leales y separatistas parlamentaban bajo bandera de tregua en el planeta Grief, el artero Lufgt Huron y su Capítulo Renegado de los Garras Astrales lanzaron un ataque por sorpresa contra los Escorpiones Rojos. Los Señores del Capítulo Ortys y Sartaq murieron durante el enfrentamiento.
- Khoisan Neotera: Antiguo Señor del Capítulo de los Guerreros Mantis durante la Guerra de Badab. Reemplazó a Yarvan Sartaq tras el 906.M41, y siguió en el puesto hasta el final del conflicto. Fue condenado a prisión permanente por la Inquisición en la instalación penal imperial Penitentiacon, en donde estaría aislado para el resto de su vida, debido al papel que jugó en la rebelión del Capítulo. Durante su juicio se mantuvo completamente inmóvil durante siete días, y solo dijo tres palabras: "No quiero piedad".
- Ahazra Redth, el Profeta del Polvo: Bibliotecario Jefe del Capítulo y uno de los más grandes Bibliotecarios en la historia del Capítulo, así como el Señor del Capítulo "de facto" de los Guerreros Mantis durante los últimos días de la Guerra de Badab. Se cree que murió durante la defensa final de Tranquility II frente a las fuerzas leales llevada a cabo por el Capítulo, aunque su cuerpo nunca fue encontrado.
- Shaidan: Bibliotecario.
- Aegir: Capellán.
- Audin: Capitán, 2ª Compañía.
- Maetrus: Maetrus era el Capitán de la 2ª Compañía de los Guerreros Mantis. Maetrus fue el intrépido y pío comandante que se dio cuenta en primer lugar de que Lufgt Huron había sido corrompido por el Caos, y quien apuntó los cañones de su Crucero de Asalto, el Alma Torturada, contra los antiguos aliados de los Guerreros Mantis, es decir los Garras Astrales, durante el asalto final de las fuerzas leales contra Badab Primaris. Cuando el huidizo crucero de Huron atravesó el bloqueo de los Exorcistas, Maetrus hizo virar su nave y salió a toda velocidad en su persecución en dirección al Torbellino con las armas disparando tras Huron. Se desconoce tanto su destino como el de su nave.
- Treomar: Sargento, 1ª Escuadra de Asalto, 2ª Compañía.
- Dasein: Tecnomarine.
- Hoenir: Sargento, Escuadra de Exterminadores.
- Magnir: Sargento (Escuadra de Devastadores, 2ª Compañía).
- Balder: Sargento Veterano, 2ª Compañía.
- Soron: Sargento (Escuadra de Asalto), 2ª Compañía.
- Lodur: Veterano de la 2ª Compañía, Portaestandarte de la Escuadra de Mando.
- Haldrus: Marine Devastador.
- Nerthus: Marine Devastador.
Miembros de los Vigías de la Muerte[]
Unos cuantos miembros notables de los Guerreros Mantis se unieron "de forma no oficial" a los Vigías de la Muerte debido a su heroica muerte en combate en el planeta Herodian IV mientras luchaban junto a un Equipo de Eliminación de los Vigías de la Muerte:
- Kruidan: Sargento (Escuadra de Asalto).
- Ruinus: Sargento (Escuadra de Devastadores, 2ª Compañía).
- Shaidan: Bibliotecario.
- Soron: Sargento (Escuadra de Asalto).
Flota conocida[]
La flota capitular de los Guerreros Mantis consistía en el pasado de 1 Barcaza de Batalla, 3 Cruceros de Asalto, 2 Cruceros de Vanguardia, 6 transportes armados y, al menos, 19 Naves de Escolta y Naves de Ataque. Tras la Campaña de Tranquility, que representó el fin de la Guerra de Badab para el Capítulo, gran parte de su flota quedó destruida. Entre las naves que todavía siguen estando en poder de los Guerreros Mantis se encuentran:
- Redención Eterna (Barcaza de Batalla).
- Búsqueda del Penitente (Crucero de Asalto).
- Espada de Contricción (Crucero de Asalto).
- Alma Torturada (Crucero de Asalto) - Nave insignia de la 2ª Compañía.
Apariencia[]
Todos los Marines Espaciales del Capítulo parecen tener los ojos verdes y largo cabello negro, indudablemente una respuesta fenotípica a la semilla genética derivada de la del Capítulo de los Cicatrices Blancas. Los "Mantidae Orantes" son reconocibles por los tatuajes serpentiformes que recubren su cuerpo y se extienden hasta sus cuellos.
La librea del Capítulo es de un brillante color verde con ribetes dorados. Se cuenta que las Unidades de Francotiradores de los Guerreros Mantis emplearon servoarmaduras de color amarillo con marcas negras similares a tres zarpazos durante la Campaña de Tranquility de la Guerra de Badab.
El blasón del Capítulo es una cabeza de mantis de color negro.
Reliquias[]
Galería[]
Leer más[]
Lista de Ejércitos de Marines Espaciales.
Fuentes[]
Extraído y traducido de Lexicanum Alemán, Lexicanum Francés, Lexicanum Inglés y Wikihammer 40K UK.
- Imperial Armour II, IX-X.
- Serie de Novelas de Deathwatch, por C. S. Goto.
- Legends of the Space Marines - The Trial of the Mantis Warriors, por C. S. Goto.
- Warhammer 40,000: Compendio (1ª Edición).
- Warrior Brood, por C. S. Goto.
- White Dwarf nº 101 (Edición inglesa).