Órdenes Hospitalarias

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"Es nuestro deber honrar al mártir, atender a los caídos, defender a los inocentes, y caminar siempre bajo la luz."

—Anónimo

Las Órdenes Hospitalarias u Ordos Hospitaller, son parte del ala no militante del Adepta Sororitas. Acompañan a la Guardia Imperial y a la Armada Imperial para proporcionar apoyo médico. Aunque las tienen la reputación de ser el brazo "suave" del Adepta Sororitas, en muchos sentidos esto está muy lejos de la verdad. Como curanderas, médicos y consejeras espirituales, no tienen igual entre las Órdenes. Sin embargo, eso no resta a sus cualidades de defensoras siempre dispuestas y capaces del Culto Imperial, listas para aplastar la vida de un hereje, mutante o xenos. Las convicciones de una Hospitalaria, como las de sus hermanas, tienen su origen en el deseo de derrotar a los enemigos del Emperador sin dudarlo. Del mismo modo, aquellos que no lo merecen o bien no reciben atención o se acelera su juicio cara a cara con el Emperador. Es por esta razón que las Hermanas Hospitalarias no siempre pueden utilizarse en un interrogatorio para confirmar una herejía, ya que tienden a morir en su cargo antes que divulgar la información.

Descripción[]

Sororitas hospitalaria combate wikihammer

Las Hermanas Hospitalarias están absolutamente dedicadas a la preservación de la vida. Muchos soldados suelen tratarlas como santas, ya que habrían muerto de no ser por sus atenciones, e incluso una gran cantidad de ellas han sido beatificadas después de haber realizado alguna hazaña de gran valentía personal frente al enemigo. Las Órdenes Hospitalarias no sólo actúan como cirujanas, médicos y enfermeras, sino que también proporcionan cuidados espirituales a los moribundos y llevan a cabo actos de profunda compasión.

Las Órdenes Hospitalarias ayudan a los pobres y marginados, fundando hosterías y albergues para los más necesitados. Mostrando su propia fe espiritual y su rígida disciplina a los demás, salvan muchas almas de los poderes de la oscuridad y convierten a los potenciales descontentos y criminales en buenos trabajadores imperiales. Las Órdenes Hospitalarias trabajan en coordinación con el Misionarius Galaxia para fundar clínicas y hospitales en planetas recién colonizados, llevando las maravillas de su ciencia y creencias a los nativos.

La Inquisición suele requerir la ayuda de las Hermanas Hospitalarias por varias razones. Para un Cazador de Brujas, la habilidad de la cirujana para mantener con vida a un individuo a pesar de haber sufrido las heridas más graves resulta de gran utilidad. En la persecución del hereje, incluso una Hermana Hospitalaria abandonará toda compasión por la profunda rabia que supone que un hombre traicione al bendito Dios-Emperador de la Humanidad.

Sirviendo a menudo en zonas de combate, las Hermanas Hospitalarias requieren más protección que otras órdenes no militantes. Su distintiva armadura es una bienvenida visión tanto para guardias heridos como para los acólitos, un ángel de la misericordia enviado por el mismo Dios-Emperador. Además de sus cualidades protectoras, el hábito encapuchado suele estar a menudo recubierto de incienso y ungüentos y el resto de la armadura está sellada y tratada contra toxinas.

Por otro lado, en el sector Calixis, todas las Órdenes Hospitalarias menos una tiene algún tono de carmesí y el hueso para colorear sus ropas y marcarlas como personal médico. La Orden de la Tristeza Queda en Sigurd IV solo porta el color negro y hueso en penitencia por un pecado pasado. En condiciones normales, tanto la Orden de la Antorcha y la Orden del Agua Purificadora también usan ropas de colores oscuros con una amplia franja carmesí en la parte delantera, bordeada de color hueso. La Orden de la Serenidad porta ropas blancas con dobladillos de rubíes rojos. Como las Órdenes Militantes, las Órdenes Hospitalarias se dividen entre el Convento Sanctorum en Ophelia VII, incluyendo la Orden de la Llama Eterna y la Orden de la Serenidad, y el Convento Prioris en Terra, incluyendo la Orden del Agua Purificadora y la Orden de la Antorcha.

En el sector Calixis, las Hospitalarias tienen una excepcionalmente buena relación con la Guardia Imperial. Sus esfuerzos han salvado millones de vidas y en ningún lugar más que en el mundo colmena de Tranch, donde operan las hermanas del Hospital de la Santísima Encarnación. En esa guerra civil interminable, las Sororitas han proporcionado consuelo a los heridos y moribundos e incluso han tomado las armas en ocasiones para defender el hospital. Cuando el Consejo del Sudario intentó reafirmar su autoridad tomando el hospital por la fuerza, se sorprendieron al encontrar guerreras listas para defenderla, empuñando las armas automáticas y rifles láser de sus pacientes. Huelga decir que el ataque fue repelido con bastante rapidez.

Sólo superadas en tamaño por las Órdenes Famulatas, las Hermanas Hospitalarias son muy valiosas para la Eclesiarquía debido a la fe que inspiran. Más de un soldado cansado ha abrazado el Culto Imperial con mayor devoción después de que una Hermana Hospitalaria le salvara la vida. Como resultado de este contacto personal con unidades de soldados y oficiales, puede proporcionar a la Guardia Imperial avisos previos de los problemas emergentes referentes a la moral o las ideas heréticas entre las tropas. La ejecución del líder de Culto Silas Grimm por una novicia de las Hospitalarias durante las Revueltas de la Minería en Pellucida IX es un firme recordatorio de que los herejes no tienen lugar en el liderazgo de hombres buenos. Su mancha obligó a la Inquisición a purgar a una tercera parte de una división de tropas e incendiar el cuartel en el que vivían. Después las tropas restantes sirvieron con distinción en la represión de los disturbios a raíz de la purga.

En combate[]

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Las Órdenes Hospitalarias pueden, en ocasiones, enviar a una de sus Hermanas a servir a una Canonesa de las Órdenes Militantes en su Escuadra de Mando.

En estos casos, la enviada va armada con servoarmadura, pistola bólter, herramientas de cirugía o un Medicus Ministorum, y granadas de fragmentación y perforantes.

Las atenciones médicas de una Hermana Hospitalaria pueden detener la hemorragia de heridas mortales y purgar muchos venenos letales del torrente sanguíneo de un guerrero, lo que permite a una Hermana de Batalla volver a la lucha a pesar de sufrir graves lesiones.