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Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

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Diorama Puerta Dolmen Necrones Telaraña Wikihammer

Puerta Dolmen activa.

Durante los años finales de la Guerra en el Cielo, cuando los Necrones ganaron acceso a la Telaraña, la balanza de la guerra empezó a decantarse de su lado. El C'tan conocido como Nyadra'zatha, El Ardiente, había deseado desde hacía mucho tiempo llevar su fuego arcano hasta "el espacio que está más allá del espacio", y así enseñó a los Necrones el modo de romper los límites que les impedían hacerlo. Mediante una serie de portales de piedra viviente conocidos como las Puertas Dolmen, los Necrones fueron finalmente capaces de volver el arma principal de los Ancestrales en su contra, acelerando vastamente el final de la Guerra en el Cielo.

Los portales de las Puertas Dolmen no son ni tan estables ni tan fáciles de controlar como las entradas naturales a la Telaraña. De hecho, la Telaraña dispone de algún modo desconocido de detectar si una Puerta Dolmen ha abierto en su tejido una brecha por la que se haya colado algo, e intentará de inmediato sellar dicho "cuerpo extraño" (igual que si fuera una infección) hasta que el peligro haya pasado. Por tanto, los Necrones que utilizan este método para entrar en la Telaraña deben tratar de alcanzar su punto de destino lo más rápido posible, antes de que los sistemas de autodefensa de la Telaraña los destruyan.

Muchos eones han transcurrido desde aquellos tiempos. Los Ancestrales han desaparecido y la propia Telaraña se ha convertido en un fragmentado y descuidado laberinto. Muchas Puertas Dolmen se perdieron o fueron abandonadas durante la época del Gran Letargo, y muchas más fueron destruidas por los Eldars. Aquellas que aún están operativas permiten acceder apenas a una pequeña fracción de la Telaraña, que en gran parte ha sido sellada y aislada por los propios Eldars para prevenir que la "contaminación" se extienda al resto del sistema. Aun así, la Telaraña es inmensa más allá de toda mesura, así que incluso estos pequeños resquicios permiten a los Necrones practicar un método de viaje que supera con mucho a los de las razas más jóvenes. Y menos mal para ellos, porque los Necrones carecen de psíquicos y por tanto son incapaces de viajar por la Disformidad. Si tampoco tuvieran acceso a la Telaraña, se verían forzados a confiar de nuevo en el viaje por el espacio convencional a bordo de sus lentas naves de estasis, lo cual probablemente los condenaría una vez más al aislamiento.

Fuentes[]

  • Codex: Necrones (5ª y 8ª Edición).
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