Orden de Nuestra Señora Mártir

La Orden de Nuestra Señora Mártir (Order of Our Martyred Lady en inglés), antes conocida como la Orden del Corazón Ardiente (Order of the Fiery Heart en inglés) es una Orden Militante mayor del Convento Sanctorum del Adepta Sororitas.

Historia[]

Origen[]

La Orden fue establecida por el Eclesiarca Alexis XXII en el M37. Su nombre original, la Orden del Corazón Ardiente, hacía referencia a la feroz personalidad de su fundadora, Katherine. Al igual que las otras Órdenes Militantes del Adepta Sororitas, las Hermanas del Corazón Ardiente podían rastrear sus orígenes a las enseñanzas originales de las Hijas del Emperador, pero pequeños grados de variación en términos de organización y doctrina de combate comenzaron a manifestarse, conforme la perspectiva y personalidad de las líderes fundadoras se afirmaron.

La Orden del Corazón Ardiente reflejó la naturaleza vengativa de su primera Canonesa y Santa Patrona Imperial, Katherine, portadora del escudo de Alicia Dominica y una de las seis matriarcas que habían estado en presencia del Emperador en la cámara del Trono Dorado. Katherine había sido considerada durante mucho tiempo como la segunda al mando de Dominica, e incluso antes de encabezar su propia Orden había liderado muchas campañas exitosas contra las fuerzas herejes de la disformidad. Con las Hermanas del Corazón Ardiente detrás de ella, Katherine se involucró en cada vez más Guerras de Fe, buscando al enemigo tanto dentro como más allá de las fronteras del Imperio, y arrojando sobre ellos la luz inmoladora del Emperador.

Lideró a su Orden por muchas décadas, haciendo cumplir la voluntad del Emperador y hacer cumplir las sentencias de las guerras de la Eclesiarquía a través de la galaxia. Fue declarada Santa en vida, por llevar a cabo actos legendarios y conducir a su Orden a innumerables victorias. Fue durante una de esas guerras de fe que Katherine fue asesinada. Los registros sobre los eventos de su martirio son escasos y en ocasiones contradictorios, y el relato más antiguo y confiable aparece en un fragmento carbonizado de pergamino conocido como el Rollo de Candela. La escritura legible en este pergamino dice que la muerte de Katherine llegó a manos del culto de brujas de Mnestteus, pero no hay indicios de qué era este culto o cómo lograron matar a la venerada guerrera.

Los registros eclesiarcales muestran que la noticia de la muerte de Katherine provocó oleadas de angustia en todo el Adepta Sororitas, y muchas Órdenes celebraron vigilias de semanas de duración. Sin embargo, la Orden del Corazón Ardiente no realizó tal acción. Cada preceptoría, comandancia y misión de la orden se preparó para la batalla y canalizó su dolor en una búsqueda interminable de retribución. En honor a su Matriarca caída, la orden se convirtió en la Orden de Nuestra Señora Mártir, y desde entonces han seguido buscando venganza. Durante milenios, las Hermanas de la Orden llevaron armaduras y armas de un negro absoluto como señal de su luto. El rojo de sus ropas fue adoptado por la mayoría de encomiendas de la Orden en recuerdo de las pérdidas sufridas por la Hermandad durante la Tercera Guerra por Armageddon, en el 998.M41.

Sede[]

La Orden operó una vez un Convento en el planeta desolado y barrido por el viento de Santuario, conocido como la Fortaleza-Santuario 101. En el 897.M41 el convento y todas las Hermanas de Batalla en su interior fueron masacradas por el despertar de los Necrones que habían hecho de Santuario uno de sus Mundos Necrópolis. Doce años más tarde, en el 909.M41, la Canonesa Sepherina hizo una peregrinación al lugar de la masacre. Su tarea era consagrar la tierra sagrada del antiguo convento, que todavía llevaba las cicatrices del ataque Necrón. Levantó una estatuilla de su patrona Katherine por cada hermana asesinada, para que permanecieran en eterna vigilia sobre el lugar del martirio de sus hermanas. En el momento de la peregrinación de Sepherina, los cuerpos de las Hermanas de Batalla muertas tuvieron que ser devueltos por el Inquisidor Hoth, que estaba estudiándolos para aprender más acerca de las armas de los Necrones, para gran disgusto de su Orden.

Acciones notables[]

Masacre del Santuario 101 (897.M41) - En un mundo del Sector Vidar, ubicado en la Franja Este de la galaxia, la Orden de Nuestra Señora Mártir fundó una Fortaleza-Convento designada Santuario 101. El aislado convento tuvo la desgracia de ser el primer contacto registrado del Imperio con los Necrones, donde las Hermanas de Batalla fueron masacradas por Incursores Necrones. Los registros de vídeo muestran una furiosa batalla entre la valiente Hermandad y los guerreros Necrones pero poco más, pues los vídeos fueron interrumpidos de forma artificial. Las investigaciones posteriores en el lugar de la batalla no revelaron más que los cadáveres mutilados de las Hermanas, evisceradas de una manera aterradoramente quirúrgica. Nunca se encontraron signos de la verdadera naturaleza de los atacantes inmortales del Santuario 101.

El Martirio de Praxedes (991.M41) - La Canonesa Praxedes de la Orden de Nuestra Señora Mártir reforzó a los regimientos de la Guardia Imperial sirviendo al mundo cardenalicio de Okassis, poco después del inicio de la Segunda Guerra Tiránida. Cuando los Tiránidos de la Flota Enjambre Kraken asaltaron la Catedral Eclesiarcal, el fuego combinado de Escuadras de Retributores y Exorcistas de la Orden borraron la primera oleada de bioformas, pero la segunda logró abrir brecha en los muros de la Fortaleza-Catedral. Cuando los tiránidos entraron en tromba, Praxedes se enfrentó a un Tirano de Enjambre. Durante la lucha la Canonesa recibió una herida mortal, pero mientras su sangre se escapaba recurrió a sus últimas fuerzas para conseguir un golpe final, destrozando en el cráneo de la bestia con un golpe atronador de su maza de energía. Con la destrucción del Tirano de Enjambre, los Tiránidos perdieron toda conexión con la Mente Colmena y sumiéndose en la anarquía, devorándose en un frenesí caníbal. Las Hermanas de Nuestra Señora Mártir no perdieron tiempo en redoblar el asalto, decididas a vengar la muerte de su amada Canonesa. Los xenos restantes fueron barridos, obteniendo el tiempo suficiente para evacuar a los restantes sacerdotes de la Eclesiarquía antes de que los tiránidos lanzaran su próxima oleada.

Destrucción de Chandry (Fecha desconocida M41) - Cinco comandadorías de la Orden de Nuestra Señora Mártir se propusieron purgar los cultos heréticos que habían surgido en el mundo minero de Chandry. Las Sororitas nunca llegaron a su destino, dando lugar a la creencia de que el Emperador había negado a los habitantes del planeta la misericordia de la purificación. Posteriormente se ordenó y ejecutó una acción de Exterminatus.

Purga del Scriptorum de Santa Garrat (M41) - Se cree que fue la Orden de Nuestra Señora Mártir, actuando en equipo con el Inquisidor y Cazador de Brujas Tannenburg de la Ordo Hereticus, la que descendió sobre el Scriptorum de Santa Garrat, arrastrando a cientos de aullantes escribas a las cámaras de tortura de Nemesis Tessera y calcinando el scriptorum. Cuando los Adeptos presentaron una denuncia formal ante los Altos Señores de Terra, fueron silenciados cuando el Inquisidor Tannenburg presentó trescientos frascos de muestras; cada una contenía los restos conservados de un escriba, descubriendo sus mutaciones ocultas ante todos los testigos.

Tercera Guerra de Armageddon (998.M41) - La Orden mantuvo una fuerte presencia en el Sistema Armageddon, con su base en el Sanctorum de Santa Catalina, que fue construido en los altos muros de la Colmena Tempestora de Armageddon Prime. Entonces, el ¡Waaagh! de Orkos más grande jamás visto, dirigido por el Zeñor de la Guerra Ghazghkull Mag Uruk Thraka, asaltó el planeta y comenzó la Tercera Guerra de Armageddon. En el asalto inicial, las posiciones de las Hermanas de Batalla fueron atacadas por grandes sumergibles orkos que surgieron desde el Mar de Ebullición. Tomadas por sorpresa por la audacia y la pura ferocidad del ataque de los pieles verdes, muchas de las Hermanas de Batalla fueron asesinadas. Las Hermanas de Batalla eran la primera línea de defensa para de la Colmena Tempestora, pero sus líneas de batalla pronto fueron sobrepasadas. Esto permitió a los viles pieles verdes tomar el control de la sub-colmena en unas pocas horas. Con cada oleada de orkos, las Hermanas fueron empujadas continuamente hacia atrás, hasta que finalmente se encontraron ante las grandes puertas blindadas de su Sanctorum. Fue allí donde las Hermanas de Batalla hicieron su heroico (pero inútil) acto de resistencia contra las hordas de orkos. Este día se convirtió en uno de los más oscuros en la historia de la Orden cuando sus líneas de batalla se rompieron y fueron arrasadas. Las pocas hermanas que sobrevivieron al asalto final intentaron reconstruir sus líneas de nuevo, pero fueron aplastadas por la marea de orkos. Tras una hora de lucha no quedaban seres humanos vivos en toda la Colmena Tempestora y el Sanctorum. Tras esta derrota, la Orden apenas podía alinear tres compañías completas. La pérdida de su Sanctorum y de tantas y tan valientes hermanas se sintió agudamente en el resto de la Orden; muchas novicias comenzaron a cuestionar su fe en el Emperador. Las Hermanas de Batalla que quedaron se recuperaron rápidamente, haciendo poderosos juramentos de venganza contra los pieles verdes y prometiendo retomar la Colmena Tempestora, sin importar el precio. Pero antes de que pudieran hacerlo, las supervivientes fueron repartidas por el planeta para ayudar a consolidar posiciones imperiales clave. Su presencia resultó fundamental en prevenir que los Orkos tomaran varias áreas de Armageddon.

Caída de Cadia (999.M41) - La 13ª Cruzada Negra de Abaddon el Saqueador descendió sobre Cadia en 999.M41. Fuerzas provenientes de todo el Imperio lucharon para hacer retroceder la invasión del Caos, y aunque combatieron con amarga resolución, al final fueron abrumados por los ejércitos del Saqueador. En la oscuridad de esta zona de guerra apareció Santa Celestine, trayendo consigo las cinco comandadorías de la Orden de Nuestra Señora Mártir que se perdieron en la Disformidad catorce siglos antes en ruta hacia el mundo minero de Chandry. Estos refuerzos proporcionaron la potencia de fuego y la esperanza que tanto necesitaban. Antes de que Cadia fuera finalmente consumida por las energías del Caos, Celestine cosechó un gran precio entre los ejércitos de Abaddon.

Cruzada Indomitus (M42) - Es durante esta terrible época que Junith Eruita es elevada al rango de Canonesa Superiora de la Orden de Nuestra Señora Mártir, habiendo demostrado en innumerables batallas ser una líder firme y ardiente. Una comandadoría de la Orden de Nuestra Señora Mártir se unió al Grupo de Batalla Faustus de la Flota Secundus de la cruzada bajo el mando de la Canonesa Justyne y sirvió como parte de la fuerza que buscaba recuperar el control imperial sobre el sistema Bosphori.

Los Santos Humildes (Fecha desconocida, M42) - La Legión Alfa perpetró un ritual del Caos en el mundo agrícola de Nolth Prime. Las Hermanas de la Orden de Nuestra Señora Mártir lucharon junto a los Marines Espaciales del Capítulo de los Manos de Hierro para aniquilar a los herejes, pero no pudieron evitar que el planeta se saturara con las energías del Caos. Sin embargo, en medio de esta catástrofe había un rayo de esperanza. La voluntad del Emperador se manifestó a través de los fieles habitantes del planeta, muchos de los cuales adquirieron la capacidad de proyectar llamas sagradas desde sus cuerpos.

Guerra de las Bestias de Vigilus

Guerra de Talledus (Fecha desconocida M42) - Tres preceptorías de la Orden de Nuestra Señora Mártir bajo el mando de la Canonesa Serita se encontraban entre los defensores de la ciudad catedral Gran Honorificum en el mundo cardenalicio de Bendición. Con la ayuda de otras fuerzas imperiales, lograron frenar el asalto final de los Portadores de la Palabra y sus aliados daemonícos bajo el mando de Kor Phaeron sobre la gran catedral.

Reclutamiento[]

Su base se encuentra en el Convento Sanctorum, situado en el mundo cardenalicio de Ophelia VII.

Doctrina de combate[]

"¿Retirada? Tengo una veintena de las mejores Hermanas de Batalla del Emperador a mis órdenes y ¿crees que unos cientos de salvajes alienígenas son motivo para dar la espalda y huir? Deja que el enemigo venga, no encontrarán nada más que nuestra determinación y puntería."

—Hermana Superiora Lacena, Orden de Nuestra Señora Mártir

Las Hermanas de Nuestra Señora Mártir continúan encarnando la pasión ardiente y la determinación inquebrantable de Santa Katherine. En el campo de batalla emplean tácticas que hacen que sus formaciones se extiendan como un fuego imparable, avanzando inexorablemente mientras reducen a cenizas a todos los que se encuentran frente a ellas.

Sin embargo, su enfoque de combate está lejos de ser indisciplinado. Katherine era una estudiante devota de la doctrina militar y combinó las formidables técnicas de lucha desarrolladas por las Hijas del Emperador con las practicadas por otras ramas del Imperio.

Sus enseñanzas han sido respaldadas por la Orden de Nuestra Señora Mártir, y sus hermanas pueden cambiar de una estrategia a otra con una velocidad y eficacia aterradoras.

Creencias[]

Sororitas orden nuestra señora martir portaestamdarte — Portaestandarte de la Orden

"Incluso si puedes matarme, hereje, mi alma se volverá como el fuego. Seré tomada por el Emperador y resplandeceré como uno con Su luz divina. Por siempre guiaré a los fieles, prestándoles mi fuerza, hasta que tú y los tuyos seáis borrados de la existencia. Si eres capaz de matarme."

—Canonesa Arleille, Orden de Nuestra Señora Mártir

Desde la muerte de su Matriarca, la Orden de Nuestra Señora Mártir ha desarrollado un culto al martirio que no tiene paralelo entre el resto de Adepta Sororitas. A todas las Sororitas se les enseña que morir sirviendo al Emperador es el destino más puro que sus sirvientes pueden esperar, pero entre las Hermanas de Nuestra Señora Mártir este ideal se expresa tan fervientemente que a los no iniciados les puede parecer que sienten el deseo de morir.

Las Hermanas de Batalla que quedan aisladas en el combate se oponen valientemente a las hordas de enemigos mientran entonan himnos de desafío y disparan sus Bólters elevándose en un crescendo simultáneo, y cuando las espadas del enemigo cortan su carne, estas entregan sus almas voluntariamente al Dios Emperador.

Tales nobles muertes son recibidas con gritos de alabanza por parte de sus hermanas de la orden ya que es mediante una lealtad tan inquebrantable y una ilimitada fe que la mirada del Emperador se ve atraída hacia el campo de batalla.

En nombre de estas mártires, las que sobreviven logran hazañas que desafían toda explicación, destruyendo enemigos de mucho mayor número y transformando derrotas inevitables en victorias milagrosas.

No son solo a las guerreras asesinadas de su orden a las que veneran las hermanas de Nuestra Señora Mártir, sino a todos los que han dado su vida para preservar la santidad del Imperio. Las hermanas admiran el ejemplo de su Matriarca, la cual como portadora del escudo colocó las vidas de los demás por encima de la suya propia, y alaban a esos guerreros que encarnan el espíritu de Santa Katherine en su defensa de la Humanidad.

A través de los salmos de batalla, alaban a los Guardias Imperiales, a los Marines Espaciales y a los tecnosacerdotes que han sido asesinados luchando junto a ellos en sus Guerras de Fe.

A los soldados caídos más valientes se les otorga el mismo honor que la Orden de Nuestra Señora Mártir les otorga a sus propias hermanas: sus nombres se agregan a los himnos de venganza de la orden y se cantan antes del combate para avivar la ira de las Sororitas.

Heráldica[]

La Orden de Nuestra Señora Mártir usa servoarmaduras negras y ropajes rojos. Su armamento también se pinta a menudo de un rojo distintivo.

El emblema de la Orden es una cruz ansada de color rojo, con un cráneo blanco colocado en el centro en la parte superior de la misma.

Elementos conocidos[]

Miembros[]

Santa Katherine.

Santa Práxedes

Santa Celestine

Santa Valpurgis - Valpurgis fue una Hermana Celeste Superior. Fue conocida como la Purgadora de la Viruela Sofocante y Asesina de Brujas. Fue martirizada durante su servicio al Emperador.

Canonesa Superiora Junith Eruita.

Canonesa Superiora Temperance Blaise.

Canonesa Genevieve - Luchó en la 13ª Cruzada Negra.

Canonesa Eleanor - Luchó en la 13ª Cruzada Negra.

Canonesa Justyne - Dirigió una comandancia de la Orden de Nuestra Señora Mártir como parte del Grupo de Batalla Faustus de la Flota Secundus de la Cruzada Indomitus durante la campaña para retomar el control del Sistema Bosphori.

Canonesa Rosina - Conocida como la Astuta fue una canonesa de la orden que fue martirizada durante su servicio al Emperador. Se la recuerda como una maestra táctica y el Azote de la dinastía Altymhor.

Canonesa Serita.

Abadesa Petronella la Pía.

Palatina Ariel - La Palatina Ariel llevó a sus Hermanas de Batalla a través de la Puerta Disforme y hacia la Cuenca de Jericho a instancias del Cardenal Cal. Sin embargo, poco después de llegar tuvo un sueño. En el vió a Daemons vestidos de carne retozando sobre estatuas caídas del Emperador. Más allá de ellos, un haz de luz iluminaba una alta montaña cubierta de Aquilas entrelazadas. En el corazón de la montaña, una nube negra se arremolinó. Incluso mientras miraba, las hordas daemonícas se acercaron más y más a la montaña, y ella sabía que si descubrían el mal bajo ella, las consecuencias serían catastróficas. Cuando Ariel se despertó, quedó convencida de que el Emperador le había revelado su verdadero deber. Siguiendo la visión de su Palatina, su encomienda desafió las Tormentas Disformes alrededor de Eleusis y encontró la montaña que había visto. Nadie sabe con precisión lo que la Orden de Nuestra Señora Mártir encontró en el monte Sifr, pero está dedicada a protegerlo de los infieles. Ariel ha jurado un voto para permitir que sólo los más fieles del Dios-Emperador pasen a través de las puertas de la Abadía Lethean, aunque su visión la ha hecho sospechar de todos los que buscan entrar. Desde la construcción de las defensas alrededor del Monte Sifr, la Palatina Ariel no ha permitido cruzar el umbral de la Abadía a nadie, ni siquiera al propio cardenal.

Palatina Cesti - Conocida como la Portadora del Amanecer fue martirizada durante su servicio al Emperador. Era conocida como la Campeona de Mordia y la Líder de la Marcha del Alba.

Hermana Piedad - Nacida en el planeta Descenso de Jove, la Hermana Piedad fue de las primeras conversas al Culto Imperial, y como una chica joven (recientemente graduada de la Schola Progenium) sirvió a la misión de la Eclesiarquía en su sistema natal durante mucho tiempo. El Predicador de la misión tomó a esta chica piadosa bajo su ala y la bendijo con un nuevo nombre, más digno. Eventualmente, él patrocinó su admisión en el Convento Sanctorum y Piedad demostró ser una de las más fieles Hijas del Emperador. Piedad lleva el pesado título de Centinela y sus deberes han hecho de ella una mujer sagaz y perspicaz. Aunque su fe en el Dios-Emperador es inquebrantable y confía sin reservas en la Palatina Ariel, la Centinela no desdeña la ayuda de la Eclesiarquía o la Inquisición como hace su Palatino. De hecho, la hermana Piedad ha estado en contacto con Inquisidor Deschaine durante varios años, hecho que no ha compartido con la Palatina Ariel. En el curso de sus deberes como Centinela, la hermana Piedad tiene permiso para salir de la Abadía Lethean y se encuentra entre los santuarios de La Gracia de Vermillion con mucha más frecuencia que cualquier otro miembro de la Adepta Sororitas.

Hermana Lydia - Priora de la Orden.

Hermana Ephrael Stern.

Hermana Miriya.

Hermana Gillith - Conocida como la Indomable, era una hermana de batalla que se presume que fue martirizada al servicio del Emperador. Se la recuerda como enemiga acérrima de los Drukhari y la Rompedora de grilletes.