El Sargento Guillermito, mascota de los Marines Espaciales, tiene el honor de patrocinar este espacio por orden del Capellán Cassius de los Ultramarines. ¡Pulsa sobre él y te acompañará a una Cruzada épica! ¡Lee más! ¡Sin piedad, sin remordimientos, sin miedo! |
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"La penitencia y el dolor son el martillo y los clavos de la devoción."
- —Fragmento de un antiguo texto prohibido de los Ángeles Resplandecientes
Los Ángeles Penitentes (Angels Penitent en inglés), antes conocidos como los Ángeles Resplandecientes (Angels Resplendent en inglés), son un Capítulo de Marines Espaciales creado a partir de la semilla genética de los Ángeles Sangrientos en una Fundación desconocida. Originalmente famosos por su artesanía y armonía espiritual, actualmente siguen las doctrinas de un fanático conocido como el "Mártir Inmortal" y luchan por redimir los pecados colectivos de la Humanidad y el Adeptus Astartes ante los ojos del Dios-Emperador.
Historia[]
"Aquellos que ayer se alzaban inmaculados, caerán mañana o pasado, pues la traición se oculta en nuestra sangre, disfrazada de orgullo."
- —Proclamación del Capellán Malvoisin
En algún punto de la historia del Capítulo, un extraño individuo conocido solo como el Mártir Inmortal se presentó ante los Ángeles Resplandecientes. El Mártir Inmortal era un humano que había sobrevivido al cruzar el río Tristesse, que servía de foso a la Fortaleza-Monasterio de los Marines Espaciales, Kanvolis. Pocos Astartes habrían podido lograrlo, así que era un misterio cómo un mortal había conseguido la hazaña. En lugar de acabar con la vida del extraño hombre, el Mártir Inmortal fue llevado ante el Capellán Malvoisin para que le interrogase. El Capellán conversó con el extraño durante diecinueve días solares antes de proclamarle profeta del Dios-Emperador y anunciar que le había revelado una nueva comprensión del Culto Imperial. Esta iluminación fue verdaderamente oscura, pues les mostró que la Humanidad estaba corrupta más allá de toda redención y que sus mayores guardianes, los Marines Espaciales, eran los peores pecadores, pues habían flaqueado y se habían dividido en la lucha contra el Architraidor Horus. No podía haber esperanza de ascensión a la luz del Emperador, solo penitencia y dolor por los pecados colectivos pasados y futuros del ser humano. La guerra ya estaba perdida y el único rumbo posible era seguir luchando sabiendo que la derrota estaba asegurada.
Así comenzó la Gran Purga del Capítulo, que acabó con todas las actividades y objetos considerados blasfemos, incluyendo muchos objetos fabricados antaño por los propios Guerreros Artesanos del Capítulo. La Gran Purga arrasó la belleza de Kanvolis, pero la dejó sucia, igual que las palabras del Mártir habían contaminado a los Ángeles Resplandecientes. Al caminar los pasillos, se pisaba un sustrato de tapices podridos y estatuas pulverizadas. El Mártir Inmortal había proclamado sacrosanto a este efluvio de glorias profanadas, como burla al orgullo traicionero.
Las cosas podrían haber sido distintas si el Señor del Capítulo, el Caballero Resplandeciente Varzival, hubiera estado con su Capítulo en esta peligrosa época, pero llevaba muchos años estándar ausente, llevando a cabo una campaña junto a la 1ª Compañía. No había habido noticias de ellos desde la Gran Purga, y el Capellán Malvoisin los había declarado perdidos, aunque muchos se negaron a creerlo. El Caballero Resplandeciente regresaría algún día para reclamar y redimir a su Capítulo. En ausencia del Señor del Capítulo, solo el Bibliotecario Jefe Athanazius y sus hermanos del Librarium habían rechazado el testamento del Mártir. Inevitablemente, fueron denunciados como herejes, y pronto los Hermanos de Batalla leales a la voluntad de los Capellanes asaltaron obedientemente el Librarium, empujados por un odio hacia sus camaradas que no podía compararse ni siquiera al sentido hacia los xenos.
Athanazius y sus seguidores habían estado esperando el ataque de sus hermanos sin armas ni armadura, pero escudados tras un desprecio tal que detuvo en seco la carga de los fanáticos. Los atacantes esperaron al frígido toque eléctrico en el aire que presagiaría un ataque psíquico, pero cuando Athanazius habló, solo dijo una frase: "Nos alzaremos sobre alas ardientes". Este golpe se componía solo de palabras, pero estas eran el antiguo credo del Capítulo, descargadas con una convicción que expulsó el veneno de muchos de los Hermanos de Batalla atacantes. Podría haber sido suficiente para detener la locura, pero entonces el Capellán Malvoisin aulló el nuevo credo, el revelado por el Mártir Inmortal: "¡El Emperador condena!" Los Ángeles Resplandecientes murieron ese día, y los Ángeles Penitentes se alzaron de su tumba, sombríos y amargados.
Ahora el Capítulo es dirigido por un consejo de fanáticos Capellanes, llamado la Corona de Espinas. Ellos juzgan a los hermanos que creen que han pecado contra el Emperador, con ofensas que incluyen hasta actos tan nimios como crear grabados en honor del Primarca Sanguinius, ya que creen que el arte exalta la tiranía del pecado de la vanidad. Algunos en el Capítulo aún sienten desconfianza hacia el nuevo orden, y se aferran a la antigua identidad del Capítulo, creyendo firmemente en que son guerreros artesanos esclavizados por el forastero. Saben en sus corazones que su auténtica habilidad reside en la armonía de las armas y el arte, la auténtica senda de los Resplandecientes. Pero expresar opiniones tan impopulares como esas se considera un pecado a los ojos de la Corona de Espinas. Otro síntoma preocupante del nuevo orden es que ahora los Hermanos de Batalla son proclives a caer víctimas de La Imperfección de la Rabia Negra y la Sed de Sangre, cuando antes de la llegada del Mártir Inmortal jamás había aparecido esa terrible maldición en el Capítulo. Ahora parece que florece libremente, y es probable que el Capítulo deba crear una Compañía de la Muerte.
Creencias[]
Antiguamente, los Ángeles Resplandecientes creían que eran un Capítulo de Guerreros-Artesanos, una banda de dedicados siervos del Emperador de la Humanidad que entendía la guerra como una forma de arte. Al buscar el arte, los Ángeles Resplandecientes creían que desarrollaban una disciplina y un entendimiento de las necesidades mayores de la Humanidad, el cual reforzaba su compromiso de defenderla.
Tras la llegada del Mártir Inmortal a las puertas de su Fortaleza-Monasterio, los Ángeles Resplandecientes se han visto arrastrados por una nueva devoción a una variante puritana del Culto Imperial que sostiene que la Humanidad y el Adeptus Astartes se han corrompido tanto que ya no pueden redimirse ante el Dios-Emperador. Por tanto, la única opción para los mortales y los Astartes es recibir un infinito castigo por su fracaso. Todos los pecados deben ser castigados, en particular el de la vanidad, del cual el arte no es sino otra expresión.
Por tanto, desde la Gran Purga los Ángeles Resplandecientes han cambiado su nombre a Ángeles Penitentes, y ya no permiten a sus Guerreros-Artesanos crear las gloriosas obras que antaño decoraban la fortaleza de Kanvolis y expresaban su inherente apreciación de los aspectos de la vida humana fuera de la guerra. Se han convertido en una banda de fanáticos amargados y sin humor, empujados solo por el odio al pecado y el deseo de castigar al pecador.
Apariencia[]
Los Ángeles Resplandecientes solían vestir servoarmaduras azules y doradas, pero desde su conversión las han repintado de negro con bandas marrones. El Aquila pectoral es dorada, y como sus antepasados genéticos, sus marcas de Compañía difieren de las descritas en el Codex Astartes en que emplean símbolos de gotas de sangre en la hombrera derecha en lugar de los habituales bordes y números pintados de distintos colores. La rodillera derecha muestra el color y la iconografía específica de cada escuadra. Su emblema actual es una gran calavera blanca coronada de espinas.
Galería[]
Leer más[]
Lista de Ejércitos de Marines Espaciales.
Fuentes[]
Extraído y traducido de Wikihammer 40K UK.
- Ordo Malleus Dixit (2001).
- Angels of Death - Crown of Thorns, por Peter Fehervari.