Plantilla:MascotaImperioPatrocina
Un Archiexorcista del Adeptus Ministorum.
- "¡Te ordeno, odioso espíritu, cualquiera que sea tu corrupta naturaleza, junto con todos tus malditos sirvientes que se enfrentan a este humilde servidor del Dios-Emperador, por los misterios de su sagrada ascensión y su permanente sacrificio en las sagradas cadenas del Trono Dorado, que me muestres tu nombre, y el día y hora de tu exilio! ¡Te obligo, más aún, a obedecer completamente a este humilde servidor del Dios-Emperador! ¡Parte pues, odiado trangresor, parte y arde para siempre en las tinieblas exteriores que os esperan a ti y a tu impía ralea!"
- —Extracto del Codex Exorcismus
Los Archiexorcistas son fanáticos sacerdotes de la Eclesiarquía que se deleitan en combatir a los Demonios como una tarea sagrada que sigue el ejemplo del propio Dios-Emperador. Hay sacerdotes en el Adeptus Ministorum del sector Calixis frustrados por las restricciones políticas que permiten solo a los Inquisidores del Ordo Malleus combatir a las impías e inquietas entidades de la Disformidad conocidas como Demonios. Una gran cantidad de dichos clérigos, conscientes de la existencia y naturaleza de los seres demoníacos, buscan enfrentarse a ellos, expulsarlos y arrojarlos desde el plano material de regreso a la miríada de infiernos en los que fueron engendrados.
Los Clérigos que han mostrado una particular aptitud a la hora de derrotar a los oponentes demoníacos suelen ser cuidadosamente dirigidos por sus superiores en dirección a la orden secreta de Archiexorcistas del Archicardenal. La orden, que tiene su base en una oscura capilla secundaria de la Catedral de la Iluminación de Scintilla, suele hacerse pasar por una inocente e inofensiva orden de cantores de coro, dedicados al estudio y al canto. Es allí en donde aprenden de los prohibidos y arcanos textos, memorizando cientos de exhortaciones sagradas creadas para aniquilar a los Demonios.
Descripción
Los miembros más veteranos del Adeptus Ministorum son conscientes de la existencia de espíritus impíos acechando en la Disformidad, buscando devorar las almas de los fieles. Los altos cargos del clero temen la influencia de dichos seres, y hacen bien, ya que son la antítesis de todo aquello que sostiene la iglesia del Dios-Emperador. El Ministorum Calixino no tiene la tarea de enfrentarse a esos seres, ya que es el papel de los Cazadores de Demonios del Ordo Malleus. No obstante, algunos miembros del Ministorum Calixino se niegan a apartarse y permitir que dichos seres malignos campen a sus anchas, a pesar de las restricciones políticas que los mantienen atados de pies y manos. Algunos de los miembros más veteranos del clero del Sector Calixis, con el permiso del Archicardenal Ignator del Sínodo Calixiano, mantienen en activo una pequeña y secreta orden de clérigos especialistas dedicados a expulsar a los seres de la Disformidad del reino material, aunque el Archicardenal se arriesga a ofender a la poderosa y misteriosa Inquisición con sus arriesgadas acciones. Sin embargo, considera que en estos días oscuros, el tener bajo su mando a un equipo de hábiles y devotos guerreros sagrados juramentados en la destrucción de los Demonios es un tesoro de valor incalculable.
Durante los acontecimientos ocurridos en el planeta Redención, en el que se produjo un ataque demoníaco, esta apuesta dio sus frutos. El Inquisidor Octus Enoch luchó desesperadamente por evitar tener que desencadenar un Exterminatus sobre Redención para frenar a la incursión demoníaca. Al no disponer de los recursos del Ordo Malleus debido al estallido de una Tormenta Disforme de forma simultánea con el comienzo de la incursión, solicitó a la Eclesiarquía que le asignaran regimientos de Fratrías Militantes para combatir la amenaza. En lugar de ello, la diócesis local envió a tres Archiexorcistas, que demostraron ser indispensables para derrotar a los demoníacos asaltantes. A día de hoy, el Inquisidor Enoch sigue trabajando codo con codo con la Eclesiarquía cuando se enfrenta a las amenazas demoníacas, y sigue asegurándose de que los Archiexorcistas estén disponibles para otros miembros del Ordo Malleus. Cuando los Cazadores de Demonios ayudan a los Inquisidores del Ordo Hereticus, el Archicardenal Ignator del Sector Calixis y otros Cardenales con Archiexorcistas bajo su mando suelen prestar sus servicios a los Inquisidores del Malleus que buscan destruir desde dentro a los enemigos del Imperio.
Los Archiexorcistas emplean su fe como un arma contra los demonios. Sus oraciones e himnos enloquecen y ensordecen a los servidores del Archienemigo, y sus símbolos y gestos sagrados los atan e inmovilizan, amonestando y castigando a los poseídos, haciendo salir a los Demonios y liberando a sus víctimas, a veces con letales consecuencias para ambas partes. Tal es la feroz fe de estos individuos que se les permite estudiar los impíos textos del Archienemigo para conocer las artes de los Demonios. Sin embargo, al contrario que los Inquisidores Radicales del Ordo Malleus, aborrecen emplear los métodos del Archienemigo contra este. Saben mejor que nadie que emplear dichos métodos es inherentemente corrupto, ya que acaban por convertir al usuario en aquello que más odia.
Fuentes
Extraído y traducido de Wikihammer 40k UK.
- Dark Heresy: Blood of Martyrs (Suplemento de RPG).
- Codex: Caballeros Grises (5ª Edición).